DEADPOOL
Tim Miller, 2016
Cuando me enteré de que
iban a sacar una película de Deadpool muchas preguntas me vinieron a la mente.
Digo, no pueden culparme por no tenerle fe a una película que originalmente
sería la secuela de la insufrible X-Men
orígenes: Wolverine (Hood, 2009) y que sería protagonizada por el cuate que
hizo a Linterna Verde (Campbell,
2011) en su oligofrénica adaptación al cine. ¿Será buena? ¿Qué tan apegada
estará a los cómics? ¿Qué no Deadpool ya había salido al final de la inmunda X-Men orígenes: Wolverine? Pero sin duda
la más importante de todas mis preguntas fue: ¿Quién carajos es Deadpool? Bueno,
perdón, no soy mucho de cómics de superhéroes. Ya después de un par de horas
jugando Marvel vs Capcom 3 (Capcom,
2011) y otro par en Wikipedia decidí que me agradaba Deadpool y que quería ver
su película.
Lo que sí debe elogiarse de la cinta es su
campaña publicitaria que resultó muy atractiva y que hizo de ésta la primera
película clasificación R en superar los 120 millones de dólares en taquilla en
su fin de semana de estreno, siendo la película para adultos más taquillera
desde Matrix: Revoluciones (Hnos.
Wachowski, 2003). Por momentos pienso que la campaña fue mejor que la película
en realidad... y la película no me pareció mala.
¿Qué pasaría si El mundo según Wayne (Spheeris, 1992) fuera una película de
superhéroes? Deadpool pasaría. No sé
qué opinen ustedes; pero con el montón de música vieja, el humor irreverente,
la autoconsciencia de la película y el montón de rompimientos de la cuarta
pared esta película me recordó montones a aquélla que lanzara a la fama a Mike
Myers... y que se volvió completamente incomprensible después de 1998.
La película cuenta la historia de Wade Wilson
(Ryan Reynolds), un exmilitar venido a menos que ahora trabaja como matón a
sueldo y que acaba de encontrar el amor con la sexy Vanessa (Morena Baccarin, a
quien seguro recuerdan por su aparición en el remake de la serie V: Invasión extraterrestre [2009-2011]...
jajajaja ¡Claro que no! Nadie la vio, por eso la cancelaron después de la
segunda temporada). Por desgracia, Wade es diagnosticado con cáncer terminal
por lo que acepta la proposición de una misteriosa organización supuestamente
dedicada a fabricar superhéroes que le ofrece una cura. Lo que no le dicen es
que en realidad se dedican a hacer superesclavos y que el proceso implica torturarlos
para despertar sus genes mutantes. Dicho proceso vuelve a Wilson indestructible,
pero también lo deja deforme por lo que, una vez que logra escapar del
laboratorio y dándose cuenta de que no puede regresar al lado de Vanessa, busca
vengarse de Áyax (nombre real Francis, interpretado por Ed Skrein) el hombre
que lo creó.
Esta historia es contada a través de flashbacks, narraciones en off y fastforwards, como para taparle un ojo
al macho y que no se note tanto que en realidad el argumento peca de simple.
Incluso para una cinta del género. Digo... sólo es la historia del origen de
Deadpool y su venganza, y ya. Es como Conan,
el bárbaro (Milius, 1982); pero sin música apoteósica y con casi una hora
menos de duración. Y con actuaciones decentes.
Y claro, al tono de El mundo según Wayne se le suma mucho humor negro, escenas de
sangre y tripas a la RoboCop que
tanto se extrañan, y muchos chistes políticamente incorrectos y francamente
manchados que también se agradecen. ¿O de qué otro modo debí interpretar que
cuando hablan de Al (Leslie Ugams), la anciana negra ciega que es roomie de
Wade, suena una canción de Ray Charles?
Ése es otro buen punto. La película está
plagada de referencias a otras películas y series de televisión y me gusta ver
eso en la pantalla. Desde referencias tan inmediatas como Alien 3 (Fincher, 1992), la famosa línea de RoboCop: El defensor del futuro
(Verhoeven, 1987) “Dead or alive you’re coming with me” o que Wade tenga como
posesión más preciada en el mundo una figura de acción del Deadpool de X-Men orígenes, hasta cosas más
difíciles de rastrear como el chiste que hacen sobre Downton Abbey o sobre Mick Jagger. Me pregunto cómo será ver esta
película doblada al español, porque muchos chistes son juegos de palabras y
albures en inglés...
Francamente no me pareció la octava
maravilla que andan diciendo por ahí; pero sí me gustó bastante. Además, es una
película muy refrescante en un mercado sobresaturado de cintas de superhéroes,
la mayoría de ellas dirigidas al público familiar. Según parece, Fox se dio
cuenta de que su Universo Marvel no puede competir contra el de Disney, por lo
que en vez de dar batalla llevaron sus películas en una dirección completamente
diferente.
Se trata de una cinta muy disfrutable, la
verdad es que yo me la pasé riéndome a carcajadas durante la hora y media que
dura... aunque no creo reírme tanto si la veo una segunda vez. Y aunque me
instalo en mi onda de decir que Deadpool
viene a ser una cruza de El mundo según
Wayne con Spawn (Dippé, 1997), creo
que la mejor definición y/o recomendación que puedo dar de esta película sería
la que me dio mi hermano: “así como la platicas suena como Ted (McFarlane, 2013) pero con superhéroes”. Así es. La primera película mainstream de superhéroes para adultos
es una que parece que la escribió un niño de secundaria. Y eso es su principal
atractivo al mismo tiempo que su gran desventaja, sólo puedo decir que me
gustó.
PARA LA TRIVIA: Desde el año 2000 Artisan Entertainment estuvo
en tratos con Marvel para hacer una película basada en Deadpool; pero en 2004
el proyecto pasó a manos de New Line Cinema quienes lo sacaron a subasta en
2005. En 2009 Twentieth Century Fox atrajo el proyecto y, después de muchas
pruebas y de darle vueltas al asunto, se dio cuenta de que la película sólo
funcionaría dándole libertad casi absoluta a los escritores.
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