ESPECIAL DE DÍA DE REYES. Primera Parte.
Aunque desde principios del siglo
XX hubo juguetes basados en licencias de películas y tiras cómicas, como los
producidos por la legendaria Louis Marx Toy Company inspirados en Tarzán (Edgar
Rice Burroughs fue la primera persona en enriquecerse vendiendo licencias de
merchandisng), Buck Rogers, Flash Gordon y otros, es un hecho que eran los
menos en comparación con otros juguetes.
Hacia la década de los 60, esta misma
compaña produjo figuras estáticas de cinco pulgadas, en un solo color, basadas en
súper héroes de Marvel comics, los monstruos de Universal Pictures (¿Quién no
tuvo uno de éstos y lo pintó de colores?) y las películas de James Bond.
Sin embargo, la que considero que fue la
primera verdadera línea de figuras de acción basadas en una película fue la de El planeta de los simios, producida
hacia mediados de la década de los
setenta por la extinta compañía Mezgo, y que combinaba personajes de las
películas con personajes de la serie de TV con vehículos y accesorios inventados
para vender más.
La estrategia de Mezgo era brillante: Todas
las figuras tenían el mismo cuerpo (bueno, había cuerpos masculinos y
femeninos) muy bien articulado pero sin detalle alguno. Las únicas piezas que
cambiaban eran las cabezas, en algunas ocasiones las manos y, lo que le dio a
esta colección su identidad: La ropa, fabricada en tela de verdad.
Ahora bien, quien realmente convirtió la
industria de las figuras de acción licenciadas en lo que conocemos actualmente
fue George Lucas. El director californiano, con tal de conseguir fondos para
producir su Guerra de las galaxias
(1977), llegó a un acuerdo con la Twentieth Century Fox en el que él no
cobraría un centavo por escribir, dirigir y producir la cinta, a cambio de que
le permitieran cobrar las regalías de los juguetes basados en la película.
En aquel entonces, cuando el merchandising
no era un negocio, los ejecutivos de Fox se carcajearon de Lucas en su propia
cara y accedieron a su propuesta.
La Navidad de 1977 llegó y las figuras de
acción de Star wars, pedidas por
prácticamente todos los niños, no habían aparecido en los estantes de las
tiendas. Lucas no tenía dinero aún para producirlas, así que, en una estrategia
de mercadotecnia única en la historia, el director se alió con la empresa
juguetera Kenner (en ese entonces parte de Tonka Corporation, absorbida por
Hasbro Toy Group a finales de los 90) para vender cupones en las jugueterías,
mismos que serían canjeados en cuanto las figuras fueran producidas… ¡Y
funcionó!
El
resto, como dicen, es historia.
Desde entonces, es prácticamente imposible
que una película de alto presupuesto sea estrenada sin el acompañamiento de
montones de merchandising y, en la mayoría de los casos, una línea de figuras
de acción, muchas veces pensadas para los niños, pero que acaban siendo
compradas por los coleccionistas.
Siendo coleccionista de figuras de acción y
cinéfilo desde que tengo uso de razón, me di a la tarea de escribir este
artículo en el cual hice una lista de las cinco mejores líneas de figuras de
acción basadas en películas y otra de las cinco peores.
Para elaborar ambas listas seguí los
siguientes parámetros: (1) Dejé fuera “La única colección tan grande como el
Universo” (O sea, la de Star Wars) porque tiene tantas figuras que se han
producido a lo largo de tanto tiempo que en realidad merecería un artículo
exclusivamente dedicado a ella... De hecho, ni siquiera eso, porque hay varios
libros al respecto, siendo el más recomendable Star Wars: The Ultimate Action Figure Collection, de Stephen J.
Sansweet. (2) También quedaron fuera las figuras que fueron producidas años
después de que se estrenaran las películas (digo, el Leatherface de 18” producido
por McFarlane Toys en 2001 es una obra de arte, pero salió casi treinta años
después del estreno original de la película y eso le da ventaja); con la
excepción de Aliens de Kenner por las
razones que se expondrán en su momento. Y (3) di prioridad a las figuras de
acción que fueron hechas para jugar, en vez de aquéllas que son producidas sólo
para adornar las salas de los coleccionistas y que tienen pocas articulaciones
y/o ninguna acción de juego especial (como disparar proyectiles o lanzar
chorros de agua o cosas así).
LOS MEJORES JUGUETES BASADOS EN PELÍCULAS
En 1979, tras el arrollador éxito
de la colección de figuras de acción basada en Star Wars, la Twentieth Century Fox encargó a Kenner la producción
de una serie de figuras basadas en su reciente película Alien: el octavo pasajero (Scott).
La colección se produciría en tres etapas,
siendo la primera el lanzamiento al mercado de una figura del xenomorfo en formatode 18”. Por desgracia, la figura tuvo una pésima aceptación debido a que
asociaciones de padres de familia y grupos religiosos protestaron en contra de
ella debido a su aspecto extraño, su incitación a la violencia y su cabeza
fálica. La figura fue retirada del mercado por Kenner y la producción de la
segunda y tercera etapas —figuras de acción de Ripley y Dallas de 12” , y
figuras de acción del xenomorfo, Ripley, Dallas, Ash, Kane y un playset de la
nave Nostromo en formato de 3 ¾” (el mismo usado para Star Wars)— fue cancelada. Los prototipos de estas figuras fueron recientemente comprados por la compañía Re-Action, quienes lanzaron al mercado una serie de figuras de acción estilo vintage altamente coleccionable.
Para 1992, cuando Alien 3 (Fincher) se estrenó en los cines, Kenner ya había
aprendido de sus errores y los tiempos eran otros, por lo que la compañía de
Ohio produjo la primera línea de figuras de acción de Aliens.
Ahora bien, la película de Fincher no era
material suficiente para una línea de figuras de acción, por lo que la compañía
juguetera retomó el concepto mostrado en la película de un xenomorfo que
adquiría las características de su animal huésped y lo mezcló con el concepto
de los Marines Coloniales mostrado en la segunda cinta. El resultado fue una de
las colecciones de figuras de acción más exitosas en la historia de la juguetera
en la que los Space Marines se enfrentaban a diferentes especies de xenomorfos,
incluyendo en cada figura un mini comic que relataba sus aventuras.
Las primeras dos series (1992-1993) sólo
incluyeron Space Marines y sus vehículos y xenomorfos. De estas series mi
marine favorito fue Vasquez (1993) y mi alien favorito, el Alien Gorila (1992).
Todas las figuras, además de tener las articulaciones básicas (cuello, hombros
y muslos y, en el caso de los humanos, la cintura), contaban con alguna acción
especial.
En Invierno de 1993, en gran medida gracias
a la popularidad de los videojuegos de Aliens vs Predator, Kenner utilizó los moldes de figuras de acción basadas en la
película Depredador (McTiernan, 1987),
pero que nunca se produjeron, para llevar el enfrentamiento de las dos razas
alienígenas a los juguetes. Esta serie perduró hasta 1994, cuando concluyó la
serie “clásica” de Aliens. De estas series mi depredador favorito sería el
Líder o el Renegado (que venía en un paquete doble con el alien guerrero) y,
del lado de los xenomorfos, sería el jabalí alien o el playset del alien reina connido.
En 1996, para celebrar el décimo
aniversario de la cinta de Cameron, la juguetería estadounidense K-B Toys lanzó
a la venta la colección Aliens vs Marines,
que constaba de paquetes dobles con versiones repintadas de figuras de las primeras
series. La particularidad de estas figuras era que los Marines sólo tenían ropa
de colores verde olivo o camuflada y los aliens eran completamente negros con
algunos brillos plateados. Paralelamente, K-B Toys sacó individualmente
versiones repintadas de casi todos los aliens.
En 1997 Kenner, ahora parte de Hasbro Toy
Group, produjo una serie de figuras de acción bastante chafonas basadas en la
cinta Alien: Resurrection (Jeunet,
1997).
Para 1998, la colección se convirtió en Aliens: Hive Wars. La serie constaba de
2 figuras humanas (Hicks, Integer 3), 2 xenomorfos (Acid Alien y Hive Warrior Alien)
y 2 depredadores (Predator Warrior y el muy extraño Night Recon Predator). Esta
serie toma inspiración de diversas fuentes, mayormente los cómics de Aliens, para presentar personajes de una
especie de realidad alterna a la de las cintas. Empero, la falta de creatividad
y baja calidad de las figuras se tradujo en malas ventas y marcó el final de la
producción de Aliens de Kenner.
Hasbro planeaba producir una serie 2 de Hive Wars, en la que lanzaría la figura
del Heavy Infantry Predator, que había sido desechada de la serie original de Predator en 1994, así como la figura del Amber Alien (nombre dado por los fans al prototipo de una figura que era una especie de Transformer en forma de huevo de alien del que salía un xenomorfo); pero las bajas ventas de la primera serie obligaron a la
compañía a cancelar la segunda.
Quizá el artículo que más se extrañó en esta serie fue la réplica de la Dropship de la película, que estaba planeada para ser un playset de gran tamaño que podría albergar figuras y vehículos. Las ventas de la serie bajaron hacia fines de 1993 lo que, aunado a los altos costos de producción del juguete obligaron a Kenner a cancelarlo. Durante mucho tiempo, esta nave fue una especie de leyenda urbana, hasta que hace algunos años se supo que se fabricó un prototipo del que existen sólo fotografías para el mercado japonés.
Quizá el artículo que más se extrañó en esta serie fue la réplica de la Dropship de la película, que estaba planeada para ser un playset de gran tamaño que podría albergar figuras y vehículos. Las ventas de la serie bajaron hacia fines de 1993 lo que, aunado a los altos costos de producción del juguete obligaron a Kenner a cancelarlo. Durante mucho tiempo, esta nave fue una especie de leyenda urbana, hasta que hace algunos años se supo que se fabricó un prototipo del que existen sólo fotografías para el mercado japonés.
Otra obra maestra de Kenner y, al
igual que con Aliens, no sé si haya
habido alguna persona que haya sido niño en los 90 que no tuviera o, por lo
menos conociera, una de estas figuras. Por desgracia, cayó en los mismos
errores de falta de creatividad y sobreexplotación de la marca que Aliens y, además, cometió el error de
introducir conceptos inverosímiles al universo de Jurassic Park… ¡Aún para las figuras de acción!
La ola de merchandising para promocionar la
película de Spielberg obviamente no podía dejar fuera el mercado de los
juguetes, por lo que Universal Pictures vendió la licencia a Kenner para
producir la serie de figuras de acción alusivas. El equipo encargado de
diseñarlas y esculpirlas fue el mismo equipo de creativos que Aliens, por lo que las similitudes entre
ambas líneas son más que evidentes.
La primera serie de Jurassic Park apareció en el mercado en primavera de 1993. Constaba
de cinco figuras humanas, cada una acompañada de una cría de dinosaurio —a la
fecha, la figura de Robert Muldoon sigue siendo una de las mejores figuras de
acción jamás hechas— y cinco dinosaurios, además de figuras electrónicas, tres
vehículos y un playset —de igual modo, el Jurassic Park Command Compound sigue
siendo considerado por los expertos el playset más impresionante jamás hecho, seguido
muy de cerca por el Castillo de Grayskull—, todos tenían acciones especiales,
algunos electrónicas, y venían acompañados por una tarjeta coleccionable.
Sin embargo, las verdaderas estrellas de
esta colección fueron los dinosaurios de lujo. Estas bestias estaban más o
menos a escala con las figuras humanas y fueron fabricadas en fibra de
polyester suave, lo que les daba una textura de piel real —también hay que
señalarlo, los coleccionistas consideramos el Stegosaurus de esta serie como una de las peores figuras de acción
jamás producidas—, además de que contaban con acciones especiales y el que se
volvería una especie de firma de los juguetes de Jurassic Park: El Saurio-Daño (Dino-Damage en inglés), un pedazo de
“carne” que se les podía remover a los dinosaurios para simular el ataque de
algún depredador.
Entre estos dinosaurios de mayor tamaño,
sobresalía el Tyrannosaurus Rex electrónico (apodado Rojo por los cuates) que sí estaba a escala con las
figuras de acción humanas... Aunque lo esculpieron en una posición semierguida
para que se viera más alto. Por cierto, quienes tuvieron estos muñecos,
recordarán que en la parte posterior de los empaques el T. Rex electrónico se
veía muy diferente, pues parecía una réplica del de la película —también la
figura de Dennis Nedry aparecía con pantalones color kaki en vez de los negros
que tuvo finalmente, pero a nadie pareció molestarle eso—. Esto tiene una
explicación muy curiosa: El equipo de escultura estaba trabajando a marchas
forzadas modelando al mismo tiempo la serie 2 de Aliens, por lo que no tuvieron el prototipo del T. Rex a tiempo
para la sesión de fotos. De tal suerte, el departamento de Diseño Gráfico
recurrió al Stan Winston Studio y pidió prestada la maqueta del T.Rex que
habían utilizado para crear al dinosaurio digital en pantalla. Así pues, el
T.Rex de los primeros empaques se veía idéntico al de la película ¡porque era
el que utilizaron en la película!
La serie 2 de esta colección es
muy extensa y algunas figuras se produjeron en cantidades sumamente limitadas,
por lo que son objetos de verdadera colección. El lanzamiento de esta serie se
dividió en 3 etapas, la primera de las cuales fue la producción de versiones
repintadas de las figuras humanas que ya habían salido, solo que esta vez les
cambiaron las cabezas por unas que sí se parecían a las de los actores de la
película, así como los pequeños dinosaurios que las acompañaban. Se produjeron
dos figuras nuevas: Alan Grant con boleadoras y la legendaria figura del Dr.
Ian Malcolm.
La segunda etapa de la serie 2 apareció
entre invierno de 1993 y primavera de 1994, y consistió en el lanzamiento de
tres nuevas figuras humanas: los Dino
Trackers. Según la historia inventada por los fabricantes de juguetes,
estos tipos rudos eran mercenarios contratados por la compañía InGen para
recapturar a los dinosaurios del parque. Los Dino Trackers contaban con dos vehículos completamente nuevos —Sólo
en los 90 una cuatrimoto podía ser el vehículo de un tipo rudo—. Asimismo, se
relanzaron algunos dinosaurios que ya habían salido antes junto con otros
nuevos como el Pachycephalosaurus y
el Lycaenops (aunque este último no
era un dinosaurio, sino un reptil mamiferoide... lo que igual no importó porque la mayoría de la gente lo tomó por un gato dientes de sable), todos con un nuevo empaque,
nuevas tarjetas y equipo de captura (grilletes, bozales, etc.)
La tercera y última etapa, lanzada en 1994,
consistió en el lanzamiento de nuevos dinosaurios de lujo que incluían al Utahraptor y al Carnotaurus que, si bien no estaban en la escala correcta y eran
inexactos paleontológicamente, eran una
chingonería. Algo muy interesante de esta última etapa, fueron las últimas
figuras humanas de la serie, llamados Evil
Raiders.
Así como los Dino Trackers eran mercenarios contratados por InGen, los Evil Raiders eran cazadores furtivos que
habían viajado a Isla Nublar para cazar a los dinosaurios y hacer trofeos de
ellos. Aunque sólo hubo dos figuras, El Dr. Snare y Skinner, contaban con un
vehículo —una moto tipo chopper adornada con huesos de dinosaurio— y son de las
figuras mejor hechas de toda la colección, además de ser muy buscadas por los
coleccionistas. Por cierto que, aparte de Dennis Nedry, fueron las únicas
figuras humanas en contar con Saurio-Daño.
Kenner tenía planes para sacar una serie 3,
que incluiría nuevas bestias como el Estemnosuchus,
el Ornithosuchus o el Scutosaurus —ninguno de ellos
dinosaurio, todos eran reptiles mamiferoides—, todos con equipo de captura y
sauriodaño, y un nuevo Evil Raider
llamado Scrap Davis que sería la figura más extraña de toda la colección, pues se
trataba de un redneck cazador con implantes biónicos. También se planeaba sacar
un nuevo T. Rex de gran tamaño que pudiera “comerse” a las otras figuras
llamado Gulper T.Rex (para la serie de figuras de acción de El mundo perdido se repintó esta figura y se le llamó Bull T.Rex).
De cualquier modo, Kenner recuperó la
cordura y canceló la producción de la serie 3 de Jurassic Park, aunque algunas figuras llegaron a fabricarse y
fueron robadas de las líneas de producción por obreros chinos. Actualmente se
encuentran en colecciones particulares. De cualquier modo, la mayoría de estas
figuras serían lanzadas en siguientes líneas de juguetes de JP. Por cierto, en
el reverso de los empaques de las figuras de la serie 2 se anunciaban versiones
repintadas de los vehículos de la serie 1 con “New Jungle Colors”; empero,
estos vehículos jamás fueron producidos.
No es un secreto para nadie que
durante casi tres décadas, TRON
(LIsberger, 1982) fue considerada el mayor fracaso taquillero de Disney. Como
parte del merchandising de la película, la extinta compañía juguetera Tomy (en
América, en su natal Japón fue absorbida por Takara) lanzó al mercado una seriede figuras de acción, bastante chafonas, fabricadas en 1981. El desplome de la
cinta en taquilla, aunado al poco atractivo de las figuras y la limitada
distribución de Tomy, condenaron estos juguetes al olvido.
Para 2010, Disney pidió la revancha
lanzando una tardía aunque muy buena secuela de Tron, llamada TRON: Legacy (Kosinski). Asimismo, la
compañía juguetera SpinMaster produjo una colección de figuras de acción que
incluía figuras en 3 diferentes tamaños: 12”, la de lujo de 8” y, la más
coleccionable, la estándar de 3 ¾”.
Así como la segunda cinta de la saga se vio
enormemente beneficiada por los adelantos de la tecnología, lo mismo sucedió
con las figuras de acción. Ahora, los muñecos eran idénticos a los actores que
representaban los personajes en pantalla, estaban completamente articulados (mi
sobrino de 7 años se ríe cuando le digo que en mis tiempos los muñecos no
doblaban las rodillas), incluían accesorios que eran réplicas exactas de los
artefactos usados en pantalla y, por primera vez en la historia y de una forma
asombrosa, las figuras se iluminaban.
¡Sí! Gracias a la tecnología actual, las
figuras TRON: Legacy tenían un LED
central de color y plástico transparente recorriendo varias partes de su
cuerpo, lo que permitía que se iluminaran con luces de vistosos colores, como
en la película (La figura del Black Guard de la serie 2 está a toda madre).
¿Y cómo podrían faltar los vehículos? Como
parte de la colección original de TRON
de 1981, Tomy lanzó las dos motos de la película, que eran de cuerda y tenían
un trabajo de pintura bastante soso, aún para los estándares de la época. Para
la peli de 2010, SpinMaster produjo varios vehículos para las figuras de 3 ¾”,
incluyendo naves y las LightCycles que ahora sí se iluminaban mientras corrían
(la de Kevin Flynn se ve increíble de noche).
Por cierto que esta línea de figuras de
acción voló de los anaqueles.
El hitazo de taquilla de JamesCameron, Avatar (2009), no podía sino
engendrar una serie de figuras de acción que estuviera a la altura. Y es sin duda
una de las mejores líneas de figuras de acción (que cumple con los criterios
anteriormente establecidos) de la década pasada… Excepto por tres detalles.
El primero de ellos consiste en que
cometieron el mismo error que la serie de figuras de acción de Star Wars Episodio I: La amenaza Fantasma
(Lucas, 1999). Es decir, sacaron demasiadas figuras al mismo tiempo. Sólo hubo
dos series, una de figuras básicas de 3 ¾” y otra de 5” que salieron al mercado
de manera simultánea.
Mientras las figuras de 5” eran apenas cinco
personajes, la colección de 3 ¾” superaba la treintena incluyendo vehículos y
bestias, además de figuras variantes (Jake Sully con cabello corto, Jake Sullycon cabello largo…). La gran mayoría de las figuras contaba con acciones
especiales, en general tienen esculpidos muchos detalles y están
espléndidamente pintados; además, las figuras de los Na’vi y otras creaturas de
Pandora tienen pintura fluorescente, por lo que brillan en la oscuridad para
simular la bioluminiscencia que presentan en la película.
El segundo detalle fue un error que también
cometió la mencionada serie de Star Wars:
Cada figura venía acompañada de una tarjeta de Realidad Aumentada, lo cual era
tecnología muy avanzada para su época y, por consiguiente, elevaba el precio de
las figuras a niveles estratosféricos —¿Recuerdan el CommTech Chip incluido con
las figuras de Episodio I? ¿Y que
había que comprar un aparato aparte para hacerlo funcionar? ¿A quién coño se le
ocurren estas cosas?— No me malinterpreten, la tarjetita de Realidad Aumentada
era genial: Se descargaba un software del sitio de Internet (con conexión de
alta velocidad únicamente) y se ponía la tarjeta en algún lugar frente a una
WebCam. La cámara detectaba la tarjeta y recreaba un modelo tridimensional en
CGI de los personajes de la película, o los vehículos o paisajes de Pandora,
que además interactuaban entre ellos. Siendo justos, era impresionante... Tan
impresionante que en realidad bien pudieron vender las tarjetas por separado,
como un juego aparte, ¡en vez de encarecer las ya de por sí costosas figuras de
acción!
El tercer detalle es que, aún ahora, las
figuras son prácticamente inconseguibles. A través de diversos mecanismos,
Mattel abrió una preventa de figuras de acción de Avatar que fue una especie de buffet para los coleccionistas.
Muchas figuras de acción (como la de la Dra. Grace Agustine, interpretada por
Sigourney Weaver) nunca llegaron a las jugueterías, pues se agotaron en la
preventa. En nuestro país yo recuerdo haber visto sólo un embarque, que se
vendió durante un mes, en esa tienda departamental con el nombre de un puerto
británico y eso fue todo.
Con todos sus fallos —como las cajas de
vehículos y bestias que tenían forma de ataúd y no se podían acomodar en ningún
lado, me parece que fue el peor enpaque desde el blíster en forma de ojiva de
las figuras de Star Wars Episodio III: La
venganza de los Sith (Lucas, 2005)—, esta serie de figuras de acción es una
de las mejores que jamás se han producido. Los muñecos en verdad incluyen una
serie de elementos de gran calidad en cada uno de ellos y combinan detalle con
jugabilidad con un gran valor coleccionable.
En aquellos años era yo un
adolescente teto que poco se enteraba de esas cosas y, si bien desde que se
publicó el número 0 de Spawn en
México hasta estos días he sido un fan del personaje, es hasta ahora que lo veo
a la distancia que me doy cuenta de lo que significó en su momento. Ahora, sin
titubeos me atrevo a decir que Todd McFarlane fue un genio que revoluicionó
primero el medio de los cómics y después el mundo del entretenimiento. Ya
después el señor se durmió en sus laureles, pero en su momento fue un
visionario que definiría la industria del entretenimiento, y particularmente la
de las figuras de acción, en las décadas por venir. Creo que este hombre puede fácilmente
compararse con otros genios de la industria como George Lucas o Jenna Jameson.
En 1997 Todd McFarlane Entertainment, con
la distribución de New Line Cinema (en aquel entonces ya una subsidiaria de
Warner Bros./America OnLine... Jaja ¿Se acuerdan de America OnLine?), estrenó
la adaptación fílmica de los cómics de Spawn
(Dippé). Esta película contó con una de las peores actuaciones de Martin Sheen,
un insoportable John Leguizamo, la breve aparición de la guapa Melinda Clarke y
efectos digitales de pena ajena.
Pero no todo fue malo, si bien la cinta es
despreciable y camp hasta para ser de súper héroes, la línea de figuras de
acción basada en ella es bastante atractiva.
Ante las insatisfactorias propuestas que
McFarlane recibió de las principales compañías jugueteras a principios de los
90 para producir figuras de acción basadas en sus cómics, el artista canadiense
decidió fundar su propia marca de juguetes en 1994, llamada Todd Toys (después se convirtió en McFarlane Toys por problemas legales con Mattel). Los
principales atractivos de estas figuras de acción eran su alto nivel de
detalle, su prodigiosa calidad de pintura y sus múltiples articulaciones (las
primeras series de juguetes de Spawn
se anunciaban como “Ultra-Action Figures” porque, como ya dije, en ese entonces
los muñecos que tenían articulaciones en codos y rodillas era inusuales).
Así pues, para 1997 McFarlane ya tenía
experiencia produciendo figuras de acción y se había posicionado en el mercado
como una de las compañías líderes en el ramo. Cuando la película de Spawn se estrenó, la producción de una
línea de figuras de acción alusivas fue un movimiento más que obvio.
Se produjeron dos series: Una de figuras de
acción en formato de 6”, con múltiples articulaciones y un asombroso nivel de
detalle y realismo, que además incluía tres figuras de lujo: Malebolgia, AttackSpawn y Violator (por mucho, mi favorito de toda la serie, mide 12” de alto
completamente erguido, tiene 13 puntos de articulación y varias acciones
especiales, incluyendo ojos que se iluminan de color rojo). Además, se produjo
una serie de playsets con figuras de acción de 3 ¾” que recreaban escenas
específicas de la película.
Quise incluir esta serie como una de las
mejores, nostalgia aparte, porque en verdad considero que fue un parteaguas.
Hasta donde recuerdo, fue la primera línea de figuras de acción que combinó jugabilidad
(los muñecos estaban completamente articulados y tenían acciones de juego que
recreaban momentos de la película, como Jessica Priest que incluía un
lanzamisiles y un rifle que disparaba agua), realismo (por primera vez en la
historia las figuras de acción basadas en una película éstas se veían
exactamente como los actores en la pantalla, y sus vestuarios y accesorios eran
exactamente los de la película) y detalle (hasta el más mínimo detalle en las
figuras de acción estaba esculpido y pintado.
Así pues, puedo decir que esta serie fue la
principal influencia de colecciones de figuras de acción basadas en películas
de gran detalle y realismo que vinieron después, como las de Spider-Man y Spider-Man 2, la muy extensa colección de la Trilogía de El Señor de los Anillos, la del remake de El planeta de los simios (lapelícula es horrible, pero los juguetes estaban bien hechos) o las figuras de Movie Masters de El Caballero de la Noche asciende (por
alguna extraña razón, no comercializada de forma oficial en nuestro país).
LA QUE FALTÓ:
DRACULA, DE BRAM STOKER (Coppola, 1992). Siendo una de las películas más populares de la década de los 90
es interesante que se haya producido tan poco merchandising basado en ella. La
adaptación en cómic dibujada por el autor de Hellboy, Mike Mignola, es una obra de arte y un artículo de
verdadera colección; pero es un ítem más bien raro.
Tras el fracaso de su serie Movie Maniacs 7 (2003), McFarlane Toys
entró en su periodo d decadencia y anunció en 2005 una línea de figuras
dedicada exclusivamente a esta cinta. Sin embargo, sólo produjo dos figuras,
más o menos estáticas, que venían en un paquete doble: Drácula transformado en
murciélago y Drácula transformado en lobo.
Estoy seguro de no ser el único
coleccionista que se sintió profundamente decepcionado. Es decir, con la alta
calidad de los juguetes de McFarlane en aquellos tiempos me hubiera gustado ver
una figura de Van Helsing cargando las cabezas cercenadas de las novias de
Drácula, o un muñeco de Renfield en un arrebato de furia... ¿O qué tal Mina
Murray con su vestido de gala, con todos los detalles esculpidos y pintados?...
¡Vamos! Drácula con su bata roja y su peinado “de a mis nalgas” hubiera sido
una figura de acción genial.
Pero no. McFarlane se conformó este par de
figuras que, si bien no son malas, distan mucho de lo que los coleccionistas
esperábamos... Quizá porque no tuvieron que pagarle regalías a ninguno de los
actores de la película por la utilización de su imagen —de hecho, ésta es una
de las razones por las que a veces los muñecos de la película no se parecen a
los actores—, y ninguna otra compañía ha mostrado interés en retomar esta
película para otra serie de figuras de acción o coleccionables.
¿Y por qué nunca hubo figuras de acción de El quinto elemento (Besson, 1997)? ¡Esos
juguetes se diseñaban solos! Ni siquiera hacían falta una colección extensa,
una serie que incluyera a Leloo, Korben Dallas, Emmanuel Zorg, Ruby Rhod, el
padre Vito Cornellius y un guerrero mangalore es más que suficiente. Bueno, y
añadiendo la figura de Plavalaguna como especial o algo así.
Estos nos están tan terribles como los de la segunda parte. Además acabo de leer un artículo en internet dónde dice que los de Jurassic Park valen una fortuna. :S
ResponderBorrarEstán chingones. Particularmente los de la serie 2 son muy caros entre los coleccionistas, por eso de que son muy difíciles de conseguir.
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