STAR
WARS EPISODIO I
Que
originalmente se llama Star Wars Episode
I: The Phantom Menace, aunque su infame legado ha quedado grabado en la
memoria de la fanaticada simplemente como Episodio
I.
George Lucas, 1999
Básicamente
sólo hay 3 versiones de esta película y las diferencias entre ellas son
mínimas, por lo que no me preció necesario hacer uno de mis característicos
cuadros comparativos. Las versiones son: el estreno en cine de 1999, la edición
en Blu-Ray de 2011 y la edición en 3D de 2012.
La única diferencia entre las versiones de
1999 y 2011 es la sustitución del Yoda (Frank Oz) puppet por el Yoda digital
para que tuviera más “continuidad” con los Episodios II y III... Por cierto, en
ambos casos, ¿es mi imaginación o Yoda sí se ve más joven que en El
Imperio contraataca (Kershner, 1980)? O
sea, sí es más joven en el Episodio I; pero si Yoda tiene 900 años de edad, ¿de
veras se le notarían 30?
¿Recuerdan los 90? Antes de
que la humanidad fuera esclavizada por los iPhones y otras razas de teléfonos
celulares, cuando Los Simpson eran
graciosos, había sangre en las películas y nadie creía que Leo DiCaprio merecía
un Oscar. Con el lanzamiento de la segunda serie de figuras de acción Star
Wars: The Power of the Force en 1995, George Lucas comenzaba la primera fase
del proyecto para regresar la franquicia a la pantalla grande, etapas
subsecuentes incluyeron la creación de la saga multimedia Sombras del Imperio (1996) y el lanzamiento de la Trilogía de la Guerra de las galaxias
Edición Especial (1997).
Así pues, para la primavera de 1999 las
expectativas creadas por la nueva entrega de la saga eran altísimas. Gente
acampando por semanas frente a las taquillas de los cines, otros tantos
robándose los escasos posters que llegaron a colocarse en los parabuses y
beldades por el estilo, pobres ilusos acaparando las figuras de acción que,
como ahora incluían el infame CommTech Chip, costaban el doble que las de la
colección Power of The Force, y una larga lista de etcéteras que demostraban
que muchas personas querían que la nueva cinta de Star Wars fuera su película
generacional.
El nuevo episodio toma lugar alrededor de
30 años antes de los eventos vistos en La Guerra de las galaxias (Lucas, 1977... y son 32, según mi cuenta). Se narra
cómo la avariciosa Federación de Comercio, manipulada por un Oscuro Señor del
Sith (orden que se creía extinta), bloquea e invade al pacífico planeta Naboo.
Amidala (SPOILER Natalie
Portman/Keira Knightley TERMINA SPOILER),
pide la ayuda del Senado Galáctico, quienes envían a al caballero jedi Qui Gon
Jin (Liam Neeson, interpretando a uno de los personajes más olvidables en la
saga) y su padawan (aprendiz), el joven Obi-Wan Kenobi (Ewan McGregor, en
algunas escenas con cara de infinita güeva) para que sirvan como mediadores
entre Amidala y el virrey de la Federación de Comercio Nute Gunray (Silas
Carson). Sin embargo, en una traicionera artimaña, la Federación de Comercio
intenta asesinar a los jedi y comienza la invasión de Naboo. La Reina se ve
obligada a escapar de su planeta, llevando consigo a los jedis y al gungan Jar
Jar Binks (Ahmed Best haciendo un personaje tan gracioso como pegarse en el
dedo chiquito del pie con la esquina de un mueble), y dirigirse a Coruscant, el
planeta capital de la República; pero con los daños que sufre su nave al
atravesar el bloqueo de la Federación, debe resguardarse en el lejano planeta
Tatooine. ¿Ya se aburrieron? Bueno, pues espérense que apenas va la tercera parte
de la película.
Ya en Tatooine, los jedis encuentran a
Anakin Skywalker (Jake Lloyd), un niño con poderes especiales —por lo menos hace
que actuar mal parezca un súper poder, el infeliz— que podría ser el Elegido
que señala la profecía que traerá el balance a la Fuerza. Qui Gon logra liberar
a Anakin de su vida de esclavo, no sin antes descubrir que están siendo
rastreados por un aprendiz del Sith llamado Darth Maul (Ray Park, a quien quizá
no recuerden como Toad en X-Men [Singer,
2000]) y lo lleva con ellos a Coruscant para que, a pesar de que todo el
Consejo Jedi lo desaprueba, sea entrenado como Jedi.
Una vez en Coruscant el público es sometido
a interminables y soporíferas escenas sobre el debate político en el Senado
Galáctico que finalmente redundan en que el senador Palpatine (Ian McDarmind)
sea nombrado Canciller Supremo —lo cual en realidad es completamente
intrascendente hasta el Episodio III—
y la reina Amidala tenga que regresar a Naboo para detener la invasión por sus
propios medios.
Y… creo que básicamente eso es todo… Digo,
hay dos secuencias muy emocionantes en la película: la carrera de pod racers y
la pelea de lightsabers; pero seamos honestos, a nivel argumental no aportan
absolutamente nada. De hecho, uno puede sin problema alguno verlas por separado
y no pasa nada. Mi hermano y yo desde que vimos esta película en el cine coincidimos
en que se trata de una emocionante pelea de lightsabers que trae pegada una
dizque película aburrídisma de dos horas.
Eso sí, sobre la carrera de pod racers debo
repasar algunos puntos. El primero: Que en general toda la secuencia, ya como
quedo en la película con cerca de cinco minutos menos con respecto al primer
corte, es básicamente un plagio de la carrera de cuadrigas de Ben-Hur (Wyler, 1959). Segundo: que sí
es emocionante y es probablemente la secuencia de carreras/persecución mejor
lograda en toda la saga ¿Recuerdan cuando comenté en mi crítica de La guerra de las galaxias que Lucas
filmaba carreras clandestinas de autos? Bien, pues ésa es la razón de que en
todas las películas de Star Wars haya una secuencia de carreras o persecuciones
en vehículos. Y tercero: Que de hecho la secuencia es tan entretenida que
generó un excelente videojuego por sí sola titulado Star Wars Episode I Racer, que apareciera primero para arcadias y
después fuera adapatado al Nintendo 64.
No sólo Episodio
I decepcionó a la fanaticada, sino que es un desastre cinematográfico aun
cuando no estuviera asociada con la franquicia. La dirección es mala, el guión
es malo, las actuaciones son malas, el argumento es malo... ¡Vaya! Creo que
será mejor que vaya hablando sobre cada uno de estos elementos por separado
para poder prestarles más atención.
La principal diferencia que hay entre esta
cinta y las anteriores es que Lucas regresó a la silla de director después de
más de una década de no dirigir... y la última película que hizo fue la
infumable Howard, el héroe (1986). Y
perdón, pero creo que el talento de Lucas está más en los negocios que en la dirección
de cine.
En segundo lugar, los guiones de las tres
películas anteriores fueron escritos por gente bastante capaz. Los de ésta, no.
En algún afán megalómano, George Lucas decidió escribir el guión para esta
cinta. Y se ve. Por todos lados. La cinta retoma muchos elementos del guión
original de The Star Wars[1],
como la burocracia gubernamental, los jedi peleando con sus lightsabers a cada
momento, la invasión del pequeño e inofensivo planeta gobernado por una
monarquía sabia y justa, etc. Etc.
Por desgracia, el guión es pura basura.
Personajes verborreicos, Jar Jar Binks tratando de ser gracioso cada dos
minutos y fracasando miserablemente, diálogos cursis y acartonados, y...
¿Alguien puede decirme la motivación de alguno de los personajes? De verdad,
los reto. El único personaje que tiene un objetivo de verdad en toda la
película de dos horas y cuarto es Darth Sidious, y su objetivo va a quedar
claro hasta Episodio III. El resto de
los monitos que salen en pantalla simplemente reaccionan ante el montón de
situaciones absurdas que se le presentan... y eso que la innecesaria secuencia
del submarino bongo cayendo por una catarata en Theed, la capital de Naboo, fue
removida del corte final.
Quizá uno de los elementos que más le
pegaron a esta cinta a nivel argumental fue la inclusión de los midiclorianos.
¿Se acuerdan de toda esa explicación que dio Ben Kenobi (Alec Guinness) en la
primera cinta sobre qué era la Fuerza? Bueno, pues al demonio, el viejo chocho
se equivocaba o estaba senil. No se trata de una energía emanada por todos los
seres vivos y que pude dominarse a través de estudio, entrenamiento y
disciplina, no; en realidad es perfectamente medible y depende del número de
midiclorianos contenidos en nuestras células. O sea que se nace con ello, no es
algo que pueda conseguirse a través de un entrenamiento y mucho sacrificio. Así
es. Tres películas y lo que va de ésta tiradas por la borda en una secuencia de
menos de cinco minutos.
Y las actuaciones... El único que parece
estar tomándose en serio todo el desmadrito es Liam Neeson, quien de verdad
hace lo que puede con el espantoso guión de Lucas. Ewan McGregor de repente se
luce, pero en otras escenas se le nota distraído y poco motivado. Con Natalie
Portman, quien de ordinario es una buena actriz, pasa algo harto interesante: SPOILER La reina Amidala (Portman) usa
a su dama de compañía, Sabé (Knightley) como doble para protegerse contra
posibles ataques (como Fidel Castro); sin embargo, el marcado acento británico
de Sabé podría delatarla de inmediato, por lo que Portman se esfuerza en
imitarlo ¡pero aún en las escenas en las que está caracterizada como Padme
conserva su acento falso! TERMINA
SPOLIER
Pero saben que debo hablar de Jake Lloyd...
oh, por Cthulhu, Jake Lloyd. Cada parlamento que sale de su boca se siente como
un puntapié en la punta del coxis. En serio, hagan el intento de escucharlo con
atención en el inglés original y reprirmir las ganas de darle un puñetazo en la
cara.
Creo que gran parte del fallo de esta
película es que nunca pudo definir a su público. Ni es una película
completamente para niños, a pesar de la presencia de Binks —suponiendo que esa
cosa sea apta para niños— y de un infantil Anakin Skywalker, ni es una
evolución lógica de la Trilogía Original. Creo que aquí Lucas falló al tratar
de captar a un público nuevo sin realmente saber cómo en vez de tratar de
crecer con su público original... Digo, las TortugasNinja (la serie de 2004) y los Thundercats
supieron hacerlo ¡Carajo, Toy Story
lo hizo como Dios Padre!
¿Y cuál fue el objetivo de meter con
calzador a R2-D2 (Kenny Baker) y C-3PO (voz de Anthony Daniels)? ¿Por qué
tuvieron que llevárselos entre las patas en este desmadre?
La película tiene buenos efectos especiales,
aunque mucho del CGI ya dio el viejazo... y gacho. Y es curioso, porque
originalmente para crear a Jar Jar Binks se iba a usar una botarga y sólo la
cabeza sería CGI; pero de último momento se decidió que se reemplazaría la
filmación del actor en botarga con el personaje digital porque, de hecho, era
más barato hacerlo así que sólo animar una parte.
Otro gran acierto de la cinta se encuentra
en el rubro del diseño. En general todo se ve muy bien, y el diseño de las
criaturas es interesante y mucho más atrevido que en la trilogía anterior, en
parte debido a la posibilidad de crear personajes enteramente computarizados.
Además, los vestuarios de la reina Amidala
son increíbles. Muchos de ellos son diseños adaptados de los bocetos originales
que se habían hecho para la primera película, allá por 1975, en la que se
planteaba que Obi-Wan Kenobi y la princessa Leia tenían rasgos orientales.
Pero... algo se ve raro en las naves
espaciales que aparecen en la película, ¿no? Es decir… si esto sucedió tres
décadas antes de La guerra de las
galaxias ¿Por qué todo se ve más moderno? Es decir, los cazas de Naboo
tienen un fuselaje liso y bello de brillantes colores, y la Federación de
Comercio ¡ni siquiera tiene naves! Tiene un ejército de droides de batalla casi
autónomos[2] que incluye
droides-caza... ¿Y qué decir de los droides destructores, también conocidos
como droidekas?
Por supuesto, las críticas de los fans no
se hicieron esperar. La respuesta oficial por parte de Luscasfilm para ese
pequeño detalle es:
Los vehículos de La Guerra de las galaxias: Episodio I
pertenecen a un momento muy posterior a esa época en la que las naves
espaciales tanto del Imperio como de la Alianza Rebelde exhibirán las líneas
severas y el aspecto mecánico de las construcciones de fábrica. En esta […] los
artesanos dominan el diseño […]. Las fuerzas del mercado apenas han empezado a
socavar las tradiciones de la artesanía (en muchos de los vehículos del
Episodio I observamos individualidad, curvas elegantes y un sentido artístico)
[…]. De momento la galaxia sigue repleta de naves extraordinarias, testimonio
(…) de la identidad singular de su época.[3]
Bien jugado, Lucasfilm… supongo…
¡Ah,
bueno! La otra cosa genial que tiene esta película es el tema musical Duel of the Fates, nuevamente compuesto
por el Tchaikovsky de nuestro tiempo, John Williams, y que se ha convertido
rápidamente en uno de los temas más populares de Star Wars.
Antes las evidencias, ¿podemos señalar a Episodio I como la peor película de la
saga? Sí. Sí podemos. Aun cuando el resultado final es... soportable, al
terminar la cinta uno se queda con la sensación de que en realidad no pasó nada
y una vez que uno vuelve a ver la saga completa, como lo he hecho yo para
escribir esta serie de artículos, se da cuenta de que en realidad esta película
no aporta nada a la historia. Quiero decir, quizá sea la falta de práctica, el
no tener un objetivo claro además de vender muñequitos; pero Episodio I
ciertamente no fue la película generacional que tanto sus realizadores como los
fans esperaban —me atrevo a ubicar The Matrix
(Hnos. Wachowski, 1999) como película generacional antes que a Episodio I—.
Seguramente la gente de Lucasfilm recobrará
la cordura y se dará cuenta de lo que hizo. Digo, ésta tiene que ser la peor
película de Star Wars, seguramente las siguientes mejorarán, ¿verdad? ¿Verdad?
PARA
LA TRIVIA: Quizá ésta sea la entrega de Star Wars con mayor
cantidad de “easter eggs”. Los realizadores de veras se dieron vuelo metiendo
guiños para los fans en la cinta. Aquí algunos de mis favoritos:
· * El apellido del Virrey de la Federación de
Comercio es Gunray, que si se separa en dos palabras y se invierte dice “ray
gun” (pistola de rayos, en español), el nombre de las armas usadas en el
universo de Flash Gordon.
· * Warwick Davis, el actor que interpretara al
ewok Wicket en El regreso del Jedi,
hace un cameo como uno de los espectadores de la carrera de pod racers.
· * En una secuencia eliminada del corte final de
la cinta, Anakin se agarra a golpes con un joven bravucón rodiano cuyo nombre,
según nos enteramos, es Greedo.
· * En la escena de la votación en el Senado
Galáctico, Lucas rindió un homenaje a su amigo Steven Spielberg, y en una de las
plataformas acomodadas en los muros de la sala puede verse un grupo de
alienígenas de la raza que aparece en la película E.T. El extra-terrestre (Spielberg, 1982).
· * En una de las escenas en las que aparece la
reina Amidala en sus habitaciones de Coruscant, puede verse por la venta detrás
de ella una nave espacial con una silueta muy particular que... ¿es el
Enterprise de Star Trek?
[1] Baso
todas mis referencias y afirmaciones sobre “el guión original” en RINZLER, J.W.
y Mike Mayhew, The Star Wars, Dark
Horse Books, United States, 2014. La adaptación en cómic del primer borrador de
guión escrito por Lucas.
[2]
Siempre creí que la inclusión de los droides de batalla era para no usar
soldados humanos y que los jedi no descuartizaran gente en pantalla, que era la
idea original de Lucas para The Star Wars.
[3]
REYNOLDS, David West et al, Star Wars Episodio I: Impresionantes vistas
transversales, LucasBooks/Planeta, México, 1999.
Recuerdo esta película con un agridulce sabor: La enorme expectativa que generó y la consecuente decepción, las enormes criticas y la gran cantidad de mercadotecnia que la convirtieron en uno de los mayores fracasos hollywodenses desde que existen los blockbusters (tal vez por eso los fans están muuuuy cautelosos con el Episodio VII y no han echado las campanas al vuelo hasta no ver que onda) En sí es una película que aunque no aporta nada a la mitología de la franquicia, si te hace pasar un buen rato viendo los miserables intentos de Lucas por entretener burlándose de la inteligencia de la gente como por ejemplo: Resulta que C3PO fue creado por Darth Vader??????? R2-D2 era un robot al servicio de la reina Amidala???? Los midiclorianos??????? Y ni hablar de la batalla final entre los androides de batalla y los gungans que termina siendo espantosamente ridícula gracias a Jar Jar Binks Y hablando de los androides....hijole....el peor diseño de unos robots de batalla que he visto Parece que están hechos de palillos y es increíble que los que se supone son los robots más temibles y poderosos del universo caigan con uno o dos disparos de rayos lasers y que con esos muñequitos pretendian conquistar la galaxia... Liam Neeson si fue una buena elección de casting, yo creo que más que nada porque si tiene ese aire mistico y misterioso de un caballero Jedi y creo que fue un actor totalmente desperdiciado aquí reducido a un mero acompañante (le sale mucho mejor como entrenador de Batman) Es taaaan mala que si termina siendo un poco entretenida...solo un poco Quizás en actuación lo único rescatable fue natalie Portman que si le echa ganitas En resumen como dices....muy olvidable
ResponderBorrarPues uno puede ver la carrera de pod racers, adelantar la película hasta el duelo de lightsabers y darse por bien servido. Según hemos podido ver, la Portman depende muchísimo de quién la dirija.
Borrar