Translate

domingo, 29 de septiembre de 2013

EL CONJURO. Peli de terror basada en hechos reales... y en otro montón de pelis de terror.




EL CONJURO

The Conjuring

 
James Wan, 2013

Una de las mentes detrás de la creación de la saga Saw (2004/2010)  se une con los guionistas responsables de películas como la fallida Prueba de Fe (2007) y la (bien lograda aunque no le llega ni a los talones a sus dos versiones [oficiales] predecesoras) última versión de La casa de cera (2005) y nos trae ahora su visión del subgénero de casas embrujadas. Basada en supuestos hechos reales documentados por los investigadores de lo paranormal Lorraine Warren (Vera Farmiga en la película) y Ed Warren (interpretado por Patrick Wilson), esta cinta resulta en un ejercicio bastante bien logrado que rinde tributo y hace referencias a enorme cantidad de películas de terror.
    La familia Perron se muda a su recién adquirida casa, una antigua construcción decimonónica bastante dada al traste. Sin embargo, la deteriorada estructura no es lo más horroroso de la casa, pues en ella se han albergado espíritus demoniacos que comienzan a depredar a la familia. Ésta, desesperada, recurre a Lorraine y Ed Warren, un matrimonio de investigadores de lo paranormal quienes se enfrentarán con el que sin duda será el caso más peligroso de sus carreras, pues no sólo pondrá a prueba sus habilidades psíquicas y su fe, sino que pondrá en juego la condenación de sus almas.

 
    Entre las virtudes la película podemos contar la dirección de Wan, atinada y precisa como mecanismo de relojería. El ritmo de la cinta está muy bien logrado y durante toda la primera mitad es más cercano al terror y al suspenso de El títere (Wan, 2007) que al horror/gore que Wan había planteado anteriormente en Juego macabro (2004). Los acontecimientos se toman su tiempo para desarrollarse, llevando de la mano al espectador por lo que será una montaña rusa de suspenso y un par de muy buenos sustos (yo, fobocinéfilo curtido, me espanté un par de veces)... ¡Vamos! Wan tiene la maestría de lograr que el clásico fantasma envuelto en una sábana blanca vuelva a parecer aterrador.
    Las actuaciones son también bastante buenas y logran su cometido, pues en una película de este género gran parte del terror proviene de las reacciones de los personajes ante lo que están experimentando. Sobresale la interpretación de Lili Taylor (tal vez la recuerden por la serie de TV Six Feet Under [2002-2005]) como un ama de casa común y corriente que descubre con horror que en su casa suceden cosas que no tienen nada de comunes o de corrientes.

 
    Asimismo, otro de los elementos clave para la creación del terror es la banda sonora, y en esta película el soundtrack es bastante bueno. Logra crear atmósfera, tempo y ritmo y ayuda a la narrativa a ir contando la historia de la mansión maldita e ir desentrañando sus misterios.
    A pesar de que me agradó esta peli, debo reconocer que poniéndole atención uno puede darse cuenta de que la película sí avanza, pero rengueando y en ocasiones de plano cojea.
    Una de las grandes fallas de la cinta es el guión en sí. La primera de ellas radica en que durante toda la primera mitad de la película las diferentes subtramas tardan en integrarse de forma satisfactoria.
    La segunda de dichas fallas consiste en que sí, es agradable ver el montón de tributos y homenajes que Wan quiere mostrar en la película; pero la verdad es que llega un momento en que éstos saturan la atención del espectador. Así pues, uno comienza a ver más bien un mash-up que incluye escenas de El exorcista (Friedkin, 1973), El despertar del Diablo (Raimi, 1981), Los pájaros (Hitchcock, 1963) o Juegos diabólicos (Hooper, 1982). Además, toda la primera mitad de la cinta es prácticamente idéntica a El horror de Amityville (Rosenberg, 1979).

    Finalmente, al igual que la mayoría de los guiones de los gemelos Hayes, el de esta cinta tiene más agujeros que un queso Gruyère. Lo que es peor, muchas líneas argumentales son dejadas de lado, siendo la más notoria y la que el púbico no perdonó la de la muñeca Anabelle; que si bien es una clara referencia a la ya mencionada El títere, es presentada primero como un objeto muy importante y al final su participación resulta bastante anodina(por cierto que la muñeca sí existe y ha sido exhibida al público varias veces durante las conferencias de los Warren).
    Se trata de una película bastante disfrutable, con algunas escenas verdaderamente terroríficas y algunos efectos de maquillaje asombrosos. No es ninguna obra maestra, pero sin duda es una buena película de su género; particularmente si uno no se pone quisquilloso con el asunto de los homenajes que terminan pareciendo plagio.

 
    Pero si está basada en hechos reales… ¿Para qué tanta referencia al cine?
 
PARA LA TRIVIA: Los esposos Warren fueron renombrados investigadores de lo paranormal y trabajaron en algunos de los casos más notables de casas embrujadas en Estados Unidos en las décadas de los 60 y 70, siendo el más famoso y mejor documentado de ellos el conocido caso de la Mansión de Amityville (de ahí las similitudes entre ambas cintas, supongo… o los Warren tenían poca imaginación). El proyecto de esta cinta llevaba casi veinte años en el tintero y para documentarse, tanto Wan como los Hayes entrevistaron a la propia Lorraine Warren y a Andrea Perron, quien escribió un libro de tres partes basado en las anotaciones de su diario (al que se hace alusión en la cinta). Los eventos que toman sólo unos días en la película se supone que sucedieron durante un periodo de casi diez años.       

martes, 17 de septiembre de 2013

MILLENIUM 3: LA REINA EN EL PALACIO DE LAS CORRIENTES DE AIRE. La épica conclusión de la saga de Stieg Larsson.



MILLENIUM 3: LA REINA EN EL PALACIO DE LAS CORRIENTES DE AIRE

Luftslottet som sprängdes


Daniel Alfredson, 2009

La épica conclusión de la Trilogía Millennium es un viaje que remueve hasta lo más profundo de la sociedad sueca. No sólo es el descenso al Mäelstrom que supone el pasado de Lisbeth Salander (Noomi Rapace), sino un laberíntico recorrido por una caja de Pandora llena de complots políticos y espionaje internacional. Luego de que el final de La chica que soñaba con un cerillo y un galón de gasolina (Alfredson, 2009) nos dejara en suspenso sobre el incierto futuro de la hacker, y con más preguntas que respuestas sobre su pasado, todos los cabos sueltos se atan en esta cinta que, a diferencia de las anteriores dos, está mucho más equilibrada en cuanto a sus dosis de acción y suspenso.
    Lisbeth Salander se recupera del ataque de Alexander Zalachenko (Georgi Staykov) en un hospital de Estocolmo. Custodiada fuertemente por la policía, pues sigue siendo la principal sospechosa de los asesinatos de Dag Svensson (Hans Christian Tulin) y Mia Bergman (Jennie Silfverhjelm), Salander se encuentra además impedida físicamente para escapar e incomunicada del resto del mundo. En el cuarto de al lado se encuentra en recuperación Zalachenko, quien buscará terminar con Lisbeth de una vez por todas. Ahora más que nunca, la hacker necesitará de los pocos amigos que le quedan para salvar su vida, limpiar su nombre y desenmascarar a los traidores del gobierno sueco.

    Recuerdo que cuando leí esta novela disfruté enormemente cómo Larsson jugaba con la tensión en la primera parte del libro. El suspenso de quién podría caminar primero, Salander o Zalachenko, y qué haría cuando pudiera caminar era simplemente magistral. Por desgracia, dicho suspenso se perdió completamente al adaptar la obra al cine. En realidad creo que toda la primera parte de la peli transcurre demasiado rápido y es por esta razón que el suspenso no se genera como debería.
    De hecho, el ritmo es tan acelerado que la muerte de Zalachenko y el descubrimiento de los conspiradores dentro de las altas esferas del gobierno sueco pasa casi desapercibido. Francamente, el malvado Salla merecía un fin mejor. Básicamente todos los eventos del libro están consignados en la película, pero la mayoría se ven a vuelo de pájaro para economizar tiempo, y algunos como la salida de Erika Berger (Lena Endre) de Millennium y el subsecuente acoso del que se vuelve víctima, son adaptados para no desviar la atención del público.

    Y éste es el principal defecto de la película, creo yo. Adaptar un libro de casi 900 páginas (es el más largo de los tres) a una película de dos horas y media debe ser una tarea colosal. Más cuando hay tantas subtramas, líneas argumentales tangentes, detalles, personajes y tonos diferentes.
    En el caso del tono creo que la cinta tiene su mayor acierto. La primera cinta era casi al cien por ciento una novela detectivesca al más puro estilo de Sherlock Holmes; un thriller hecho y derecho, vamos. La segunda entrega, con la persecución de Salander, la cacería de Ronald Niederman (MIcke Spreitz) y el espionaje a la redacción de Millennium, aunque seguía con el estilo de folletín detectivesco, se enfocaba más hacia la acción. En esta tercera cinta tenemos ambas cosas de forma bastante equilibrada. Así, a pesar de que la trama se vuelve complicada de seguir por momentos, la película atrapa al espectador (ya después se pone uno al corriente) desde el inicio hasta el final.
    Al igual que en las entregas anteriores, las actuaciones están en muy buen nivel, los actores se ven cómodos en sus personajes y la mancuerna Nyqvist-Rapace sigue teniendo una química envidiable; a pesar de que en esta película es en la que pasan menos tiempos juntos en pantalla.

    De hecho, esa es la fortaleza del libro que logró mantenerse en la cinta. Cada uno de las novelas de la trilogía se basa en la exploración de diferentes tipos de relaciones entre los dos personajes centrales. En esta tercera parte, tanto en la novela como su versión fílmica, se explora la dinámica de los personajes cuando se encuentran inminentemente separados.
    Al mismo tiempo, después del impactante final que tuvo Salander en la película anterior, se desarrolla al personaje y se le plantea como un ser humano complejo y frágil. Se derriban las barreras que ella misma había levantado en la primera cinta y se nos permite ver la relación causa-efecto en la creación de la personalidad de Lisbeth salander. Y, mucho más importante para ella misma, descubre que necesita tanto a los demás como los demás necesitan de ella; en especial de Blomkvist (MIkael Nyqvist).

    Así pues, la película sigue manteniendo el estándar de calidad de las dos partes anteriores, pero aquí sí se siente un poco la prisa por terminar. Y en realidad ésa es la púnica queja que tengo al respecto… Bueno, ésa y que los efectos de maquillaje siguen siendo bastante malitos. Al final, con las prisas y el montón de eventos que suceden en la película, el meollo del asunto termina diluyéndose.
    Aunque eso sí debo reconocerlo: Es uno de los mejores finales de trilogía que he visto en cine últimamente. Redondo, conciso y alejado de los trillados clichés del melodrama. De hecho, es tan bueno que es uno de esos finales en los que uno empieza a lamentarse porque no quiere que se acaben…   

PARA LA TRIVIA: Al momento de su muerte, Stieg Larsson dejó inconcluso el manuscrito de un cuarto libro de la serie Millennium. Por desgracia (o por fortuna, según quiera vérsele),los encarnizados pleitos legales que por las regalías de la franquicia Millennium han librado la exesposa de Larsson y su última pareja han impedido que cualquier proyecto por terminar el libro se vea concretado. A la fecha no se ha revelado detalle alguno sobre la trama o los personajes que aparecerían en esta cuarta novela.

jueves, 12 de septiembre de 2013

MILLENNIUM 2: LA CHICA QUE SOÑABA CON UN CERILLO Y UN GALÓN DE GASOLINA. El regreso de Lisbeth Salander.



MILLENNIUM 2: LA CHICA QUE SOÑABA CON UN CERILLO Y UN GALÓN DE GASOLINA

Flickan som lekte med elden


Daniel Alfredson, 2009

Después del éxito avasallador de Los hombres que no amaban a las mujeres (Oplev, 2009), era más que evidente que aparecería una secuela… por el éxito de la primera parte y porque Stieg Larsson escribió las novelas de Millennium como una trilogía desde un principio; de hecho, las tres películas fueron producidas a la par (método instaurado por Peter Jackson con su Señor de los Anillos) aunque fueron dirigidas por diferentes cineastas. Y vamos, todos queríamos saber más de la Salander.
    Después de resolver el misterio detrás de la desaparición de Harriet Vanger (Ewa Fröling), los caminos del exitoso periodista independiente Mikael Blomqvist (Michael Nyqvist) y la hacker antisocial, y ahora multimillonaria tras drenar una fuerte suma de dinero de las cuentas bancarias del empresario Eric Wenneström (Stefan Sauk), Lisbeth Salander (Noomi Rapace) se han separado. Ella acaba de regresar a Suecia después de unas largas vacaciones/desaparición en una paradisiaca isla del Caribe, mientras que él se encuentra en tratos con el joven periodista Dag Svensson (Hans Christian Thulin) para publicar un brutal reportaje sobre la trata de blancas en Suecia, mismo que pondría incómodos a miembros de las altas esferas del gobierno. Pero una noche, alguien irrumpe en el apartamento de Svensson y lo asesina a él y a su esposa a tiros, Blomkvist encuentra los cuerpos y la única pista: un revólver con las huellas digitales de Lisbeth Salander.

    Al igual que su predecesora, esta película es una especie de “resumen escolar” de la novela en la que está basada. De hecho, prácticamente toda la primera cuarta parte del libro, que incluye la idílica vida de Lisbeth Salander en el Caribe, su cirugía de aumento de busto y su “enfrentamiento” con un huracán quedan fuera. Y en general no debería haber problemas con eso, excepto por un pequeño detalle: En esta cinta sí se notan los huecos.
    Si bien la entrega anterior era equivalente casi en todo a su versión literaria, esta película sí queda a deber. Me refiero a que en esta cinta, al igual que en la novela, muchos personajes secundarios cobran importancia. El problema aquí es que estos personajes sí son necesarios para el desarrollo de la trama, pero como en la película anterior no se trazaron, en ésta parece como si aparecieran por generación espontánea; e incluso a veces ni siquiera se toman la delicadeza de decir quiénes son o qué función desempeñan o qué maldita vela tienen en ese entierro.

    Entre los aciertos de la peli podemos encontrar un muy buen ritmo y actuaciones eficientes. Aunque mucho del efecto de la peli viene del texto original de Larsson, la verdad es que en esta ocasión se nota más la adaptación al cine. Alfredson resulta ser un director más oriundo del lenguaje cinematográfico y logra una narración dinámica e interesante de una historia que en su versión impresa se construye casi exclusivamente a partir de flashbacks.
    Y es que en esta cinta la Salander tendrá que enfrentarse con su pasado porque, según descubrimos, se volvió antisocial y paranoica por una muy buena razón. De hecho, esta película está mucho más enfocada en dicho personaje; y precisamente de ahí viene su principal fallo.
    Algo que me encantó de la novela cuando la leí fue el suspenso y la expectativa que Larsson logró plasmar en sus páginas; el misterio, la incertidumbre. Y todo eso parece desaparecer en la película. A pesar de la parte anecdótica de la cinta y de los elementos sorpresivos con que cuenta, uno nunca siente que la hacker se encuentre verdaderamente en peligro. No se siente ese suspenso de la versión impresa gracias al cual a uno le urge terminar el libro para saber qué pasará con ella. Algo sucede en esta peli que uno sabe que todo terminará bien… y eso le da un poco al traste.


    Las actuaciones de todos son bastante competentes aunque, nuevamente, el casting no me acaba de convencer. Y creo que eso son puras manías de un servidor, a excepción de un personaje: Zalachenko (Georgi Staykov). Nunca terminó de convencerme de que él era el maléfico y sádico Salla… ni me convenció tampoco su maquillaje. Vamos, ni se ve que está quemado ni se ve que sea un anciano; se ve que se trata de un actor joven con plastas de látex en la cara.
    Con todo y todo, es una película bastante eficiente, sobre todo para los estándares actuales. Se trata de un buen thriller, aunque sí desmerece un poco en comparación con la cinta anterior y sobre todo en comparación con la novela en la que está basado. Por alguna razón, además, es la más corta de las tres películas.

 

PARA LA TRIVIA: La primera opción para interpretar al personaje del gigantesco matón Ronald Niedermann fue Dolph Lundgren (Ivan Drago en Rocky IV [Stallone, 1985]), He-Man en Los amos del Universo [Goddard, 1987]), pero rechazó el papel. Irónicamente, de haber aceptado, hubiese sido la primera vez que Lundgren actuara en una película producida en Suecia, su país natal.