LOS
HÉROES ANTES DE LOS SUPER HÉROES
Sin temor a
equivocarme, puedo decir que el origen
de muchas de las formas de entretenimiento actuales puede rastrearse
hasta la novela de folletín del siglo XIX. A su vez, las novelas por entregas
evolucionaron hasta convertirse en la llamada Literatura Pulp; y ésta preparó
el terreno para lo que posteriormente se convertiría en los cómics propiamente
dichos, durante la primera década del siglo XX.
Herederos del legado fantástico de autores
como Julio Verne, H.G. Wells y Edgar Rice Burroughs, los cómics fueron
estilizándose y creando un lenguaje cada vez más propio hasta alcanzar su gran
apogeo en los albores de la Segunda Guerra Mundial.
Durante esta etapa es que surgen los (como
a mí me gusta llamarlos) Proto-Superhéroes. No son superhéroes propiamente
dichos pues la mayoría no posee súper poder alguno; sin embargo, sí poseen
habilidades atléticas o intelectuales sobrehumanas o algún poder místico.
Anteriores o contemporáneos al Último Hijo
de Kryptón, estos héroes empero han sufrido una suerte muy diferente a la del
buen Kal-El al ser adaptados al cine. Y es que, aunque las películas de
Superman nunca han sido realmente buenas, por lo menos son más memorables que
cualquiera de las películas basadas en estos Proto-Súper héroes (sí, hasta esa
mierda de Superman IV: En busca de la paz
[Furie, 1987]) que casi invariablemente, dan pena ajena.
Así pues, dedicaré este artículo a hablar
de las poco venturosas adaptaciones al cine basadas en dichos personajes. Cabe
hacer una aclaración, por supuesto: La gran mayoría de los personajes que
enlistaré ya habían aparecido en la pantalla de plata en los famosos “seriales”
(películas cortas que contaban las aventuras de algún héroe de manera
fragmentada, antecesoras directas de las series de televisión, y que se
proyectaban los sábados por la mañana en los cines); pero en esta ocasión sólo
hablaré de los largometrajes recientes (que son los malos).
1.- FLASH GORDON
Hodges, 1980
Ya en alguna ocasión
anterior he hablado sobre esta película; pero aún tengo más qué decir, porque parece
que en esta cinta todo salió mal.
El argumento de la película cuenta la
historia de “Flash” Gordon (interpretado por Sam Jones y conocido en nuestro
país como Roldán el temerario), futbolista estrella, y la reportera Dale Audrin
(Melody Anderson), quienes accidentalmente viajan en compañía del Dr. Hans
Zarkov (Topol) al planeta Mongo a través de un portal interestelar. En Mongo,
Flash liderará una insurrección para derrocar al malvado emperador Ming (Max
Von Sydow).
El legendario productor italiano Dino De
Laurentiis presenta esta película en la que (creo que) quiso rendir un homenaje
al serial de los años 30... O sólo usó eso como pretexto para justificar la
pobre manufactura y los bajos valores de producción que se ven en toda la
película. Al final todo, desde vestuarios hasta sets y, claro, música, termina
teniendo una estética glam llena de brillitos dorados y superficies “diamantinosas”.
Por supuesto, uno de los puntos a rescatar
de esta cinta es la participación del excelente Max Von Sydow… que es un poco
triste ahora que lo pienso: Después de ser el actor fetiche del gran Ingmar
Bergman, terminó trabajando con Dino De Laurentiis en papeles secundarios tras
no conseguir trabajo por su actuación en El
Exorcista (Friedkin, 1973).
¿Y por qué Flash tiene que ser un atleta?
Originalmente se suponía que era un astronauta, mas en esta versión lo
convierten en quarterback de los Jets
de Nueva York… Pero supongo que es mejor que la serie de dibujos animados de
mediados de los 90 titulada Las nuevas
aventuras de Flash Gordon (1996), donde era un prepo patinador; o en su más
reciente encarnación, cortesía del Sci-Fi Channel (ahora conocido como Syfy),
en la que era un corredor.
Sea como fuere, además de la ya mencionada
aparición de Von Sydow, la belleza de Ornella Muti (quien interpreta a la
princesa Aura) y el ya clásico soundtrack compuesto por Queen, pocas cosas se
salvan de esta cinta. Aunque, gustos culposos aparte, es necesario verla para
tener el referente y entender la mitad de los chistes de Ted (McFarlane, 2012).
PARA LA TRIVIA: Originalmente, Kurt Russell audicionó para
interpretar a Flash Gordon. Empero, a pesar de ser la primera opción de De Laurentiis
para el papel, Russell terminó rechazándolo por considerar que le faltaba
personalidad. Ironías aparte, tres años antes Kurt Russell fue rechazado por
George Lucas cuando audicionó para el papel de Han Solo en Star Wars (Lucas, 1977) y quedó como finalista frente a Harrison
Ford.
2.- LA SOMBRA
The Shadow
Russel Mulcahy, 1994
Este héroe nació
directamente en la radio como narrador del programa Detective Story Hour en 1930. Al año siguiente, varios de los
episodios de dicha serie (o radionovela diríamos en México) fueron adaptados
como novelas cortas escritas por Walter Gibson, mago y uno de los escritores
fantasma de Harry Houdini, en una revista pulp. De ahí, el personaje fue
llevado a los cómics, el cine, la televisión y los videojuegos.
Aunque en los diversos medios a los que se
ha adaptado la historia se le han atribuido diferentes orígenes a su
protagonista con el pasar de los años, en general La Sombra es un vigilante
enmascarado y encapotado con poderes psíquicos, cuya identidad secreta es el
multimillonario Lamont Cranston… Sí, así es, este personaje es considerado la
principal influencia de Batman.
En la cinta, Lamont Cranston (Alec Baldwin
en uno de sus peores papeles) es un yuppie (anacronismos aparte) descarriado
que se enrola con la mafia mongola para terminar convirtiéndose en el poderoso
traficante de opio Ying Ko. En ese momento, Cranston es secuestrado por agentes
del tulku (una especie de embajador espiritual del Dalai Lama) quienes lo
reforman y le enseñan a utilizar su poder en beneficio de la sociedad… además
de la habilidad psíquica de volverse invisible ante los ojos de sus enemigos.
Cranston regresa a Nueva York y se convierte en el vigilante conocido como La
Sombra, que lucha contra el crimen para pagar a la sociedad el daño que alguna
vez hizo. Sin embargo, a la ciudad llega también el temible Shiwan Khan (John
Lone, interpretando a uno de los supervillanos mas maricas en la historia del
cine), último descendiente de Genghis Khan y condiscípulo de Cranston, quien
buscará continuar con el legado de sus ancestros al conquistar el mundo. ¿Su
primera jugada maestra? Destruir la Ciudad de Nueva York con la ayuda de una
bomba atómica (es ciencia ficción, pues).
Y sí, al momento de estar escribiendo esto,
Batman inicia (Nolan, 2005) me empezó
a oler a plagio a mí también.
Aunque la propuesta visual de la película
sí resulta atractiva (un Art Decó filmado en la mera mata del Art Decó) sus
pobres valores de producción dan al traste con todo lo demás. A esto habrá que
añadirle las escenas de pelea mal coreografiadas; las situaciones absurdas, que
si bien son el pan nuestro de cada día en el cine de superhéroes, en esta cinta
rayan en lo francamente idiota, y los efectos especiales bastante chafones
(compárense con otras pelis de la época como Parque Jurásico [Spielberg, 1993] o El vengador del futuro (Verhoeven, 1990]). Se salvan, eso sí, los
efectos ópticos logrados con pintura mate.
Sin embargo, lo que siempre me molestó fue
el maquillaje. La película mezcla elementos de las novelas pulp y de los comics
por igual. Así pues, el aspecto visual del héroe fue tomado casi directamente
de las ilustraciones de Vernon Greene para las tiras cómicas basadas en el
personaje que aparecían en los periódicos. Pero como es prácticamente imposible
que un ser humano tenga el perfil característico de Cranston, esto se
“solucionó” aplicando un prostético falsísimo sobre la nariz de Baldwin; así
como cejas postizas cuyo entramado es perfectamente visible en cámara… Además
¿por qué La Sombra sólo tiene nariz rara y cejas espesas cuando está disfrazado?
¿Es un mutante o algo así?
En conclusión, esta película es uno de esos
infortunados casos de una buena idea arruinada por una producción mediocre y ni
la aparición de actores de la talla de Ian McKellen o Tim Curry en papeles
secundarios, ni el extenso plan de mercadotecnia para publicitarla (que incluyó
cómics, figuras de acción y un terrible videojuego para SuperNintendo) pudieron
salvarla. Vamos, la trama es tan buena que Christopher Nolan se la fusiló para
su Batman, pero el resto de la película simplemente no funciona.
La moraleja de esta historia parece ser: Si
quieres hacer una película de éxito, piratéate una película cuya propuesta era
interesante pero que nadie vio (vamos, Hollywood lleva toda la vida
haciéndolo).
PARA LA TRIVIA: Según los registros el pulp enteramente
dedicado a La Sombra fue el más exitoso de
todos los tiempos. En 1937 se estrenó un programa de radio en el que La
Sombra era el protagonista. En esa ocasión, el héroe era interpretado nada más
que por el legendario Orson Welles.
3.- EL FANTASMA
The Phantom
Simon Wincer, 1996
Creo que éste es mi
héroe favorito de esta categoría. Creado como un personaje de tiras cómicas en
1939, El Fantasma no tiene súper poder alguno (aunque en la serie de dibujos
animados Defensores de la Tierra [1986]
podía convocar habilidades de animales de la selva) además de su fuerza,
agilidad, inteligencia y reputación sobrenatural… ¡Ah, sí! Y un par de pistolas
automáticas que maneja con destreza.
Kit Walker es el vigésimo primer fantasma,
ya que el traje y el “título” se han venido heredando de padre a hijo
ininterrumpidamente desde el siglo XVI; de esta forma, cuando los enemigos de
El Fantasma creían haberlo matado, su heredero tomaba su lugar, dando la
impresión de que era inmortal. Las aventuras de este enmascarado suceden tanto
en la Ciudad de Nueva York como en el ficticio país africano de Bengalla.
En la película, Kit Walker (interpretado
por el atractivo aunque poco carismático Billy Zane) se encuentra con el
mercenario que asesinó a su padre y se entera de que éste busca las legendarias
Calaveras de Tuganda, objetos místicos de gran poder. Siguiéndole la pista, El
Fantasma descubre que Quill, el mercenario (James Remar) trabaja para el
excéntrico multimillonario Xander Drax (Treat Williams, reconocido actor de
películas malas) quien desea apoderarse de las Calaveras con propósitos
megalómanos. Así pues, El Fantasma libra una carrera contra Xander por
encontrar las Calaveras; en ella se reunirá con su exnovia, Diana Palmer
(Kristy Swanson, la original Buffy: la cazavampiros) y se enfrentará a enemigos
como la sexy Sala (Catherine Zeta-Jones en su segunda aparición en la pantalla
de plata… y se ve increíble), además de que en el camino descubrirá su propio
origen.
Aunque en el momento de su estreno las
críticas sobre esta cinta fueron encontradas, el tiempo se ha encargado de
darle la razón a aquéllos que la llamaron mala cuando no pésima. Incluso en su
estreno la película fue un increíble fracaso de taquilla (costó 45 millones de
dólares y en taquilla no logró recaudar ni 18) que apenas si pudo recuperar su
presupuesto en el mercado del video.
Efectos especiales malos, un guión
infantiloide, actuaciones tan malas que rayan en la caricatura, y una muy
desafortunada realización de sets y decorados (se ven tan falsos todos) echan
por tierra esta película rápidamente.
Sin embargo, a su favor sí tengo algo que
decir. Además de la ya mencionada aparición de una Zeta-Jones de 27 años, me
quito el sombrero ante los stunts de esta película.
Y es que la mayoría de las escenas de
acción están increíblemente bien realizadas. Mi favorita es aquélla en la que
Walker persigue el hidroavión a bordo del cual se escapan los malosos. El
Fantasma monta (a pelo, por cierto) su caballo, que galopa detrás del avión que
vuela a unos metros del suelo; de pronto, se pone de pie sobre el lomo del
animal galopante y de ahí salta para colgarse de uno de los flotadores del
hidroavión para, acto seguido, izarse sólo con los brazos y abordarlo. La
escena se ve muy real porque… ¡Es real! La complicada acrobacia se realizó en
vivo frente a la cámara, sin efectos especiales, sin trucos de cámara ni cortes
siquiera. Pero es que antes, cuando en una película se necesitaba algo así, uno
no iba con un animador que hiciera toda la magia en una computadora; uno iba
con un stunt que se montaba en un maldito caballo y hacia la condenada
acrobacia.
PARA LA TRIVIA: Al igual que en el caso del luchador mexicano
Santo, el enmascarado de plata; El Fantasma gozó de una gran popularidad en
Turquía, país donde se produjeron (al igual que con nuestro compatriota) varias
películas apócrifas sobre el personaje.
A esta lista añádase
la crítica específica sobre la adaptación cinematográfica de John Carter que
publiqué hace meses.
También debería añadirse la nutrida serie
de películas, aparecidas desde 1929 hasta 1980, que adaptaban las aventuras del
genio criminal del pulp, el Dr. Fu Manchu; mismas que no reseño porque no he
visto ninguna. Asimismo, habrían de sumarse las adaptaciones contemporáneas de
dos héroes aparecidos en los programas de radio, El llanero solitario (Verbinski, 2013) y su bisnieto, El Avispón Verde (Gondry, 2011. Se
supone que éste es descendiente directo de aquél, por eso usa el mismo
antifaz); pero tienen fama de ser tan malas que ni siquiera yo, El Cinéfilo
Incurable, las he visto.
Y ya para cerrar, a modo de oráculo
funesto, desde hace dos años anda a la deriva un proyecto para una nueva
película de Flash Gordon. Del mismo modo, desde la década de los noventa se ha
querido levantar el proyecto para adaptar al cine las aventuras de otro héroe
creado por el dibujante Lee Falk (creador de El Fantasma), Mandrake, el mago;
pero (quizá afortunadamente) hasta ahora sin éxito.