X-MEN:
DÍAS DEL FUTURO PASADO
X-Men: Days Of The Future Past
Bryan Singer, 2014
Antes que nada, debo aclarar
que tras la mentada de madre que fue X-Men
Orígenes: Wolverine (Hood, 2009), no había vuelto a ver una película de
estos superhéroes. Según me cuentan por ahí, Días del futuro pasado sigue más o menos la cronología de Primera Generación (Vaughn, 2011)... que
dicen que está decente, pero me la perdí. Sea como fuere, leí los cómics y los
huecos que tengo los lleno con los que recuerdo de la serie de dibujos
animados.
De hecho, si la memoria no me falla, la
serie de dibujos animados empezó a decaer por ahí de la temporada 4 cuando los
X-Men viajaban en el tiempo casi cada fin de semana.
En esta cinta se narra la historia de un
posible futuro en el que los mutantes son cazados hasta la extinción por un
ejército de androides conocidos como Centinelas. Los últimos sobrevivientes
forman un grupo de resistencia que utiliza los poderes de Kitty Pryde “Sprite”
(de nuevo interpretada por Ellen Page) para enviar al mutante Bishop (Omar Sy,
quien francamente luce menos espectacular que el personaje los cómics) a
advertirles del ataque de los Centinelas. Haciendo equipo, el profesor Charles
Xavier (Patrick Stewart en el papel que paga sus rentas) y su antiguo rival
Erik Lehnsherr “Magneto” (vuelve el genial Ian McKellen… aunque en esta ocasión
no actúa mucho...) descubren que la tecnología utilizada para construir a los
Centinelas, misma que les permite contrarrestar los superpoderes de sus
objetivos, fue diseñada a partir de la mutación de Raven Darkholme “Mystique”
(la bella Jennifer Lawrence).
Con esta información, Xavier y Magneto irán
a pedir la ayuda de Sprite para viajar al año 1973, en el que son activados los
primeros prototipos de los Centinelas aprovechando el pánico causado por el
asesinato del científico armamentista, el Dr. Bolivar Trask (Peter Dinklage, de
la serie Game Of Thrones [2011]) a
manos de Myistique. El único mutante capaz de sobrevivir al viaje en el tiempo
es Wolverine (según parece porque si no sale Hugh Jackman nadie ve estas
madres), cuyo mayor reto al retroceder 50 años en el tiempo será lograr que el
joven Xavier (James McAvoy) y el joven Magneto (Michael Fassbender, a quien
recuerdo con admiración por su papel en Prometeo
[Scott, 2012]) logren trabajar juntos para salvar el futuro de mutantes y
humanos.
Lo primero que debo decir sobre esta
película es que, ciertamente, parece que quisieron enfocarla más como una
secuela de Primera Generación y, por
lo tanto, no está tan apegada al cómic en el cual se supone que está basada. En
realidad se concentra mucho más en la relación Xavier/ Magneto... que ha sido
la columna vertebral de esta saga, pues, ahora que lo menciono, las dos pelis
de X-Men que no se han basado en ella han sido un fiasco (las de Wolverine,
pues).
Supongo que está bien que las películas
basadas en algún otro medio no lo sigan de una manera literal, pues se
convertirían simplemente en ilustración del texto original; pero me parece que
algo importante se perdió en este caso: el discurso.
Si algo era muy característico de la saga
de cómics Días del futuro pasado (publicada
en The Uncanny X-Men #141 y #142,
correspondientes a Enero y Febrero de 1981) era su mensaje social. En la
película apenas si se menciona de refilón, pero en los cómics se supone que los
humanos han perseguido a los mutantes hasta el borde de la extinción; pero
además los han encerrado en guetos. Los Centinelas no atacan humanos, mientras
que en la peli se supone que por eso se vuelven una amenaza: comienzan a cazar
también a los humanos miembros de la guerrilla pro-mutante. En los cómics Charles
Xavier está muerto y quien planea el viaje en el tiempo es un viejo y minusválido
Magneto en el año 2013. Se supone que hay 3 clases de ciudadanos: los humanos
normales sin genes mutantes; los humanos anormales, cuyos genes tienen
potencial de mutar y por lo tanto les está prohibido reproducirse, y los
mutantes “puros” digamos, que deben ser
exterminados.
Del mismo modo, no es Wolverine quien
regresa al pasado, sino Sprite… supongo
que el cambio en la película se debió a que le vieron poco atractivo comercial
a Ellen Page en la actualidad; y, de hecho, no es ella quien logra transferir
la mente de una persona su cuerpo pasado, sino una mutante telépata de gran
poder llamada Rachel, quien es la esposa de Franklin Richards (el hijo de Sue y
Reed).
Así las cosas, la película opta por un
enfoque mucho más superficial, centrado en una intriga política bastante
mediana —vamos, que casi ni intriga parece— que está muy por debajo del nivel
de aquélla presentada en las historietas o, incluso, en películas similares
como Capitán América y el Soldado del Invierno (Russo y Russo, 2014).
Además, en el espíritu de presentar
mutantes nuevos en cada entrega de la saga, los realizadores están forzando la
cronología y la cohesión de los argumentos y los personajes hasta llevarlos a
límites peligrosos. Por principio de cuentas, en los cómics (en estos dos
números en particular) no aparece el Dr. Trask, sino el senador Robert Kelly a
quien Mystique intenta asesinar con la ayuda de su Hermandad de Mutantes
Diabólicos... Y si recuerdan ¡ésta es la trama de la primera película de X-Men!
De hecho, la escena en la que Kelly da un discurso en contra de los mutantes en
el Congreso de EE.UU. apareció originalmente en los cómics de Días del futuro pasado.
Y en cuanto a la selección de mutantes...
Hombre, pues los miembros más destacados de la Hermandad de Mutantes Diabólicos
son Mystique (que ya ha salido en 5 películas), Pyro (que apareció en la
trilogía original de X-Men y, por lo tanto, en la cronología de las películas
aún no nacía) y Blob (que ya tuvo sus cinco minutos de fama en X-Men Orígenes: Wolverine).
Eso sí, la aparición del cínico Peter
Maximoff “Quicksilver” (Peter Evans) es bastante refrescante, además de que el
muchacho parece tener más personalidad que todos los demás personajes de la
peli juntos... bueno, excepto Magneto y Xavier. Algo que es curioso es que, en
los cómics, Quicksilver es hijo de Magneto (y hermano de la Bruja Escarlata) y en
la película se hace una referencia bastante velada a este hecho; sin embargo, en
el epílogo de Capitán América y el
Soldado del Invierno aparecen quien después se convertirá en la Bruja
Escarlata y su mencionado hermano, pero no es Quicksilver... ¿Quién será ese
niño entonces?
En el rubro de las actuaciones la película
apenas cumple. Es decir, no propone nada nuevo sobre los personajes que ya
habíamos visto: Hugh Jackman nació para interpretar a Wolverine y no para
cantar, Ian McKellen de repente se ve demasiado cómodo como Magneto y cosas por
el estilo. Los únicos que me parecieron sobresalientes fueron McAvoy como el
joven Xavier y Nicholas Hault como una versión estudiantil del Dr. Hank McCoy
“Beast”.
La que sí queda a deber en algunas escenas
es la Lawrence… aunque bueno, uno no va a ver sus películas para verla actuar.
Pero, por otro lado, si uno recuerda a la hermosa Rebecca Romijn haciendo el
papel de Myistique, la Lawrence también queda a deber. Y por si eso fuera
poco... ¿Es eso un unitardo? ¡No mamen! Sólo maquillaron a Lawrence en los
primeros planos —con maquillaje a base de aceite, en vez del maquillaje a base
de agua que usaban siempre— y para las tomas abiertas usó un unitardo azul con
aplicaciones; mientras que a la Romjin sí la maquillaban completamente
pegándole aplique por aplique. Serán los gajes de grabar en HD.
Mi última queja sobre esta película va en
contra del departamento de diseño de arte. Los vestuarios están bien, sí se ven
como de los setenta. Aparecen algunos aparatos y tecnologías que ni de chiste
estarían disponibles en esa década; pero vamos a concederles eso, finalmente es
una obra de Ciencia Ficción. Empero, el diseño de los Centinelas es horrible.
Apenas si guarda alguna similitud con el diseño clásico de los cómics —que se
adaptó bastante bien a la serie animada, las figuras de acción y hasta los
videojuegos— y, por si esto fuera poco,
tampoco parece nada diseñado en los setenta. Digo, no se trata de que le
pusieran paneles de chapa de madera (en aquella época parecía que todas las
cosas los tenían, hasta los automóviles), pero en realidad parecen una mala
copia del diseño de Iron Man
(Favreau, 2008).
Y en sentido completamente opuesto, pero
igualmente fallido está la base subterránea de los X-Men. ¿Por qué se ve
completamente idéntica a la de la primera peli? ¿En treinta años no hubo
avances tecnológicos? Por lo menos se tomaron la molestia de diseñar un Cerebro
con tecnología analógica; pero el resto de la base se ve como si el tiempo no
pasara por ella ¡Por favor! ¡Hasta la Mansión Playboy ha sido remodelada varias
veces desde los setenta!
Puedo concluir que esta entrega de la saga
de X-Men está en un nivel aceptable. No es la obra maestra que fue X-Men 2 (Singer, 2003); pero tampoco es
la aberración que fue X-Men Orígenes:
Wolverine. Disfrutable, pero quizá demasiado larga para el asunto del que
trata y francamente creo que faltaron más escenas del futuro —una de las
influencias más claras que legó el cómic fue, por supuesto, El exterminador (Cameron, 1984) —. Da gusto que Bryan Singer haya
regresado a dirigir la serie que lo llevó a la fama; pero sí se nota que ésta
se está estancando y comienza a pisar peligrosamente el terreno de la
mediocridad.
PARA
LA TRIVIA: Con la aparición de Anna Paquin, Famke Janssen, James
Mardsen y Kelsey Grammer, ésta es la primera cinta desde el final de la primera
trilogía en reunir de nuevo a todos los actores del elenco original que
pertenecían a los X-Men.
SPOILER:
Como pueden notar de mis críticas anteriores de películas de Marvel, disfruto
de spoilear los epílogos de las mismas. Ese epílogo ya tradicional en las
películas de esta compañía que nos muestra qué es lo que vendrá en futuras
cintas. En el caso de ésta, al final de los créditos se puede ver una escena
ambientada en el antiguo Egipto en la que aparece el villano Apocalipsis
acompañado por sus cuatro jinetes.
El niño que aparece en el epílogo sí es Quicksilver. Por asuntos legales, ya que Avengers y X-men pertenecen a distintos estudios, llegaron a un acuerdo en donde permitieron a la franquicia de X-Men el uso de Quicksilver, pero no podían hacer referencia a que es mutante.
ResponderBorrarPero los dos son de Marvel Studios (o sea Disney)... y no recuerdo a Quicksilver en "Avengers"...
BorrarNo, tienes razón, ya me acordé que Fox las películas de X-Men.
BorrarEn la siguiente de Avengers va a salir Quicksilver :-)
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