EL PERFIL DEL DIABLO
Es el título oficial que le pusieron en México a la
película que es mayormente conocida como Re-Sonator, aunque está basada en el relato titulado Del más allá, y que en EE.UU. literalmente se llamó
From Beyond
From Beyond
Stuart Gordon, 1986
La triada del director
Stuart Gordon, el productor Brian Yuzna y el guionista Dennis Paoli había
logrado su primer gran éxito al adaptar el relato del Amo del Horror Cósmico,
H.P. Lovecraft, con muchas libertades en una película que se volvió el pilar de
los algunos videoclubes: Herbert West,Re-Animador (1985). El equipo entonces comenzó a trabajar en su siguiente
obra, una nueva y aún más retorcida adaptación de una historia de Lovecraft,
pues como fans del ciclo de Edgar Allan Poe de Roger Corman, querían hacer por
Lovecraft lo que Corman hizo por Poe. Yuzna se llevó la producción a Italia y
Gordon filmaría dos películas simultáneamente: La adaptación de Del más allá, repitiendo a la mitad del
reparto de Herbert West..., y el
oscuro cuento de hadas Muñecos malditos
(1987). Yuzna recurrió nuevamente a Empire Entertainment, para producir la
película; pero la mala gestión de su director, Charles Band desembocó en que la
producción se fuera al caño y marcó el fin de su relación laboral con Yuzna.
Aun así, la película se concluyó y se
distribuyó ‒con un número muy limitado de copias‒, y a mi gusto, aunque es
mucho menos popular que su predecesora, a nivel dramático me parece muy
superior. Qué lástima que el público de Re-Animator, que era a quienes estaba
orientada, no se mostró tan entusiasta.
La película narra la historia de Crawford Tillinghast
(regresa Jeffrey Combs, esta vez en el papel del bueno... o algo así),
asistente del Dr. Edward Pretorious (Ted Sorel en una obvia referencia a La novia de Frankenstein [Whale, 1935])
de la Universidad de Miskatonic, quien es acusado del asesinato de su jefe y
recluido en una institución mental. Tillinghast es puesto bajo la custodia de
una radical psiquiatra, la Dra. Katherine McMichaels (regresa la hermosa Barbara
Crampton), y el exjugador de foot-ball Bubba Brownlee (Ken Foree, a quien
seguro recuerdan de El amanecer de los
muertos [Romero, 1978]) para que juntos esclarezcan el brutal homicidio de
Pretorious. Al regresar al laboratorio, Tillinghast les muestra a sus
guardianes el Resonador, una máquina creada por Pretorious que produce ondas
sonoras en una frecuencia específica para estimular la glándula pineal,
permitiendo a los usuarios percibir a seres de otras dimensiones. Así, los
investigadores descubrirán que Pretorious podría no estar muerto, sino algo
mucho peor...
El
perfil del Diablo es la sucesora espiritual de Herbert West, de eso no cabe
duda; pero más allá de ser un premio de consolación por no haber hecho una Re-Animator 2 ‒ésa se hizo después ya
sin la colaboración de Gordon‒, trata de ser una evolución de la misma. Mientras
Re-Animator se nutrió de alrededor de
seis relatos diferentes, El perfil...
fue adaptada de un cuento de seis páginas, por lo que el resultado final le
debe aún menos a la fuente literaria que su predecesora[1].
Se trata también de una película mucho más
oscura. Herbert West… tenía tonos
caricaturescos más propios del Grand Guignol; en cambio, Del más allá ‒porque, francamente, a mí me gusta más llamarla así y
Juan Antonio Molina Foix me respalda, jaja‒ se toma mucho más en serio. Bueno,
quizá excepto por la escena de la muerte de Bubba, que parece sacada de los
Looney Tunes ‒en realidad es parecida al tipo devorado por pirañas en la
película italiana de caníbales Antropófagos
(comidos vivos) (Lenzi, 1980)‒. Pero el resto es más retorcido,
hipersexualizado y hasta más profundo.
De hecho, el guión de esta película es
mucho más rico y funciona en más niveles. En realidad, con el montón de cosas
que pasan, es casi increíble que funcione tan bien como lo hace. El mismo Yuzna
dice: “Tiendo a poner un montón de cosas en las películas […]. Sé que Stuart me
ha dicho que en El perfil del Diablo
teníamos un par de películas. Tiendo a sobrecargar estas cosas con ideas a
veces”[2].
Las actuaciones son bastante decentes y en
este punto también me parece que la peli supera a su predecesora. Como lo
mencioné arriba, en esta ocasión las actuaciones son más sutiles, y Crampton y
Combs tienen muy buena química en pantalla. A esta dinámica se suma Foree, cuyo
personaje es más mundano y cínico que los otros tres ‒finalmente, es el único
que no es un científico‒, y ayuda a equilibrar la película. Por cierto que,
aunque Gordon sabía que Foree había actuado en El amanecer de los muertos, lo escogió para el papel mediante
casting.
Y aun cuando en esta cinta la perversión
aumenta, hay menos sangre que en Herbert West...
Menos sangre y más babas, creo, jaja. Porque, a final de cuentas, la película
se convierte en una especie de obra de horror corporal, muy al estilo de David
Cronenberg. De hecho, se parece un poco a La mosca (Cronenberg, 1986), pero no tan bien hecha.
Por otro lado, la peli sigue más o menos el
esquema planteado por Re-Animator. Incluso,
el color que se usará para identificarla será el rosa intenso, como en Herbert West… fuera el verde limón. Ah,
esos títulos de color rosa neón sobre un fondo negro... Si alguien puede pensar
en algo que grite más “los 80” que eso, por favor, dígame.
Me gusta que desde el prólogo aparece el
factor preternatural, porque si ya desde antes de los créditos iniciales salen
las criaturas cariñosamente apodadas “lampreas del más allá” ¿Qué se puede
esperar del resto de la peli? Pues lo que aparece: un montón de grotescas
transformaciones corporales, trucos de cámara con actores y botargas,
sabandijas carnívoras interdimensionales ‒bueno, en realidad algo dicen de que
las lampreas del más allá cohabitan esta dimensión con nosotros, pero que no
las percibimos ni ellas a nosotros porque nuestras moléculas vibran en
diferentes frecuencias‒, efectos de maquillaje efectivos a pesar del bajo
presupuesto, sanguijuelas gigantes y una explosión al final. Porque no hay nada
que pueda mejorar una película mala tanto como una explosión, ¿cierto?
Lo que sí está bastante chafón es la
criatura con alas en la que termina convirtiéndose Pretorious, a la que
trataron de darle vida a través de la animación Stop-Motion y la impresión
óptica con resultados lamentables. Ni siquiera parece que el puppet de
Stop-Motion y el de las escenas en Live-Action sean la misma cosa.
Y, por supuesto, ¿qué sería de las
películas de serie B de los 80 sin las escenas topless de Barbara Crampton? Ya
en Re-Animator había mostrado sus encantos al público; pero en esta película deja
una impresión indeleble con ese traje de dominatrix que, según Gordon, tuvo que
mandarse a hacer a la medida de la actriz porque después de probarse un par de
centenares en varias sex shops ninguno le ajustaba[3]. Y en palabras de la misma
Crampton, la Dra. McMichaels es su personaje favorito de todos los que ha
interpretado dirigida por Gordon[4].
En conclusión, es una película superior a Re-Animator en muchos sentidos, particularmente
los aspectos técnicos; pero en la que algo extrañamente no termina de cuajar.
Con el cuento de Lovecraft casi sólo comparte el nombre, pero no por eso es
mala. Para bien o para mal, nunca generó una secuela y, por alguna extraña
razón que no puedo comprender, jamás se ha re-editado en formato 3D ¿Se
imaginan las posibilidades que eso tendría?
Finalmente, debo ser muy honesto y admitir
que me costó mucho trabajo escribir este artículo. La cosa es que Del más allá no es una píldora fácil de
tragar. Si te gustó Re-Animator, muy probablemente te guste esta película; pero
también es muy posible que no, porque en el fondo son muy diferentes. Además,
causa un sentimiento extraño que puede irse hacia la fascinación o hacia la
franca repulsión. Se trata de una película que no es para todos y que en
realidad es difícil de describir, hay que verla.
Guión
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1
|
Dirección
|
1
|
Actuación
|
1
|
Fotografía
|
1
|
Música
|
1
|
TOTAL
|
5
|
[1]
JAY, Dave, Empire Entertainment,
publicado en HorrorHound No. 38, Noviembre/Diciembre de 2012.
[2]
Yuzna, Brian, citado en WIATER, Stanley, Dark Visions: Conversations with the
Masters of Horror Film, Avon Books, New York, 1992. P.215. La traducción es
mía.
[3] Gordon,
Stuart, citado en CRAMPTON, Barbara, Stuart
Gordon: Gentleman of Splatter, publicado en Fangoria No. 317, Octubre de
2012. P. 38.
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