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miércoles, 1 de junio de 2016

LA BRUJA. ¡Ay, qué bonito es volar! A las dos de la mañana.


LA BRUJA
The VVtch: A New-England Folk Tale

Robert Eggers, 2016

Siempre que veo que tal o cual película “la prohibieron” o que “no la van a sacar” o que “la van a retirar de las salas”, pienso que se trata de un ardid publicitario... excepto cuando se trata de películas de verdaderamente escaso atractivo comercial como Caníbales (2013) de Eli Roth ‒que a final de cuentas qué bueno que no la trajeron porque es bastante mala‒. Con La bruja, pensé que se trataría de este último caso. Digo, una enorme cantidad de películas de terror que desfilan por la cartelera estadounidense ‒ya no digamos del resto del mundo‒ nunca se estrenan en nuestro país ni en formato casero. Finalmente, resultó más bien ser el primer caso.
    La película narra la historia de una familia de colonos norteamericanos que son exiliados, por alguna razón que nunca nos es revelada, de la plantación en la que viven. La familia se asienta en el linde de un bosque lejano y en su granja comienzan a presentarse sucesos extraños. Uno a uno, los miembros de la familia irán cayendo ante una especie de maldición que parece ser provocada por una bruja que habita la floresta cercana. Las relaciones familiares se vuelven cada vez más tensas y la fe de los miembros de la familia será sometida cada vez a pruebas más duras que los llevarán a encontrarse con fuerzas demoniacas.


    El principal acierto de esta película, creo yo, es la actuación. Está súper bien actuada y casi desde que inicia uno se siente atraído por la interpretación de los personajes y la tensión en sus relaciones. Por el lado negativo, quizá la película se pone demasiado intensa demasiado pronto, por lo que después de la primera mitad se empieza a estancar. Pero me encantó el joven Harvey Scrimshaw como Caleb... al final su pronunciación y elocuencia son tan correctas que resulta volviéndose artificial.
    La fotografía también es muy buena y logra crear una atmósfera de aislamiento y desesperación. También transmite ese concepto del mundo antiguo de temerle a lo agreste, al mundo silvestre, a aquello que no ha sido domado por el hombre. Me gustaron los claroscuros, las texturas y la marcada influencia de las pinturas de Goya en las escenas de la bruja.


    Lo que me parece muy particular de esta cinta, y que creo que se convertirá en el sello que la distinga de tantas otras, es el ritmo. Esta es una película parsimoniosa que se va cocinando a fuego lento y que quizá no es tan predecible como podría parecer o como se espera a veces de las películas del género.
    Por desgracia, y aquí va mi principal crítica hacia la película, quizá se les pasa la mano. Desde que vi el tráiler entendí cuál sería el tono y el ritmo de la cinta, y nadie esperaba corretizas con motosierras o baños de sangre nivel autolavado; pero quizá la primera mitad de la película sea demasiado larga. La verdad es que sí llegó a aburrirme un poco en cierto momento. No demasiado y salí de ese punto rápidamente, pero debo admitir que hubo un punto en el que me pregunté si no sería demasiado densa o demasiado lenta.


    Los primeros dos actos juegan mucho con el suspenso; pero este suspenso no se ve completamente satisfecho. Hay varias cuestiones que se plantean en un principio que finalmente no se resuelven. Por ejemplo, me quedé con el pendiente de qué rayos pasó con los gemelos al final.
    Lo que me encantó fue que quien escribió la película sí se puso a hacer su tarea e investigó el folklor alrededor de las brujas y la vida de los colonos en Nueva Inglaterra. Dos fuentes son muy identificables: La obra teatral Las brujas de Salem y la película Häxan: La brujería a través de los tiempos (Christensen, 1922). Aunque a mí gusto le faltaron gatos, jaja.


    Siempre he creído que las buenas películas de terror funcionan porque son metáforas de otra cosa. La bruja, curiosamente, funciona exactamente por lo opuesto. Deja mucho a la imaginación ‒¡Aplausos! No mostrar a Black Phillip hablando a cuadro es uno de las decisiones más inteligentes que he visto en una película en los últimos años‒, pero es muy específica sobre el tema del que está hablando ‒de otro modo, toda la onda del folklor sería ociosa‒.
    Mucho de la dinámica de la cinta se debe a que en realidad el terror es periférico, es sólo atmósfera. El núcleo de la obra es un drama familiar de época y las terribles consecuencias que la alienación y el aislamiento pueden generar en las personas. Aderezado, por supuesto, con lacónicos elementos de horror bien cuidados. A final de cuentas, me pareció que era como si Antón Chéjov hubiese escrito una película de terror.


    El único rubro que sí me queda a deber completamente es la música. Sí, la partitura es interesante. Sí, funciona muy bien en las secuencias en las que es utilizada. Pero por desgracia es tan parecida a la música utilizada en 2001: Odisea del espacio (Kubrick, 1968) que no pude sino esperar que en medio del bosque apareciera un enorme monolito negro.
    La bruja es una buena película de terror, que se sale bastante del molde al que estamos acostumbrados. Es una propuesta refrescante aun con sus fallas que sí se antoja para un segundo visionado. Me sentí satisfecho de que logra lo que pocas películas de terror logran ‒recuerdo el remake de Despertar del diablo (Aja, 2006)‒: que uno se interese por los personajes, quiera saber más sobre ellos y se preocupe por lo que les pasa. Aquéllos que busquen una cinta que los haga brincar de la butaca o gritar de espanto y después reírse como lelos por ello se sentirán hondamente decepcionados.


    Siempre he tenido un conflicto con las historias de posesiones satánicas: ¿De verdad el Diablo, en toda su magnificencia y omnipotencia, pierde el tiempo con estas frivolidades?   

PARA LA TRIVIA: El Templo Satánico de EE.UU. ha manifestado su completa aprobación y apoyo para la película, e incluso ha albergado proyecciones de la misma.   
   



4 comentarios:

  1. Héctor, me encanta tu blog pero me spoilea muchas cosas. Deberías de poner una calificación grandota antes para ver si la veo o no, y luego leer tu blog.
    Saludos.

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    1. Jaja. Gracias. ¡Changos! De verdad que me esfuerzo por no espoilear las películas (al menosla que están en cartelera, con las viejas no me preocupo tanto). Muchas personas me han pedido que ponga calificaciones; pero nunca me ha encantado la idea. Supongo que debería idear alguna especie de lista de cotejo o algo así. Saludos, gracias por leerme.

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  2. Me sorprende que critiquen a la película por su ritmo lento en el inicio (he leído o escuchado en otras críticas) después de haber tenído que tolerar montones de peliculas found footage con una hora de absolutamente nada al inicio.. que bueno que está evolucionando el género de terror. Por qué sí funciona la película? porque el escritor y director robert eggers es un auténtico fan de brujas de terror.

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    1. Bueno, yo no las toleré, francamente me salté casi todas, jaja. No estoy seguro de que el género evolucione como tal; el sugerir el terror es un recurso bastante usado en películas de los 70 para atrás y no creo que esta cinta se vuelva cánon (no porque no sea buena, sino porque es poco accesible para el mainstream). En ningún momento dije que la película no funcionara, por el contrario. Me parece que su principal virtud son las actuaciones y después, como lo menciono en mi texto, que su creador se haya puesto a hacer la tarea investigando sobre la brujería.

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