EL CONJURO
The Conjuring
James Wan, 2013
Una de las mentes detrás de
la creación de la saga Saw (2004/2010) se une con los guionistas responsables de
películas como la fallida Prueba de Fe
(2007) y la (bien lograda aunque no le llega ni a los talones a sus dos
versiones [oficiales] predecesoras) última versión de La casa de cera (2005) y nos trae ahora su visión del subgénero de
casas embrujadas. Basada en supuestos hechos reales documentados por los
investigadores de lo paranormal Lorraine Warren (Vera Farmiga en la película) y
Ed Warren (interpretado por Patrick Wilson), esta cinta resulta en un ejercicio
bastante bien logrado que rinde tributo y hace referencias a enorme cantidad de
películas de terror.
La familia Perron se muda a su recién
adquirida casa, una antigua construcción decimonónica bastante dada al traste. Sin
embargo, la deteriorada estructura no es lo más horroroso de la casa, pues en
ella se han albergado espíritus demoniacos que comienzan a depredar a la
familia. Ésta, desesperada, recurre a Lorraine y Ed Warren, un matrimonio de
investigadores de lo paranormal quienes se enfrentarán con el que sin duda será
el caso más peligroso de sus carreras, pues no sólo pondrá a prueba sus
habilidades psíquicas y su fe, sino que pondrá en juego la condenación de sus
almas.
Entre
las virtudes la película podemos contar la dirección de Wan, atinada y precisa
como mecanismo de relojería. El ritmo de la cinta está muy bien logrado y
durante toda la primera mitad es más cercano al terror y al suspenso de El títere (Wan, 2007) que al horror/gore
que Wan había planteado anteriormente en Juego
macabro (2004). Los acontecimientos se toman su tiempo para desarrollarse,
llevando de la mano al espectador por lo que será una montaña rusa de suspenso
y un par de muy buenos sustos (yo, fobocinéfilo curtido, me espanté un par de
veces)... ¡Vamos! Wan tiene la maestría de lograr que el clásico fantasma
envuelto en una sábana blanca vuelva a parecer aterrador.
Las actuaciones son también bastante buenas
y logran su cometido, pues en una película de este género gran parte del terror
proviene de las reacciones de los personajes ante lo que están experimentando. Sobresale
la interpretación de Lili Taylor (tal vez la recuerden por la serie de TV Six Feet Under [2002-2005]) como un ama
de casa común y corriente que descubre con horror que en su casa suceden cosas
que no tienen nada de comunes o de corrientes.
Asimismo, otro de los elementos clave para
la creación del terror es la banda sonora, y en esta película el soundtrack es
bastante bueno. Logra crear atmósfera, tempo y ritmo y ayuda a la narrativa a
ir contando la historia de la mansión maldita e ir desentrañando sus misterios.
A pesar de que me agradó esta peli, debo
reconocer que poniéndole atención uno puede darse cuenta de que la película sí
avanza, pero rengueando y en ocasiones de plano cojea.
Una de las grandes fallas de la cinta es el
guión en sí. La primera de ellas radica en que durante toda la primera mitad de
la película las diferentes subtramas tardan en integrarse de forma
satisfactoria.
La segunda de dichas fallas consiste en que
sí, es agradable ver el montón de tributos y homenajes que Wan quiere mostrar
en la película; pero la verdad es que llega un momento en que éstos saturan la
atención del espectador. Así pues, uno comienza a ver más bien un mash-up que
incluye escenas de El exorcista (Friedkin,
1973), El despertar del Diablo
(Raimi, 1981), Los pájaros (Hitchcock,
1963) o Juegos diabólicos (Hooper, 1982).
Además, toda la primera mitad de la cinta es prácticamente idéntica a El horror de Amityville (Rosenberg, 1979).
Finalmente, al igual que la mayoría de los
guiones de los gemelos Hayes, el de esta cinta tiene más agujeros que un queso
Gruyère. Lo que es peor, muchas líneas argumentales son dejadas de lado, siendo
la más notoria y la que el púbico no perdonó la de la muñeca Anabelle; que si
bien es una clara referencia a la ya mencionada El títere, es presentada primero como un objeto muy importante y al
final su participación resulta bastante anodina(por cierto que la muñeca sí existe y ha sido exhibida al público varias
veces durante las conferencias de los Warren).
Se trata de una película bastante
disfrutable, con algunas escenas verdaderamente terroríficas y algunos efectos
de maquillaje asombrosos. No es ninguna obra maestra, pero sin duda es una
buena película de su género; particularmente si uno no se pone quisquilloso con
el asunto de los homenajes que terminan pareciendo plagio.
Pero si está basada en hechos reales… ¿Para
qué tanta referencia al cine?
PARA
LA TRIVIA: Los esposos Warren fueron renombrados investigadores de
lo paranormal y trabajaron en algunos de los casos más notables de casas
embrujadas en Estados Unidos en las décadas de los 60 y 70, siendo el más
famoso y mejor documentado de ellos el conocido caso de la Mansión de
Amityville (de ahí las similitudes entre ambas cintas, supongo… o los Warren
tenían poca imaginación). El proyecto de esta cinta llevaba casi veinte años en
el tintero y para documentarse, tanto Wan como los Hayes entrevistaron a la
propia Lorraine Warren y a Andrea Perron, quien escribió un libro de tres
partes basado en las anotaciones de su diario (al que se hace alusión en la
cinta). Los eventos que toman sólo unos días en la película se supone que
sucedieron durante un periodo de casi diez años.