MORTAL
KOMBAT
Que en
México sí se llamó oficialmente Combate
Mortal, pero a quién le importa.
Paul W.S. Anderson, 1995
Como podrán recordar, al hacer
mi investigación para el artículo de aniversario de Congo (Marshall, 1995) descubrí que 1995 fue un año plagado de
malas películas. Ya hablamos de Congo
y Especies (Donaldson), y ahora
decidí dedicarle unas líneas a Mortal
Kombat.
En favor de esta película debo decir que es
muy difícil analizarla fuera de su contexto. Quiero decir que en aquella época
las películas basadas en videojuegos eran un fenómeno poco frecuente y un
terreno más bien poco explorado. Para ese momento sólo habían salido Super Mario Bros. (Yankel y Morton,
1993), Doble Dragón (Yukich, 1994) Y Street Fighter: La batalla final (de
Souza, 1994)... ¡Y las tres son inmundas! Incluso sospecho que en algunos
países las utilizan para torturar gente. Siendo este el panorama, Mortal Kombat no parecía tan mala en su
momento.
Además, si fue dirigida por el genio que
nos trajo maravillosas adaptaciones cinematográficas como Resident Evil: El huésped maldito (2002) y Alien vs Depredador (2004), ¿qué podría salir mal?
La historia es una adaptación más o menos
libre de la trama del primer videojuego de la serie —como si alguien se fijara
en las tramas de los juegos de pelea—: Los mejores peleadores de la Tierra son
convocados por el malvado hechicero Shang Tsung (Cary-Hiroyuki Tagawa) para
competir en el torneo interdimensional conocido como Mortal Kombat llevado a
cabo en el mundo de Outworld. Si Shang Tsung gana el torneo, conquistará la
Tierra.
La película sigue a tres guerreros: Johnny
Cage (Linden Ashby), un artista marcial y estrella de cine que busca desmentir
los rumores que lo acusan de ser un fraude; Liu Kang (Robin Shou), un exmonje
auto-exiliado que busca vengar la muerte de su hermano menor a manos de Tsung y
Sonya Blade (la bella Bridgette Wilson, a quien quizá recuerden como la hija de
Arnold Schwarzenegger en El último gran
héroe [McTiernan, 1993]), una agente de fuerzas especiales que busca
atrapar al líder criminal Kano (Trevor Goddard). En su aventura, se enfrentarán
a enemigos formidables como el guerrero infernal Scorpion (Chris Casamassa, voz
de Ed Boon, al igual que en el juego), el príncipe shokan Goro y encontrarán
valiosos aliados como el dios del trueno, Rayden (Christopher “Connor MacLeod”
Lambert) o la bella princesa Kitana (la exchica Bond Talisa Soto).
Aunque el argumento es más cercano al primer juego, la película incluye
personajes de Mortal Kombat II, como
Shao Kahn (voz del gran actor de doblaje Frank Welker), Jax (Gregory McKinney),
Shang Tsung joven, la versión animal de Reptile o la misma Kitana. Y me hubiera
gustado ver más personajes de los videojuegos, porque en pantalla pelean varios
que ni al caso. De hecho, en el guión original había una escena en la que
aparecía una estatua de Kung Lao y otra en la que Sonya se enfrentaba a Jade,
sin embargo, ninguna de ellas se filmó.
Mortal
Kombat fue el videojuego que lo cambió todo. Desató toda una polémica por
su elevadísimo grado de violencia... Digo, quizá se habían hecho videojuegos
más violentos antes; pero MK fue uno de los primeros juegos en utilizar
fotogramas digitalizados de actores reales, lo que le daba un nivel de realismo
nunca antes visto —que en esta época resulta hilarante—. De hecho, fue tal el
revuelo que causó este juego, que debido e a él se creó la ESRB (Entertainment
Software Rating Board, por sus siglas en inglés), el organismo autónomo
dedicado a clasificar los videojuegos para diferentes públicos de acuerdo con
su contenido en EE.UU.
Pero ¿estaría la película a la par del
videojuego? Sí y no. En los primeros borradores del guión, la historia estaba
más apegada a la del videojuego, había sangre y se incluían fatalities. Además,
los ninjas al servicio de Shang Tsung serían guerreros tarkatan (la raza de
Baraka). Sin embargo, el presupuesto —o
la falta de él— impidió que los tarkatan llegaran a la pantalla y los
productores quitaron los fatalities del guión pues querían que la película
fuera apta para adolescentes.
Aun así, en pantalla podemos ver los
fatalities —o versiones light de ellos—de Scorpion (François Petit), Shang
Tsung y algo parecido al fatality de Liu Kang —de todos modos, el suyo siempre
fue el más chafón del primer juego—; además del friendship de Johnny Cage y
movimientos especiales de casi todos los personajes ejecutados en coreografías
bastante decentes o por lo menos cumplidoras.
El diseño de producción en general está
bien. Los vestuarios se ven más o menos bien y algunos hasta se parecen a los
que salen en el videojuego —los de los ninjas, el de Kano, el que saca al final
Shang Tsung—. Los sets están padres, además de que ya por la forma como los
iluminan se disimula un poco que están construidos casi en su totalidad con
triplay y espuma de poliuretano.
Ahora bien, en el campo de los efectos
especiales la película sí queda a deber... y con intereses. Los efectos
digitales son espantosos. Todos ellos. Desde el celaje falsísimo en la
pesadilla de Liu Kang con el que abre la película, pasando por las terribles
tomas de paisajes CGI de Outworld hasta llegar a Reptile, que se ve peor que si
lo hubieran hecho de plastilina. Y hablando de eso ¿Por qué Reptile necesita
ser capturado por una estatua para tomar forma humana? ¿Es alguna especie de
alusión a que era un personaje secreto en la primera arcadia?
El que sí me gusta cómo se ve en pantalla
es Goro, creado por los discípulos de Stan Winston, Alec Gillis y Tom Woodruff
Jr., quienes por cierto nunca quisieron revelar cómo lo habían hecho. Mi
hipótesis es que se trataba de un actor en una botarga —muy probablemente el
mismo Woodruff Jr.—, que controlaba el par de brazos inferior y que el segundo
par de brazos y la cabeza eran animatrónicos. Y muy probablemente hicieron una
cabeza animatrónica aparte, con un rango más amplio de expresiones faciales,
para los primeros planos. Por cierto, cuando lo veo, no puedo evitar recordar a
la selenita que busca el amor de Antonio Espino “Clavillazo” en Conquistador de la Luna (González,
1960).
Sin embargo, quizá lo más memorable de la
película sea el soundtrack que incluye temas instrumentales compuestos por
George S. Clinton y pegajosos temas interpretados por artistas como Juno
Reactor, Psykosonik, Gravity Kills, una mezcla del legendario Giorgio Moroder,
el genial tema de Reptile que tan popular se volvió en los raves y, por
supuesto, el inmortal tema de Mortal Kombat en la mezcla de The Immortals. Todo
el conjunto conforma un álbum que, a mi gusto, es uno de los más finos
exponentes de la música Techno.
Y con la emoción con la que platico todo
esto casi estoy olvidando que el guión es increíblemente pobre. Tiene más
huecos que el sofá donde se dormía mi gato y está lleno de diálogos malos, chistes
sin gracia y frases de Rayden que quieren sonar filosóficas y profundas; pero que
cuando uno las escucha con detenimiento se da cuenta de que no tienen ningún
sentido. Pero supongo que no está tan mal... quiero decir, con parlamentos tan
malos, las escenas de pelea lucen más.
Las actuaciones, como cabría esperar en una
película por el estilo, son pésimas. De verdad, sólo vean a Bridgette Wilson
—como si fuera difícil prestarle atención—. Digo, no tengo nada contra las
modelos que fueron Miss Teen USA para después ser actrices de telenovela, luego
de cine y luego estrellas de pop; pero... ¡pero no manches, Wilson, por lo
menos voltea a ver a tus compañeros de escena cuando tengas un diálogo con
ellos! ¿Y qué onda con Christopher Lambert? Digo, nunca se destacó por sus
dotes histriónicas, pero por lo menos uno lo respetaba por ser Highlander y
haber peleado contra Freddy Mercury... Y luego viene en esta película con una
caracterización de pena ajena y un personaje que trata de hacerse el gracioso
cada cinco minutos, fracasando miserablemente en cada intento.
Así pues, en su época, la crítica despedazó
a esta película y no dudó en hacerle varios Fatalities, aunque de todos modos fue un éxito de taquilla inmediato . De hecho, de todos los
actores de la primera parte el único que quiso regresar para la secuela fue
Robin Shou, quizá porque su personaje roba cámara en esta primera cinta, según
yo porque sus coreografías son más lucidas debido a que era uno de los pocos
artistas marciales de verdad que salen en la cinta —bueno, y Petit; pero lo matan a media película—.
Y cuando dije que la cinta sí estaba a la
altura del videojuego, me refería a que éste fue concebido por sus creadores,
John Tobias y Ed Boon, como una parodia de las películas chafonas de kung fu
(particularmente de los 70)... y la adaptación fílmica de Mortal Kombat terminó
siendo una película chafona de kung fu.
Aún
con todo esto y con el hecho de que la cinta ha envejecido bastante mal, sigue
siendo disfrutable y muy entretenida. Y, quizá tristemente, para un servidor
sigue siendo una de las dos mejores películas basadas en videojuegos que se han
hecho hasta la fecha.
PARA
LA TRIVIA: En el juego, el personaje de Johnny Cage es una parodia de
Jean-Claude Van Damme, a quien, de hecho, se le pidió que participara en el
mismo; pero se negó. Para la película, los productores nuevamente solicitaron a
Van Damme; pero el actor belga nuevamente se rehusó y prefirió participar en la
película de Street Fighter. Tanto Tom
Cruise como Johnny Depp fueron considerados para el rol, pero nunca se concretó
nada. Finalmente el papel fue asignado a Brandon Lee, quien murió trágicamente
durante la filmación de El cuervo
(Proyas, 1994), meses antes de iniciar la filmación de Mortal Kombat.
Originalmente, el papel de Rayden fue
ofrecido a Sean Connery, quien lo rechazó… y creo que hizo bien.
PARA
LA TRIVIA GEEK: Steven Spielberg se ha declarado abiertamente
como fanático de los videojuegos de Mortal Kombat y estaba planeado que hiciera
un cameo en la película como el director de la peli de Johhny Cage, sin
embargo, por cuestiones de agenda no pudo estar en la filmación, por lo que fue
sustituido por el actor Sandy Helberg.
Te invito a mirar la de Mortal Kombat The journey begins, en español latino pa' que amarre, esa si la hicieron con nada de ganas, creo que es como una precuela o una introducción a esta misma pelicula que reseñas.
ResponderBorrarEs animada.