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domingo, 17 de noviembre de 2013

CARNOSAURIO. "Si no es Jurassic Park ¡está extinto!"



CARNOSAURIO

Carnosaur


Adam Simon y Darren Moloney, 1993 

El legendario productor de películas de bajo presupuesto Roger Corman ha sabido aprovechar las oportunidades que el mundo del cine le ha brindado. Casi desde los inicios de su carrera cuando una película de horror o ciencia ficción tenía éxito, Corman se colgaba de su fama y producía una versión barata que se tratara más o menos de lo mismo. Así pues, cuando se estrenó La mosca (Neumann, 1958), Corman produjo y dirigió La mujer avispa (Corman y Hill, 1959); cuando Universal Studios estrenó El monstruo de la laguna negra (1954), Corman produjo El pantano diabólico (1959); cuando Tiburón (Spielberg, 1975) se convirtió en un fenómeno de taquilla, Corman produjo Piraña (Dante, 1978) y cuando Alien: el octavo pasajero hizo su aparición, Corman, quien de hecho iba a producirla originalmente, estrenó todauna pléyade de películas que la imitaban, entre las que recuerdo con afecto La galaxia del terror (Clark, 1981) y El mutante (Holzman, 1982).
    De tal suerte, cuando Parque Jurásico (Spielberg, 1993) estremeció los cines de todo el mundo en 1993, el afamado director contraatacó con una película que casi de inmediato se convertiría en un clásico de culto: Carnosaurio.

    Un pequeño pueblo dedicado a la minería y la producción avícola, perdido en el desierto de Nevada, se ve atacado por varios dinosaurios mutantes. Estos dinosaurios fueron creados por la Dra. Jane Tiptree (Diane Ladd) a través de un virus que altera el código genético de los pollos (no, de veras), convirtiendo a sus crías en dinosaurios. Así pues, el virus muta y comienza a infectar a las mujeres del pueblo y el tiranosaurio adulto que estaba encerrado en el laboratorio de la compañía Eunice logra escapar; todo como parte del plan maestro de la Dra. Ladd para devolverle el dominio del planeta a los dinosaurios, y sólo el alcohólico y rebelde “Doc” Smth (Rapahel Sbarge) y la activista Ann “Thrush” (Jennifer Runyon) podrán salvar a la Tierra.
    Antes que nada, sí, esta película sí es tan mala como suena; pero es muy divertida. Todos los elementos característicos de las películas de Corman están presentes en ésta: Monstruos que se ven más falsos que Kim Kardashian, escenas en exceso sangrientas que imitan a escenas de películas de éxito, malas actuaciones y un guión infantiloide... Lo único que faltó, por lo menos a gusto de un servidor, fueron desnudos injustificados.

    Recuerdo que la primera vez que supe de la existencia de esta película fue en un Blockbuster al que solía ir cuando era niño (tengo que escribir sobre eso alguna vez, era genial)… aunque nunca la renté. Sólo había podido ver pedazos de ella a lo largo de casi veinte años hasta que hace unos días, por fin, tuve el “privilegio” de verla completa. Y me encantó.
    Sin duda, ésta es una de esas películas tan malas que son buenas; quiero decir, es mala y tonta, pero no hasta llegar al punto de lo intolerable, sino sólo lo suficiente para sacarle a uno varias buenas carcajadas.
    Sobre todo, y por favor pongan atención a esto, sigo impresionado con los dinosaurios que aparecen en pantalla. Caray, creo que el Monstruo Comegalletas da más miedo que eso. Sin embargo, esta cinta pertenece a esa época más honesta de los efectos especiales en la que las imágenes generadas por computadora aún no habían tomado el control.

    Así pues, los dinosaurios de Carnosaurio son puppets hechos a la antigua: con hulespuma y látex, y que difícilmente pueden mantenerse de pie. El imponente tiranosaurio de tamaño real, asimismo, fue construido a mano con espuma de poliuretano… ¡Y se ve! (¡Trágate eso, Tyrannosaurus Azteca [Trenchard-Smith, 2007]!).
    En muchas escenas se utilizó la técnica de la “perspectiva forzada” (the oldest trick in the book” dirían los gringos) que consiste en colocar un objeto más cercano a la cámara que otro para que parezca de mayor tamaño.
    Precisamente una de mis escenas favoritas de esta película es el enfrentamiento final con este terópodo de goma. ¿Recuerdan la escena climática de Aliens:El regreso (Cameron, 1986) en la que Ripley (Sigourney Weaver) se enfrenta a catorrazos contra el Alien Reina a bordo de un montacargas? Bueno, pues en esta peli hay una escena de batalla entre un tiranosaurio de tamaño real y “Doc” Smith montado en un bulldozer ¡De antología!



    Incluso la historia sobre la génesis de esta película es bastante singular. Según lo relata el propio director Adam Simon en el libro de Emma Westwood[1], todo empezó con la novela publicada por John Brosnan, crítico de cine y experto fobocinéfilo, bajo el pseudónimo de Harry Adam Knight. La novela en sí era terrible, pero Roger Corman, quien sabía que Parque Jurásico estaba en producción pues es un gran amigo de Michael Circhton, compró los derechos para convertirla en película. Corman le dijo a Simon que ni se molestara en leer el libro, que era muy malo, pero que le encantaba el título y quería que su peli, al igual que la de Spielberg de cuya fama pensaba aprovecharse, estuviera basada en una novela. Al final, la película apenas si retoma la idea del libro.
    Pero sin duda, la mejor parte es cuando el virus aviar que convierte a los pollos en dinosaurios muta en una cepa diferente que ataca a los humanos y cuando dicha cepa, a su vez ataca a mujeres embarazadas, reconfigurando su código genético para… Bueno, mejor no cuento lo que sigue. Sólo imaginen qué pasaría si mezclan Parque Jurásico con Alien: el octavo pasajero.
    Por favor, si van a ver esta cinta no esperen nada sobresaliente; es del tipo de películas que uno veía antes en los autobuses, y dentro de su clase es genial. No es buena, ni creo que esté padre; pero su pobre manufactura y aparente ausencia completa de lógica la hacen muy disfrutable… si uno no pretende tomarla en serio, claro está. 

PARA LA TRIVIA: Diane Ladd, la actriz que interpretó a la Dra. Jane Tiptree en Carnosaurio, es en la vida real la mamá de Laura Dern, actriz que interpretó a la Dra. Ellie Sattler en Parque Jurásico.


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[1] WESTWOOD, Emma, The Pocket Essential Monster Movies, EUA, Pocket Essentials, 2008.

lunes, 11 de noviembre de 2013

LA CHICA DEL DRAGÓN TATUADO. "Los hombres que no amaban a las mujeres" llega a América.



LA CHICA DEL DRAGÓN TATUADO

The Girl with the Dragon Tattoo


David Fincher, 2011 

¿Por qué los estadounidenses gastan cantidades obscenas de recursos en rehacer una película extranjera, sólo para filmarla en su locación original, con actores nativos (e incluso a veces con miembros del reparto original)? La respuesta los asombrará, particularmente porque es algo tan cotidiano para nosotros que ya ni siquiera lo notamos. No es por falta de ideas, eso se los aseguro; y, aunque es un factor influyente, tampoco tiene que ver con la desaparición del mercado del video en EE.UU. En general, este tipo de películas, que son fieles calcas de las originales, (como La maldición [Shimizu, 2004] o Cuarentena [Dowdle, 2008]) se producen porque el público estadounidense no está acostumbrado a leer subtítulos y se niega rotundamente a acostumbrarse.
    Algunos casos de remakes estadounidenses de películas extranjeras son lamentables… Bueno, casi todos, como La jaula de los pájaros (Nichols, 1996) o Déjame entrar (Reeves, 2010). Sin embargo, en muy raros casos la versión estadounidense está a la altura de la versión original e incluso, en casos aún más extraordinarios, la supera.
    En el caso específico de esta película, debo decir que me gustó mucho más la versión estadounidense. Esto por muchas razones que expondré a lo largo de este comentario, pero todas ellas podrían resumirse en una: es mejor película, por lo menos en el sentido de que es más eficiente.

    El periodista Mikael Blomkvist (Daniel Craig, quien me convence más como Blomkvist que como James Bond) es contratado por el multimillonario Henrik Vanger (Christopher Plummer) para que investigue la desaparición de su sobrina Harriet (Moa Garpendal) casi cuarenta años atrás. Para ayudarlo en su investigación, Blomkvist contará con la ayuda de la hacker punk Lisbeth Salander (Rooney Mara, protagonista del remake de Pesadilla en lacalle Elm [Bayer, 2010]), una chica llena de recursos y misterios con un pasado tormentoso. Durante su investigación, Blomkvist y Salander no sólo descubrirán un oscuro secreto en la familia Vanger sino toda una red de corrupción en las finanzas suecas.
    Antes de seguir adelante, quiero dejar en claro uno de los principios que rigen mi criterio como Cinéfilo Incurable: La calidad de una película que es adaptación de una obra literaria no depende de la fidelidad de la obra cinematográfica con respecto al texto original… de otro modo, películas como El resplandor (Kubrick, 1980) o Frankenstein (Whale, 1931) tendrían que ser consideradas malas.

    Aclarado lo anterior, prosigo.
    A pesar de que sí se trata de una adaptación bastante fiel a la novela escrita por Stieg Larsson, esta versión americana (que no americanizada pues está ambientada en Suecia y se supone que los personajes de Craig y Mara son suecos) cuenta con un elemento extra que es la clave de su éxito: la dirección de David Fincher.
    El director de películas como Alien 3 (1992) o Seven: Los siete pecados capitales (1995) demuestra su pericia narrativa en una obra que supera a su contraparte sueca en cuanto al uso que hace del lenguaje cinematográfico. Mientras la película europea es más que nada una ilustración del texto original, la versión de Fincher es una película que desde un inicio está pensada como tal y que, por lo tanto, saca mucho mejor partido de los recursos a su disposición. La peli se toma algunas libertades para con el texto, sí (muy pocas en realidad), pero lo hace en aras de contar la historia de una forma más eficiente.
    En cuanto a las actuaciones puedo decir que son bastante buenas, a reservas de que el casting sigue pareciéndome no tan afortunado (ya saben, esa estupidez de: “cuando leí el libro me los imaginaba diferentes”); excepto que, he de decirlo, me gusta más Rooney Mara como la Salander que Noomi Rapace.


     Quizá tenga que ver con el hecho de que físicamente me parece más atractiva; pero sea como fuere, creo que, aunque precisamente por su físico se parece menos a la descripción que del personaje escribió Larsson, se ve más como Lisbeth salander… quizá porque no es tan musculosa como Rapace. También he de decir que esta Lisbeth Salander es un poco más “fresa” que la original, pues decidieron quitarle parte del aspecto violento y salvaje que sí estaba en la versión sueca.
    Otro punto que es muy interesante es que, a diferencia de la versión escandinava original, esta cinta sí incluyó el final original de la novela, que está mucho más enfocado a la relación extraña desarrollada entre Blomkvist y Salander. De hecho, tal cual la versión estadounidense escoge los pasajes de la novela dejados fuera por la original sueca para armar un final mucho más apegado al original.
    En general se trata de una muy buena película, un thriller de calidad de la mano de uno de los maestros del género que, en la opinión de este crítico, supera a su versión original. Sólo hay un detalle, un pequeño detalle que me hizo mucho ruido con esta cinta: el sentimiento de inverosimilitud derivado de que la cinta esté ambientada en el crudelísimo frío de Suecia, todo haga referencia a dicho país, pero los personajes hablen en inglés.

PARA LA TRIVIA: En la escena en la que Blomkvist está tomando un café e intercambia un par de palabras con la mesera, el papel de ella fue interpretado por Ellen Nyqvist, hija del actor Michael Nyqvist, quien diera vida a Mikael Blomkvist en la película original. Aunque parezca increíble, los productores de la cinta encontraron a la chica trabajando como mesera en la cafetería de manera completamente fortuita. Tras enterarse, le escribieron un par de líneas al personaje y le pidieron a Nyqvist que apareciera en la peli.


domingo, 3 de noviembre de 2013

ESPECIAL DE HALLOWEEN. TERCERA PARTE

Y para concluir con la revisión de la saga de Halloween, he aquí las críticas del reboot, su secuela y del remake y su secuela.


H20: HALLOWEEN VEINTE AÑOS DESPUÉS
Halloween H20: Twenty Years Later

Steve Miner, 1998

El director que dio su identidad a la franquicia de Jason Voorhees al dirigir Viernes 13 partes 2 y III (1981 y 1982, respectivamente) se encarga de resucitar la franquicia de Myers (por segunda vez) con esta entrega que marcará el regreso de Jamie Lee Curtis (la Scream Queen original) a la saga. La publicidad, el tráiler e incluso la primera media hora de la película prometen bastante, pero… ¿Cumplen? Porque si yo tuviera que definir esta película en una sola palabra, sin duda que ésa sería “aburrimiento”.
    Veinte años después, cual lo dice el título cortesía de Alexandre Dumas, de la masacre de Haddonfield, Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) vive oculta en el norte de California. Ahí se ha conseguido un empleo como directora de una escuela preparatoria internado, se ha cambiado el nombre y trata de llevar una vida normal… sin conseguirlo, pues vive atormentada por terribles pesadillas, refugiándose en el alcoholismo y tratando desesperadamente de rescatar su pésima relación con su hijo adolescente Will (Adam Arkin). Pero en estos veinte años, Michael Myers no ha estado ocioso (o quizá sí, nunca explican dónde diablos estuvo) y logra irrumpir en los archivos del fallecido Dr. Loomis. Gracias a esto, puede averiguar dónde se oculta Laurie y bajo qué alias, y emprende una sanguinaria búsqueda que lo llevará al colegio Hillcrest el fin de semana de Halloween, cuando la mayoría de los estudiantes se fue de excursión, a terminar lo que iniciara en aquel Halloween de 1978. Así es, esta cinta saca completamente de la cronología a las partes tercera a sexta, y deberá considerársele como continuación directa de Halloween II.
    Siempre me ha sorprendido constatar la enorme influencia que la película mexicana Hasta el viento tiene miedo (Taboada, 1968) en la cinematografía de terror, y lo que llega a sorprenderme más es lo poco reconocida que se encuentra esta influencia; pero en el caso de H20 no sólo digamos que la situación es muy similar, sino que hasta los uniformes son parecidos.
    Y de hecho, ésa es la apuesta de esta película y su principal fallo. H20 trata de manejar más terror y menos horror; trata de provocar un efecto más psicológico y menos visceral. Trata de ser mucho más sutil y contenida, y enfocarse más en el efecto que Myers ha tenido en la vida de estas personas que en los asesinatos del psicópata. Y fracasa miserablemente.
    ¿En qué estaban pensando cuando hicieron esta película? ¿Por qué creyeron que los espectadores, particularmente los asiduos fans de Halloween que aún quedaban, querían ver una hora entera de planteamiento? Lo digo en serio, el ataque de Myers comienza cuando la película ya lleva una hora de un planteamiento soso, una exposición de personajes superficial y pretensiosa, y un ritmo pausado y lento como de película soviética.
    Y suponiendo que uno haya permanecido despierto hasta concluir la primera hora de película, cuando por fin parece que la cosa va a despegar… ¡Se acaba la cinta! Los tiempos están distribuidos así: Exposición y planteamiento: 61 minutos; matanza de algunos pocos estudiantes y anexos: 25 minutos ¡Y ya! ¡Créditos finales! Y uno como espectador no puede evitar sentir que le acaban de tomar el pelo, en especial con esa muerte tan desangelada que le dan al pobre Myers; vamos, el tipo llevaba veinte años medio asustándonos, se merecía algo mejor.
    Además de que lo que debería ser el fuerte de la película, las escenas de asesinatos, son breves y poco impresionantes. Hay muchas, sobre todo las de Myers persiguiendo a Laurie, que llegan a dar risa.
    Concluyo entonces que H20 simplemente mordió más de lo que podía tragar, convirtiéndose en la entrega más pretenciosa y snob de la serie. La parte del “desarrollo” psicológico de los personajes es francamente aburrida, y la de la matanza es en extremo decepcionante; y a final de cuentas ninguna de las dos se desarrolla con suficiente habilidad como para soportar el peso de la peli. Tal parece que los productores se quisieron colgar de la fiebre de las películas Slasher de finales de los 90, y prueba de ello es el homenaje que rinde esta cinta de forma explícita: En una de las escenas se ve claramente en la pantalla de un televisor que están transmitiendo Scream 2: Grita y vuelve a gritar (Craven, 1997). 

PARA LA TRIVIA: En uno de tantos homenajes al cine de terror, el personaje de Norma es interpretado por Janet Leigh, quien interpretara a Marion en Psicosis (Hitchcok, 1960). En la escena en la que Norma se va de la escuela, se detiene frente a su auto, que es uno igual al utilizado en la obra maestra de Hitchcock y, de hecho, se escucha parte del tema musical de Psicosis.



HALLOWEEN: RESURRECCIÓN
Halloween: Resurrection

Rick Rosenthal, 2002 

Tras el tibio recibimiento de la película anterior por parte de la crítica tanto como de los fans, los productores de la serie decidieron lanzar esta película que termina, por fin y de una vez con todas, con la historia de Laurie Strode (Jamie Lee Curtis). Así pues, esta cinta no es sólo una secuela, sino una especie de reboot de la serie, y por lo mismo  se atreve a llevar la historia en una dirección diferente. Quizá el resultado no es del todo afortunado, pero sí se agradece el esfuerzo por tatar de renovar la saga. Irónicamente, esta es la primera película de toda la serie en repetir director.
    Tres años han pasado desde la reaparición de Laurie Strode y la supuesta muerte del asesino psicópata favorito de los EE. UU., Michael Myers, quien no murió al final de H20: Halloween 20 años después “¿Cómo se salvó el de mono azul del final tan aparentemente definitivo de la peli anterior?” se preguntarán ustedes… ¡Bah! No pienso soltar ese spoiler, averígüenlo por ustedes mismos. Es una combinación de malas ideas con un cierto humor negro. Sea como fuere, Michael reaparece y está listo para una de sus afamadas carnicerías. Mientras tanto, los productores de un web reality show (Busta Rhymes y Tyra Banks) deciden transmitir en vivo, justo la noche de Halloween, la investigación realizada por seis jóvenes universitarios ganadores de un concurso en la antigua casa de los Myers, hoy día abandonada… o al menos eso creen ellos. En esta cinta veremos, además, el enfrentamiento final entre Myers y Strode.
    “¡Vamos a tirar por la borda todo lo que hemos hecho hasta ahora!” parece que gritaron los creadores de esta entrega de la saga, y es que esta película no es buena, pero tampoco tan mala. Está atrapada en un limbo de mediocridad en el que se vuelve una peli slasher más del montón con malas actuaciones, un guión apenas creíble y un par de escenas topless como para que no se aburra el público. Muy desigual también en sus momentos de horror, pues algunas muertes están decentemente logradas, mientras que otras están de risa loca.
    ¿Recuerdan que dije que odio cuando los personajes que sobreviven al final de una película mueren al inicio de la siguiente? Bueno, pues justo eso pasa en Halloween: Resurrección. Digo… sólo Hitchcock fue genio suficiente como para cambiar a la protagonista a la mitad de la película y que le funcionara, por favor ya dejen de intentarlo.
    A pesar de lo poco sustancioso de esta peli, parece ser que los realizadores sí trataron de recuperar un poco la intención de la primera peli de Halloween al ponerle una crítica social como subtexto. En este caso, la crítica va contra la falsedad de los llamados “Reality Shows” y la obsesión del pueblo estadounidense con volverse famoso. Por desgracia, la metáfora y la sutileza que hacían gloriosa la crítica social de la primera parte están por completo ausentes en esta entrega.
    A pesar del esfuerzo de los involucrados (porque quiero pensar que alguien se esforzó con este proyecto) en realidad creo que se trata de una de las películas más débiles de toda la serie. Digo, se deja ver, es entretenida; pero nada más, no pasa de peliculita dominguera. El epílogo es bastante simpático, aunque terriblemente predecible.
    Llena de situaciones inverosímiles (que incluyen una pelea de kung fu contra Myers) y clichés, además de algunas escenas completamente pirateadas de El proyecto de la Bruja de Blair (Myrick y Sánchez, 1999), esta película a final de cuentas termina siendo una especie de episodio de Scooby-Doo pero con escenas topless… Mmhh… No sé si me molestaría ver escenas topless de Daphne y Velma… 

PARA LA TRIVIA: Originalmente, Jamie lee Curtis no quería participar en este proyecto; pero a final de cuentas aceptó trabajar en él sólo para asegurarse de que su personaje no volviera a aparecer en ninguna secuela. 



HALLOWEEN: EL INICIO
Halloween

Rob Zombie, 2007

 Cuando uno le ha dado tanto al traste a una línea argumental, muchas veces vale la pena desechar todo lo que se ha hecho y empezar desde cero. Lo primero que les vino a la mente a los productores de la franquicia fue hacer un crossover Halloween vs Hellraiser, pero la idea fue desechada rápidamente (y el mundo es un lugar mejor). Lo siguiente que se les ocurrió para esta cinta fue una precuela cuyo título tentativo sería Halloween: The Missing Years y que contaría la historia de los primeros años de Michael Myers en el hospital psiquiátrico de Smith’s Grove. La idea se fue trabajando hasta que el rockero y cineasta Rob Zombie se incorporó al proyecto, y entonces se decidió que esta cinta se sumaría a la serie de refritos de películas slasher iniciada con La masacre de Texas (Nispel, 2003).
    Michael Myers (Daeg Faerch) es un niño de diez años que ha crecido en un ambiente terriblemente hostil: es acosado por su padrastro alcohólico (William Forsythe) y sus compañeros de escuela, además de ser ninguneado por su hermana adolescente (Hanna Hall) y desatendido por su madre stripper (la otrora pornstar Sheri Moon Zombie... quien hizo mis noches de prepa muy divertidas). Michael explota en una noche de Halloween y asesina a su familia, por lo que es internado en el manicomio de Smith’s Grove, donde es tratado y estudiado por el Dr. Samuel Loomis (¿Quién podría llenar los zapatos del legendario Donald Pleasence sino el legendario Malcolm McDowell?) durante 17 años. Finalmente, Myers (Tyler Mane a quien quizá recuerden como Sabretooth en X-Men [Singer, 2000] o quisieran olvidar como Ajax en Troya [Petersen, 2004]) logra escapar del psiquiátrico y se dirige al pueblo de Haddonfield para buscar a la única sobreviviente de la noche en que masacró a su familia, su hermanita menor, quien ahora vive con una familia adoptiva bajo el nombre de Laurie Strode (Scout Taylor-Compton)... Sobra decir que no se detendrá ante nadie ni nada para encontrarla.
    Es extremadamente raro que suceda, pero sí sucede. Quizá tenga que ver con una alineación extraordinaria de los astros, o simplemente con tener ganas de hacer bien las cosas y reunir al equipo adecuado; el punto es que hay algunos casos en los que el remake de una película es tan bueno como la original, y esta peli es una muestra… Bueno, quizá no sea tan buena, pero sí se acerca bastante a la versión de 1978.
    Aunque a primera vista podría parecer que este remake es una de tantas copias al carbón de de una película original exitosa, la verdad es que las diferencias entre ésta y su predecesora son bastantes. Particularmente, se nota la mano autoral de Zombie, retomando la anécdota plantada por Carpenter casi treinta años atrás, y usándola para insertar un discurso propio y, lo que es aún más satisfactorio para nosotros los fobocinéfilos, una propuesta sobre el cine de horror.
    Y es en este rubro donde me parece que la película tiene su punto más fuerte: en la dirección. Si algo me gusta de las películas de Rob Zombie es que, si uno las ve cronológicamente, puede notar perfectamente cómo ha ido evolucionando su técnica y cómo ha crecido como artista (y si no me creen, hagan el ejercicio opuesto, vean esta película primero y luego La casa de los 1000 cuerpos y notarán el progreso [2003]). Pero sin temor a exagerar, puedo decir que esta película es una clase de dirección, por lo menos en lo que respecta a películas slasher; a pesar de la serie de brutales asesinatos que se muestran en pantalla, en ellos no hay una gota de sangre de más ni una de menos.
    Por otro lado, Zombie quiso explorar mucho más la infancia de Myers, misma que conformaba apenas una pequeña fracción de la cinta de Carpenter. El resultado de dicha exploración es la construcción de Myers como un personaje mucho más rico y complejo que el original; el Michael Myers de Zombie es más feroz, más brutal, más… voraz. Es un personaje más humano y, por lo tanto, más monstruoso.
    Empero, también es cierto que dicha construcción se cae bastante cuando Myers deja de hablar y se pone de nuevo la máscara blanca. Por cierto, en esta peli el mono de mecánico usado por nuestro psicópata vuelve a ser gris.
    Los fans apreciamos además el que esta película marcara el regreso de Danielle Harris, quien pasó de ser una pequeña niña a convertirse en una adulta pequeña y sexy, a la saga que la lanzó al estrellato. También hay apariciones de otras estrellas curtidas en el cine de horror interpretando papeles pequeños, como Brad Dourif, Udo Kier, Danny Trejo, Ken Foree o Sid Haig, el actor fetiche de Zombie; de hecho, se filmó una escena con Adrienne Barbeau, actriz ícono del cine de horror ochentero y exesposa de John Carpenter, pero quedó fuera del montaje final de la peli.
    A pesar de que realmente me gusta esta cinta y de que sin temor a equivocarme puedo decir que es una de las mejores películas de horror de la década pasada, también puedo coincidir con la mayoría de las críticas que señalan que se cae a la mitad. Justo después de que Myers escapa del manicomio la película también pierde mucho de su encanto, pues su fuerte había sido la interesante construcción del personaje de Michael Myers. A partir de su escape, se vuelve mucho más superficial. 

PARA LA TRIVIA: La guapa Emma Stone audicionó para el papel de Laurie Strode, pero los realizadores le negaron el papel por considerar que su rostro era demasiado infantil para el rol.

HALLOWEEN II
Rob Zombie, 2009 

Rob Zombie no quería hacer esta película. Siempre dijo que nunca haría una secuela de Halloween: El inicio; sin embargo, cuando los productores decidieron hacerla de todos modos, Zombie se embarcó en el proyecto para evitar que arruinaran su visión de la saga de Michael Myers.
    Recuerdo que la primera vez que vi esta película no me gustó nada pues me pareció que era mucho ruido y pocas nueces. Después, hablando con un colega fobocinéfilo mucho más avezado que yo, me explicó que en realidad era una película con un tono mucho más elevado que la primera interpretación de la saga dirigida por Zombie; vamos, que se trataba de un terror más “fino” (como quien dice, me llamó pedestre). Ahora, después de varios años, que tuve que volver a ver esta cinta para realizar este artículo me doy cuenta de que sigue sin gustarme, pues me parece que es mucho más forma que fondo.
    Un año ha pasado desde que la familia y amigos de Laurie Strode (repite Scout Taylor-Compton) fueron brutalmente masacrados por el psicópata Michael Myers (repite Tyler Mane) a quien, a pesar de nunca encontrar su cadáver, las autoridades dieron por muerto. Strode vive ahora en casa del sheriff Brackett (repite Brad Dourif) y su amiga de la escuela, Annie (vuelve Danielle Harris, cuyo personaje sorprendentemente no murió en la peli anterior). Mientras tanto, el Dr. Samuel Loomis (regresa el magistral Malcolm McDowell) se encuentra embriagado por la fama y el éxito editorial. Myers regresa de dondequiera que se haya estado escondiendo y, guiado por alucinaciones recurrentes sobre su madre, tratará una vez más de encontrar a su hermana menor, Laurie Strode.
    En general, considero que esta película es bastante inferior a su predecesora. Vamos, hasta la calidad de las estrellas invitadas, como “Weird “ Al Yankovic y Margot Kidder, parece menor (por cierto, no lo había pensado, qué mal gusto de meter a la Kidder en una película sobre trastornos psicológicos). En general, toda la cinta me da la impresión de ser un experimento fallido: Zombie experimentó con su estilo artístico y el resultado no fue tan logrado.
    La principal apuesta de esta película fue el cambio en la narrativa. Quiso probar una narrativa menos tradicional, y se arriesgó por una edición más dura, una iluminación casi monocromática e imágenes casi abstractas que tratan de reflejar la psicología de Michael Myers; todos estos elementos fuertemente influidos por el lenguaje del videoclip musical.
    Sin embargo, la conjunción de estos elementos deriva en cierta torpeza narrativa que termina construyendo a medias una película poco climática y con poca cohesión. Digo, cuando por fin llega el encuentro entre Myers, Strode y Loomis uno esperaría ver más acción, o no sé… Quizá sólo esperaba algo parecido al final de la Halloween II original.
    Lo que sí está padre de esta cinta es que retoma varios elementos de la saga original de Halloween y los incorpora al universo replanteado por Rob Zombie, pero en una versión actualizada. Así, cosas como la masacre en el hospital, el desconocimiento de Laurie sobre su siniestro origen, el cambio de temperamento del Dr. Loomis, la fiesta/concierto de Halloween en el granero y el lazo telepático entre los miembros de la familia Myers son “retooleados”; algunos con mejores resultados que otros, pero si uno ha seguido la saga desde el inicio, puede notar que todos hacen su pequeña contribución a esta secuela.
    Para finalizar, sólo diré (por tercera vez) que a mí particularmente no me gusta esta película; pero realmente he sabido de quienes la consideran la mejor entrega de la serie. Como siempre, queridos fobocinéfilos, ustedes tienen la última palabra.
PARA LA TRIVIA: Como innovaciones en la serie, se puede mencionar el hecho de que ésta es la primera peli de la saga en la que se puede ver a Myers comiendo (en anteriores entregas sólo se infería que se alimentaba de animales muertos) y es también la primera en la que Myers puja o jadea al apuñalar a sus víctimas. Adicionalmente, hubiera sido la primera cinta en la que Myers (siendo adulto) hablara, pues originalmente se filmó una secuencia en la que el asesino se quitaba la máscara al enfrentarse a Loomis y gritaba “¡Muere!”; empero, esta toma quedó fuera del corte final de la peli para más tarde ser reinsertada en la Edición del director.


sábado, 2 de noviembre de 2013

ESPECIAL DE HALLOWEEN. SEGUNDA PARTE


Continuamos revisando la saga de Halloween y en esta ocasión toca el turno a la segunda mitad de la saga original.




HALLOWEEN 4: EL REGRESO DE MICHAEL MYERS
Halloween 4: The Return Of Michael Myers

Dwight H. Little, 1987

El fracaso en taquilla, con la crítica y con los fans de la tercera parte de la saga fue tan estrepitoso que prácticamente terminó con la franquicia, pues durante más de un lustro dejaron de salir las películas de Halloween. Así pues, ya hacia el final de la década los productores de la saga (ya sin John Carpenter) decidieron revivirla con esta entrega que, a gusto de un servidor, es una de las mejores de la saga.
    En el décimo aniversario de la masacre de Michael Myers en Haddonfield, Illinois, un grupo de médicos busca transferir al asesino psicópata (quien sobrevivió al final de Halloween II) de un manicomio local a una prisión federal para criminales dementes. Como cabría esperar, Myers logra escapar y regresa a Haddonfield en busca de su único familiar vivo: Su pequeña sobrina de siete años, Jamie Lloyd (Danielle Harris). Ahora dependerá de Rachael (Ellie Cornell), la hermana adoptiva de Jamie, y del Dr. Sam Loomis (Donald Pleasence en el papel que lo convirtió en leyenda), cuyo rostro quedó desfigurado al final de Hallowen II y cuya sanidad mental pende de un hilo, salvar a la pequeña niña y quizás a todo el pueblo.
    A pesar de que la trama como tal resulta poco original y que comienzan a aparecer elementos sacados de la manga como el personaje de Jamie o el hecho de que tanto Myers como Loomis sólo resultaron ligeramente quemados en la explosión de Halloween II, esta película resulta bastante entretenida.
    Originalmente, John Carpenter había escrito un guión para esta secuela que se basaba más en el terror psicológico. La aproximación del cineasta exploraba la histeria colectiva, la paranoia y en el trauma que había causado en la integridad psíquica de los habitantes de Haddonfield la masacre perpetrada por Myers una década atrás. Sin embargo, los productores decidieron que la idea de Carpenter era poco comercial y desecharon el guión, lo que causó la salida del director de la franquicia.
    Así pues, esta entrega se convierte en una película slasher bastante decente, pero nada más que eso. Es una más del montón.
   Los efectos de maquillaje son bastante malos, particularmente las “quemaduras” en el rostro de Loomis y las manos de Myers… quiero decir, en éstas se ve que el maquillista tomó un delineador blanco y literalmente dibujó las marcas de quemaduras sobre la piel del actor. De hecho, cuando los productores vieron el primer corte de la película les pareció que era demasiado “suave” y decidieron insertar un par de escenas sangrientas que se filmaron posteriormente (que son buenas aunque sí se notan un poco fuera de tono).
    A pesar de sus sendas fallas, la cinta se deja ver y se convierte en un capítulo interesante de la saga. Es agradable tener de regreso a Myers y Loomis; además de la introducción del personaje de Danielle Harris, mismo que se volvería uno de los íconos de la saga.
    Además, esta peli tiene uno de los finales más memorables de toda la serie y un tono un tanto más oscuro que las anteriores.  

PARA LA TRIVIA: En algunas escenas el cabello de la máscara de Myers se ve rubio. Esto es debido a que se trata de la máscara original del capitán Kirk que se utilizó en la primera peli de Halloween; sin embargo, los materiales con los que fue fabricada se habían deteriorado con el paso del tiempo (el cabello se decoloró, la pintura se cuarteó y el látex se volvió quebradizo) así que la producción decidió fabricar una máscara ex profeso para esta película. Muchas de las secuencias de Myers tuvieron que ser filmadas de nuevo para mantener la continuidad de la máscara.


HALLOWEEN 5: LA VENGANZA DE MICHAEL MYERS
Halloween 5: The Revenge Of Michael Myers

Dominique Othenin-Girard, 1989
Aprovechando el segundo aire que trajo a la serie la cuarta parte, esta película comienza justo donde terminó su predecesora y sigue con su línea narrativa. Aunque en general esta cinta me parece técnicamente superior a la cuarta entrega, creo que en cuestión de contenido queda a deber. ¿No es patético cuando los originales le copian a sus propios pastiches (como Los Simpson copiándole chistes a Padre de familia)? Pues bien, esta película, llena de clichés y lugares comunes, termina pareciendo una entrega más de la saga de Viernes 13.
    La quinta entrega de la saga comienza justo donde terminó la cuarta; explicando cómo (y aún sigo sin entender por qué) Michael Myers puede sobrevivir a  seis tiros a quemarropa, una explosión con gas oxígeno, ser atropellado, acribillado a balazos y despeñado en un foso… pero aún tiene que cuidarse de una explosión en una mina. Sea como fuere, Michael no está muerto y regresa a Haddonfield para seguir cazando a su sobrina, Jamie Lloyd (regresa la pequeña Danielle Harris en la que probablemente sea la mejor actuación de su carrera), quien ha sido internada en una clínica psiquiátrica infantil y ha perdido el habla. Mientras tanto, la obsesión del Dr. Sam Loomis (Donald Pleasence, genial como siempre) comienza a rayar en lo insano y, en esta ocasión, utilizará a Jamie como carnada para atraer al asesino.
    Puedo decir sin reparos que esta película es probablemente una de las peores de la saga. Las actuaciones son geniales, particularmente las de los ya mencionados Harris y Pleasence… pero es que el guión es simplemente estúpido. En especial se siente que el argumento fue ideado para prolongar la serie y poder seguir sacando secuelas, prueba de esto son las diferentes pistas que nos anuncian que muy pronto se revelará el verdadero origen de Michael Myers y el final que es completamente un deus ex machina.
    Como ya lo mencioné al inicio, en esta entrega la saga pierde su identidad y copia elementos de las pelis de Viernes 13. Algo que es bastante notorio es la falta de un verdadero motivo para Myers; sí, quiere asesinar a su sobrina (quien además ahora tiene un fuerte lazo telepático con él) pero ¿por qué? Me refiero a que la carnicería del enmascarado carece de objetivo alguno, resultando en que básicamente Myers asesina a cualquiera que tenga la mala fortuna de toparse con él. Los efectos de maquillaje y de asesinatos son muy superiores a los de su predecesora, eso sí.
    Otra cosa que quizá no fue copiada de la saga de Jason Voorhees, pero que igual es recurrente en ella es algo que odio: ¿Por qué los que se salvan en la película anterior tienen que morir casi al principio de ésta? Digo, ya fueron lo suficientemente aptos para sobrevivir una vez como para morir de alguna manera idiota como sucede en pantalla.
    Y lo que en verdad odio más de esta película es un personaje que aparece de repente, completamente sacado de la manga y al que me gusta llamar el Charro Negro. El misterio de quién es y por qué hace lo que hace es revelado en la siguiente película, pero ¿por qué? Nuevamente, porque esta cinta es simplemente una peli superficial hecha con la intención de alargar lo más posible la premisa original (como las pelis de Resident Evil a partir de la 4).
    Entre el montón de fallas de Halloween 5 también cabe mencionar la narrativa atropellada que deriva de una edición bastante torpe ¡Caray! Hay escenas en las que es difícil saber dónde están parados los personajes.
    Pero como creo que ya me quejé suficiente de la pobre Halloween 5: La venganza de Michael Myers terminaré exponiendo el que considero que es el mayor logro de la cinta: La actuación de Donald Pleasence. Es increíble cómo este hombre pudo interpretar al mismo personaje en 5 ocasiones durante casi 20 años y logró hacerlo diferente cada vez. Pleasence se adueñó del personaje y logró crear una evolución completamente creíble para él, que se puede ver perfectamente en pantalla, convirtiéndolo en un ser humano vivo (dentro de los parámetros del melodrama de horror).
    También sería justo mencionar que la fotografía de esta película es excelente, pues logra captar la atmósfera de horror y desesperación que los iluminadores y set dressers crearon en los sets de la cinta.
    Por cierto, en esta película es en la segunda en la que vemos (aunque en esta ocasión sólo muy fugazmente) el rostro de Michael Myers. ¿Pueden creer que el rostro del asesino se muestra por completo en la primera cinta? 

PARA LA TRIVIA: Durante la década de los 90, la joven Danielle Harris se enfrentó a la aterradora situación, tétricamente similar a la de su personaje en la saga de Halloween, de ser acechada por un pseudo-fanático obsesionado con ella. El hombre le escribía cartas amenazándola de muerte y la seguía por lugares públicos. Finalmente, este sujeto fue arrestado cuando irrumpió en la casa de Harris armado con una escopeta.   



HALLOWEEN: LA MALDICIÓN DE MICHAEL MYERS
Halloween: The Curse of Michael Myers

Joe Chapelle, 1995

La última película en la saga canónica de Halloween es también una de las menos logradas. Es increíble cómo una cinta que despega bien puede irse al traste tan fácilmente. Entre los aciertos de su argumento, esta película puede contar el intento de retomar elementos de las primeras películas; sin embargo, también es más que evidente el esfuerzo casi sobrehumano de los escritores por extender una historia que ya no tiene a dónde ir. La solución, finalmente, resulta ser una serie de situaciones inverosímiles que peligrosamente ponen en entredicho la inteligencia del público.
    Seis años han pasado desde que Michael Myers y Jamie Lloyd (en esta ocasión interpretada por J.C. Brandy) desaparecieran de la estación de policía al final de Halloween 5: La venganza de Michael Myers. Según descubrimos, ambos fueron secuestrados por una secta de druidas (sí, en serio) que quieren a Michael para… bueno, la verdad no sé para qué, la película nunca lo explica con claridad. Jamie logra escapar justo después de dar a luz al producto de una violación (según todo lo indica, el bebé es de Michael). Mientras tanto, en Haddonfield, donde las celebraciones de Halloween se han prohibido desde hace seis años, la familia Strode (parientes lejanos de la familia que adoptó a Laurie) se muda a la antigua casa Myers. Kara Strode (Marian Hagan), la hija mayor de la familia disfuncional, tiene problemas con su padre alcohólico y su hijo Danny (Devin Gardner), además de que su vecino Tommy Doyle (Paul Rudd), sobreviviente de la masacre de Halloween de 1978, mantiene su casa bajo una tétrica vigilancia. Por si esto fuera poco, para la que será la primera gran fiesta de Halloween en años, Myers regresa al pueblo a buscar a su hijo/sobrino, y sólo el Dr. Sam Loomis (Donald Pleasence en su última encarnación del personaje) podrá detenerlo… ¿o no?
    Fue esta película el antecedente directo de la fiebre por las cintas slasher que se dio durante la segunda mitad de los 90, preparando el camino para grandes obras como Scream: Grita antes de morir (Craven, 1996) o Sé lo que hicieron el verano pasado (Gillespie, 1997). A pesar de este hecho, la película termina siendo bastante mediocre, aunque, como lo dije arriba, al comienzo no es tan mala.
    De hecho, toda la primera hora se deja ver, pero la última media hora es de verdad espantosa. Ahora bien, los primeros dos actos juegan bastante con elementos psicológicos y escenas verdaderamente aterradoras bellamente fotografiadas. Por cierto que, hasta el momento de ser estrenada, me parece que ésta fue la película más sangrienta de la serie.
    Pero, a partir de la mitad, esta película se va por el caño a una velocidad trepidante. Mucho de esto tiene que ver con las malas decisiones tomadas por el director, Joe Chapelle, quien le hizo más caso a su soberbia que al sentido común y básicamente mandó a volar el guión que había comenzado a filmar. Esto causó el disgusto de prácticamente todo el staff y de gran parte del elenco. Originalmente, la historia se centraba más en la secta (si uno se pone a pensarlo, el elemento de una secta de influencia céltica reintegraría Halloween III: Elimperio de las brujas a la saga canónica), su influencia en la vida cotidiana de Haddonfield y su relación con Michael Myers.
    Finalmente, Chapelle hizo lo que le vino en gana con la película, dejando fuera de la edición final muchas de las escenas del Dr. Loomis porque las consideró “aburridas” y metiendo escenas con calzador. Según se dice, el corte preliminar de esta cina (conocido como el corte del productor) tuvo muy mala respuesta del público en las proyecciones de prueba, así que de última hora se volvieron a filmar escenas y se hizo toda una nueva edición. Sin embargo, esta peli es una especie de creatura de Frankenstein, pues se le notan las costuras y los parches por todos lados. Se llegó incluso al recurso barato de filmar escenas con tomas muy abiertas utilizando dobles con diálogos en off. Sin ánimo de exagerar, algunas escenas de esta peli parecen obra del infame Ed Wood. ¿Recuerdan ese episodio de Los Simpson cuando filman la película del Hombre Radiactivo, Milhouse huye y el editor hace un montaje todo chafón de la peli para terminar la película sin él? Bueno, pues esta cinta se ve justo así.
    El epílogo también fue añadido posteriormente por Chapelle… y es inmundo. No estoy muy seguro de a qué razón obedece dicho epílogo, pues en él se entiende (aunque no se ve en ningún momento) que Myers finalmente mata al Dr. Loomis. Sospecho que la causa de que se añadiera esta escena es algo tan idiota como el fallecimiento de Pleasence al poco tiempo de terminar la filmación.
    Tras el relativo fracaso de la quinta parte, Mosutapha Akkad, el productor de la serie, consultó a John Carpenter para pedirle ideas para mejorar la sexta entrega. Carpenter, un poco en tono de burla, le contestó que ya que habían hecho inmortal a Myers ¿por qué no hacían una película en la que las autoridades lo capturaran y, al no poder destruirlo, lo enviaban al espacio donde causara el terror en una estación espacial?… Lo triste es que esto se convertiría en el argumento de la décima película de la saga de Viernes 13: Jason X (Isaac, 2001).
    De tal suerte, la película que originalmente se llamaría Halloween 6: Michael is Back, luego Halloween 666, para posteriormente convertirse en Halloween 6 y terminar con el título de Halloween: The Curse of Michael Myers tuvo un recibimiento muy pobre en taquilla y se granjeó el desprecio de los fanáticos. Pasó por 4 títulos, 11 borradores de guión y dos ediciones (poco antes de su estreno en cines copias piratas del infame Corte del Productor se filtraron en el mercado negro) y marcó el final de la serie… por un tiempo.
    Esta cinta también “rinde homenaje” a varias otras, iconos del cine de terror, como son La ventana indiscreta (Hitchcock, 1954), El bebé de Rosemary (Polanski, 1968), La masacre de Texas (Hooper, 1973) y Pesadilla en la calle del infierno (Craven, 1984). Algunas de estas escenas están bien logradas, pero otras cruzan la línea entre el respetuoso homenaje y el descarado plagio.
    Por cierto, en esta entrega se revela la identidad del misterioso “Charro Negro”… y es tan decepcionante. ¡Oh! Y como último dato curioso de esta cinta fallida: por alguna razón, en esta entrega el incónico mono de mecánico de color azul de Myers es cambiado por uno gris.
PARA LA TRIVIA: Originalmente se pretendía que Danielle Harris volviera a interpretar a Jamie Lloyd, pero los productores se negaron a pagar los honorarios de USD$5000 que la actriz estaba pidiendo. Asimismo, se quería que Brian Andrews, quien interpretó a Tommy Doyle en la Halloween original de 1979, volviera a interpretar a dicho personaje; por desgracia, en ese momento Andrews no tenía un agente y no pudo participar.