DÍA DE LA INDEPENDENCIA
Independence Day
aunque, para fines de
merchandising, en su época fue muy popular la nomenclatura ID4.
Roland Emmerich, 1996
Existen dos versiones de esta película. La edición
original, que se estrenó en cine y que es la que pasan por televisión, con 145
minutos de duración y la Edición Extendida, que hasta donde sé fue una edición
limitada de la colección Ultimate de Fox para DVD, con 154 minutos. La
diferencia son nueve minutos de escenas reinsertadas en las que se profundiza
en las relaciones entre los personajes y se hace una muy leve crítica a la
política, a la iglesia y a la milicia... que a final de cuentas resultó demasiado
filosa para el tono patriotero y romántico de todo el show.
De entre las
escenas reinsertadas que destacan una en la que un fanático religioso
enloquecido se niega a ser rescatado de las ruinas de Los Ángeles, un par de
escenas que hablan sobre la pérdida de la virginidad, la escena en la que nos
cuentan que Russell Casse no es el padre de Miguel (James Duval) y, quizá mi
favorita, la escena en la que Russell llega al Área 51 pidiendo un médico
porque su hijo Troy (Giuseppe Andrews) está medio muriéndose y nadie lo pela,
todos los médicos están más preocupados porque no se muera el extraterrestre
que lleva Steven Hiller.
Del equipo supernerdo
de realizadores que nos trajera joyas del cine friki como Soldado universal (Emmerich, 1992) y Stargate: La puerta del tiempo (Emmerich, 1994) llega un melodrama
de patriotismo tan cursi que haría sonrojar al Capitán América original. Bajo
el pretexto de una película de acción con elementos de Ciencia Ficción, el
director Roland Emmerich y el productor Dean Devlin entregan un vehículo
propagandístico de 60 millones de dólares ‒no se rían, en aquel entonces era un
presupuesto gigantesco para una película‒ que fue uno de los blockbusters que
arrasaron la taquilla en el verano de 1996.
En la película se narra la historia de una
raza alienígena que llega para invadir la Tierra. Naves colosales e
indestructibles de quince millas de diámetro sitian y sistemáticamente
destruyen las principales ciudades del mundo. La avanzada tecnología de los
invasores los vuelve invencibles y la raza humana parece condenada a la
extinción cuando David Levinson (mi querido Jeff Goldblum en su eterno papel de
nerdo), un supernerd que estudió alguna carrera indeterminada de ciencias en el
MIT y que terminó trabajando para una empresa de TV satelital, descifra el
código utilizado por los extraterrestres para comunicarse. Con la ayuda del
presidente de los EE.UU., Thomas J. Whitmore (Bill Pullman), un expiloto de la
Guerra del Golfo que casi en nada se parece a Bill Clinton, y el capitán Steven
Hiller (Will Smith cuando aún creíamos que era simpático), un carismático
piloto de la Fuerza Aérea, Levinson organizará un contraataque crítico: aquél
que determinará el futuro de nuestra especie.
Recuerdo que cuando salió esta película, que
era yo apenas un escolapio, la fui a ver al cine... porque desde que estoy en
la primaria me paso los veranos metidos en el cine, y me pareció genial. Con el
tiempo ha ido perdiendo el lustre, es cierto, pero no por ello ha dejado de
gustarme. Cada nuevo visionado le encuentro más cosas, ya sean escenas
brillantes, huecos argumentales o referencias nerdas. Sobre todo, disfruté ver
la Edición Extendida, porque le dio una dimensión nueva a una película que
creía conocer bien. Incluso le dio más profundidad a lo que durante mucho
tiempo fue sólo un blockbuster veraniego… digo, no mucha más, pero ya no se ve
tan plana.
Lo que de plano nunca pude hacer fue verla
completa en la TV porque por alguna extraña razón, será por la conversión del
Frame Rate entre ambos formatos, no lo sé, los efectos visuales se ven
especialmente chafas.
Algo que es muy particular de esta cinta es
su tono y su ritmo. No es bien a bien una película de Ciencia Ficción, pero
tampoco es en realidad una de acción. Tiene escenas de acción, cómo no, las
batallas aéreas son particularmente disfrutables; pero no está metida de lleno
en el género. Creo que esta película, por lo menos durante todo el primer acto,
tiene un tono de thriller político. Piénsenlo, se parece más a Cuestión de honor (Reiner, 1992) o El informe Pelícano (Pakula, 1993) que a
Duro de matar (McTiernan, 1988) o Máxima velocidad (de Bont, 1994). Y, por
supuesto, de repente está salpicada de cómicos chascarrillos para aliviar la
tensión.
De hecho, gran parte de la narrativa recae
en el suspenso de quiénes son los invasores y cómo se ven. El primer vistazo
que le damos a uno de los alienígenas ocurre hasta que la película lleva casi
una hora con diez minutos. Y ya lo que se dice los extraterrestres como tales,
“al desnudo”, aparecen casi en la hora y veinte. Por cierto, las criaturas se
ven bastante bien, todas ellas logradas con puppets y efectos físicos... digo,
se ven mucho mejor que la escena en la que Hiller se eyecta de su avión de
combate, cae en paracaídas y a leguas se nota que es un muñeco.
Por cierto, la escena de la autopsia al
extraterrestre es una especie de guiño a la autopsia extraterrestre que
transmitió por TV la cadena FOX y que sirvió como cortina de humo para tapar un
par de grandes metidas de pata del régimen Clinton. Hace algunos años, una compañía
de efectos especiales del Reino Unido reclamó la autoría del video, confirmando
que se trataba de un fraude. ¡Pero la autopsia extraterrestre de Día de la Independencia, y el
subsecuente control mental del Dr. Okun (Brent Spiner, a quien quizá recuerden
mejor como el androide Data en la serie de TV Star Trek: La nueva generación [1987]) son algunas de las mejores
escenas de la película ‒aunque si ponen atención se pueden ver los cables de
los que colgaba el muñeco en la toma en la que le disparan‒ y la parodian en Los Muppets en el espacio (Hill, 1999)
con resultados hilarantes!
Lo
que sí está muy en el mood de las películas de acción son
los personajes. Completamente planos, unidimensionales y actuados de forma
apenas decente... aunque, claro, uno ve esta película para ver cómo vuelan en
pedazos la Casa Blanca y el edificio Empire State en tomas que no pueden ser
descritas más que como majestuosas, no para presenciar un duelo de actuaciones.
Y está bien, la película funciona muy bien con la cara de palo de Pullman, el
eterno Ian Malcolm de Goldblum y el tono chistocito de Smith. Supongo que tiene
que ver con que los personajes principales en realidad están representando a
diferentes clases sociales de EE.UU. por lo que se convierten en una especie de
alegoría. No es sarcasmo, de verdad funciona.
Como también funcionan los clichés del
melodrama de acción que casi son incluidos en la cinta con receta. Choques de
autos, destrucción sin sentido, los dos superhéroes gringos que salvan al mundo
ellos solitos y que, por supuesto, son miembros de minorías étnicas ‒un negro y
un judío… que además es ecologista‒, el que los personajes que se mueren uno ni
los extraña porque finalmente para eso estaban ahí ‒¿quién lloró con la muerte
de la primera dama Marylin Withmore (Mary McDonnell)... yo ni me acordaba que
ahí estaba hasta que se murió, como Selena‒, y el borrachín/idiota del pueblo
que se redime al final ‒en este caso, Russell Casse (Randy Quaid), pero bien
podría haber sido Muff Potter‒, o el beso del reencuentro entre Hiller y su
novia Jasmine (Vivica A. Fox) ‒que ganó el MTV Movie Award a mejor beso en ese
año‒, y mi favorita de todos los tiempos: Miles de millones de personas mueren
calcinadas de manera horrible... ¡pero todo está bien porque el perro se salva!
Algo que también es muy particular de esta
cinta es que está llena de sinsentidos y huecos argumentales como ése. Por
ejemplo, se supone que los extraterrestres no tienen cuerdas vocales, sino que
se comunican mediante telepatía; pero en varias escenas de la película, gritan
¿Cómo es posible? Y si tienen poderes telepáticos, ¿para qué quieren manubrios
y pantallitas touch en las consolas de sus naves? Pero sobre todo... si
Levinson y Hiller destruyeron la nave nodriza que orbitaba la Tierra con un
arma nuclear y los fragmentos de esa nave cayeron a la Tierra, ¿no serían
meteoritos llenos de radiación que causarían tanta o más destrucción que el
mismo ataque alienígena?
Es más que evidente que la principal fuente
de inspiración para esta película es la novela de H.G Wells La guerra de los mundos (1898). En el
texto del polímata británico, los marcianos habían evolucionado al punto de que
ya no necesitaban el habla para comunicarse, sino que lo hacían por medio de la
telepatía. Del mismo modo, los invasores han llegado a un punto de su proceso
evolutivo en el que prácticamente son sólo cerebros y pueden cambiar de cuerpo
a voluntad de acuerdo con sus necesidades. En la cinta, los alienígenas usan
trajes biomecánicos ‒nada que ver con Vsévolod Meyerhold‒ para... pues para...
oigan, sí ¿para qué lo usaban si de todos modos podían respirar en nuestra
atmósfera y no estaba blindado? Como sea, la idea viene desde Wells.
Asimismo, en la novela de Wells SPOILER la humanidad no logra derrotar
a los marcianos; sino que éstos sucumben ante los gérmenes y virus terrestres,
contra los cuales no tenían defensas. En esta versión “actualizada”, Levinson logra
cargar un virus informático diseñado por él en la nave nodriza que... ¿Es neta?
¿De verdad un virus informático terrestre podría infectar una computadora
extraterrestre? ¡Si ni siquiera infectan las Mac ‒en aquel entonces, Apple
MacIntosh‒! TERMINA SPOILER
Y en realidad, ahora que lo pienso, el
asunto de la Ciencia Ficción queda bastante relegado. En realidad, no creo que
haya Ciencia Ficción en esta película... quizá la tecnología extraterrestre. Aunque,
en la película vencen a las naves invasores destruyendo su arma principal, lo
que gatilla una reacción en cadena que destruye la nave, ¿no? ¿O sea que su
reactor o motor principal o lo que sea está conectado al arma principal? ¿Usan
la misma energía para viajar que para atacar? ¿Es decir que, con toda su
evolución y su tecnología son tan estúpidos como nosotros, que fabricamos
automóviles en los que el motor y el aire acondicionado utilizan el mismo
tanque de combustible?
Me gusta ese característico color cian de
la tecnología extraterrestre. Según leí alguna vez en una revista, cuando los
cañones de las naves se rodean de esos puntitos azules es porque están
recogiendo hidrógeno de la atmósfera y convirtiéndolo en deuterio para así
crear un haz de plasma ionizado de alto poder destructivo. Como mis
conocimientos de física nuclear están más o menos al mismo nivel que los de
Homero Simpson, siempre he creído en esta explicación; pero si alguien más enterado
que yo desea corregirme, por favor siéntase en libertad de hacerlo.
Así
pues, aun cuando los efectos han envejecido un tanto, el mensaje de la película
se mantiene intacto. Un mensaje de hermandad y unión entre todas las razas del
mundo ‒en la Edición Extendida hay una toma de pilotos israelíes y palestinos
abordando sus jets de combate casi hombro con hombro‒ bajo el liderazgo del
pueblo estadounidense. Lo dice el presidente Thomas Whitmore ‒por cierto, no es
coincidencia que esta película se estrenara justo a tiempo para la campaña de
reelección de Bill Clinton‒ en su discurso, que es el epítome de lo cursi: “… El
4 de julio ya no será conocido como un día feriado estadounidense, sino como el
día en que el mundo declaró a una sola voz: ¡No nos iremos calladamente en la
noche! ¡No nos desvaneceremos sin pelear! […] ¡Hoy celebramos nuestro Día de la
Independencia!”
Y la verdad, la peli es consciente de esto
y se autoparodia en algunas escenas, como en la que los iraquíes reciben el mensaje
por telégrafo ‒pues es el único medio de comunicación que sobrevivió a la
parodia extraterrestre, y por esa razón siempre me opuse al Apagón Analógico‒ de
que los estadounidenses han descubierto como vencer a las naves invasoras y
O.C. británico farfulla: “¡Vaya, ya era hora!”
Le tengo un cariño especial a esta
película. Me gusta mucho. Pero por eso mismo debo ser el primero en admitir que
no es particularmente buena. Es entretenida y fue un parteaguas en el uso de
efectos digitales, pero es mucho más forma que fondo. Lo que sí es encantador
es el montón de referencias que hace a otras cintas de Ciencia Ficción y
Fantasía, de las cuales recojo mis favoritas en esta lista, porque ya saben que
me encanta hacer listas:
1.-Cuando los
científicos del SETI reciben la transmisión extraterrestre, en el fondo se
escucha la canción It’s the End of the
World (As we Know It) de R.E.M.
2.-En medio del caos
de la oficina en la que trabaja Dave se puede ver a un tipo hablando por
teléfono y diciendo: “Sí, a mí también me gustan los Expedientes X”.
3.-En el remolque de
los Casse se puede ver que están transmitiendo por TV la película El día en que paralizaron la Tierra (Wise,
1951).
4.-Con esta no me
hagan mucho caso, quizá sólo sea mi imaginación, pero ¿notaron que el dueño del
club donde trabaja Jasmine es un tipo con pinta de italiano, bajito, panzón y
con un mostacho que se llama Mario? ¿Podría ser una referencia a Super Mario?
5.-Cuando todos los
intentos del Gobierno por comunicarse con los alienígenas fracasan, se les
ocurre intentar la comunicación a través de luces… como en Encuentros cercanos del tercer tipo (Spielberg, 1977).
6.-El compañero de
trabajo de Dave, Marty (Harvey Fierstein), se encuentra atrapado en el tráfico
tratando de huir de Nueva York. Desde la cabina de su automóvil hace una
llamada telefónica para pedir que lo comuniquen con su psiquiatra, el Dr. Katz.
Dr. Katz: Professional Therapist fue
una serie de dibujos animados para adultos producida por el comediante Jonathan
Katz y el productor Tom Snyder, y que se transmitió por Comedy Central de 1995
a 2002.
7.-Justo antes de que
una nave extraterrestre se posicione sobre la Casa Blanca, hay una toma del
edificio en exactamente el mismo ángulo desde el cual vemos que es destruido en
Los visitantes del espacio (Sears,
1956).
8.-Durante el primer
encuentro de la Fuerza Aérea contra las naves caza alienígenas, un piloto
asiático choca contra una de ellas saliendo proyectado hacia la pantalla, justo
como uno de los pilotos ‒asiático también‒ de las naves A-Wing de El regreso del Jedi (Marquand, 1983).
9.-En la escena en la
que se muestra la devastación causada por el ataque extraterrestre aparece la
Estatua de la Libertad derrumbada como en El planeta de los simios (Schaffner, 1968) o Escape de Nueva York (Carpenter, 1981).
10.-En la escena en
la que Jasmine atiende a la Primera Dama herida, su hijo, Dylan (Ross Bagley),
juega entre los escombros con un muñeco de Mecha King Ghidorah, enemigo
acérrimo de Godzilla.
11.-En la Edición
Extendida, cuando Levinson enciende su laptop a bordo del caza extraterrestre,
ésta lo recibe con una imagen en la pantalla de HAL 9000 y la frase “Good
morning, Dave”, clara referencia a 2001:
Una odisea del espacio (Kubrick, 1968).
12.-En el último
ataque de la Fuerza Aérea a las naves alienígenas uno de los pilotos utiliza la
clave “Eco 9 a Eco7” para comunicarse con la base, que es la misma clave que
utiliza uno de los pilotos de snowspeeders para comunicarse con la Base Eco en El Imperio contraataca (Kershner, 1980).
Guión
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1
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Dirección
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1
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Actuación
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1
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Fotografía
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1
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Música
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1
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TOTAL
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5
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