TORTUGAS NINJA
Teenage Mutant Ninja Turtles
Jonathan Liebesman, 2014
La primera vez que vi el
tráiler de esta película, allá por Abril, lo primero que me saltó a la vista
fue la nariz de las Tortugas Ninja. ¿Las Tortugas? ¿Con nariz? La verdad, me
pareció en ese entonces que se veían bastante mal. Lo segundo que me brincó fue
que se confirmaba lo que durante mucho tiempo fue sólo un rumor: Megan Fox
interpretaría el papel de April O’Neil (la reportera, no la pornstar). A pesar
de todo, me lancé a ver la nueva aventura de mis quelonios consentidos en la
pantalla y he aquí lo que opino.
La historia es básicamente la misma de
siempre: Quince años atrás, cuatro tortugas y una rata fueron expuestas a un
fluido mutágeno que les dio habilidades e inteligencia humanas... además de que
a Michaelangelo (ahora llamado Mikey, interpretado por Noel Fisher) como que lo
volvió negro y a Donatello (Jeremy Howard) lo convirtió en Simón de Alvin y las ardillas. Sea como fuere,
durante quince años los hermanos mantuvieron su existencia en secreto, luchando
contra el crimen desde las sombras; pero ahora la amenaza de la organización
criminal conocida como el Clan del Pie y su líder, The Shredder (Tohoru
Masamune), de atacar la Ciudad de Nueva York con armas químicas los obliga a
salir a la luz.
La trama retoma algunos elementos del
reboot de los cómics publicado desde hace un par de años por IDW Publishing, en
el que las Tortugas y April se conocían desde antes de la mutación. Además se
le atribuye, al igual que en las últimas series animadas, un origen
extraterrestre al mutágeno. Me pregunto si en alguna película de la franquicia
aparecerán por fin los Kraang.
En realidad no es una mala película. La
historia se sostiene bastante bien y el guión es ingenioso, con bastantes
agujeros eso sí, pero con un par de chistes muy bien acomodados. Incluso la
aparición de Megan “Noactúonimadresperocómojadeo” Fox es bastante decente y
tiene cierta química con el mayormente comediante Will Arnett, quien en esta
película interpreta a Vernon Fenwick ¡Sí! ¡Vernon Fenwick! ¿Se acuerdan de ese
reportero engreído y narizón que aparecía en la serie de dibujos animados de las Tortugas Ninja en los 80? Bueno, ése es Vernon Fenwick.
Ése fue un aspecto que me agradó bastante
de esta cinta: está llena de guiños a los fans. Escenas como la de la pizza
cortada con katanas o el rescate de April O’Neil en la estación del Metro hacen
referencia directa a la primera película o, como en el caso de la escena en que
las Tortugas tararean el Ninja Rap, a la segunda —es más bonito llamarlas
referencias u homenajes que llamarlas plagios—. La historia sobre Hamato Yoshi
y Oruki Saki queda en el olvido, pero por lo menos la camioneta de las Tortugas
es muy parecida en su diseño a la que aparecía en los dibujos animados y el
claxon toca el jingle de esa misma serie (“Heores in a Half Shell”).
Las secuencias de acción están bien
logradas e incluso llegan a ser emocionantes. Eso sí, espérense escenas
larguísimas a toda velocidad —finalmente esta peli la produjo Michael Bay— en
las que todo da vueltas, vuelan cositas por todos lados y en realidad no está
pasando nada ¿Cuánto tiempo duran deslizándose por la nieve? ¡Parece como si la
mitad de la película se tratara de eso!
Y aunque la cinta está filmada de origen en
3D y puede disfrutarse en este formato, la verdad es que no le hace falta en
absoluto. Supongo que la idea de la Tercera Dimensión era que las escenas de
acción lucieran más, pero la verdad es que no es indispensable. Aunque la
escena que sí se roba la película cuando se ve en 3D es la de la pizza de los
99 quesos, salí del cine con ganas de una rebanada.
El verdadero punto malo de la película es
el diseño. El diseño de todo en esta cinta es espantoso… Bueno, el de Splinter (Danny
Woodburn) está simpaticón, pero lo echan a perder poniéndole voz de
veinteañero. Pero en el caso de las Tortugas, que parecen sufrir de una muy
seria adicción a los esteroides, ¿por qué son jorobadas? ¿Por qué visten
harapos? ¿Por qué tienen nariz? ¿Por qué parecen los hijos bastardos de Hulk? A
final de cuentas, nuestras otrora atléticas Tortugas Ninja terminan pareciendo
cavernícolas ¿Cuándo se volvieron trogloditas?... Ah, esperen, fue en 1993-1994
con la serie de juguetes Cave Turtles… Pero eso no importa, el punto es que en
esta película no me gustó nada el aspecto de los quelonios.
Y por el otro lado tenemos a Shredder, cuyo
traje ha sido pimpeado al punto de que termina pareciendo una camioneta o,
sospechosamente, se parece a la figura de acción del personaje en la serie de
juguetes Cyber Samurai (1994). Con sus aumentadores de fuerza y kunais
magnéticos, pueden olvidarse del ninja psicópata de los cómics o el villano más
atolondrado que malvado de la serie ochentera... o incluso del magnate
megalómano de la serie de dibujos animados de mediados de la década pasada,
este Shredder es más fuerte, más malo, más letal y parece una SUV de señora.
Por cierto ¿por qué su voz es más atemorizante cuando no trae puesta la máscara
que cuando sí?
Y al respecto de esto, otra cosa que no me
gustó fue el concepto de los gadgets. Aunque fue muchas veces explotado en la
serie de figuras de acción —Mhhh… y Michael Bay lleva casi una década
enriqueciéndose con una serie de películas basada en figuras de acción,
comienzo a detectar un patrón aquí—, el que las armas de las Tortugas o del
mismo Shredder estén llenas de gadgets le quita un poco de encanto al asunto. ¿Realmente
Shredder necesita kunais magnéticos, o Donatello un bo telescópico o esos
gogles que parece haberle robado a Los Cazafantasmas (Reitman, 1984)? ¿No es suficiente con que
sean Ninja Tortugas Adolescentes Mutantes?
Completando el cuadro está el que los
soldados de El Pie hayan sido sustituidos de su elegante uniforme ninja al de
terroristas genéricos, la intrascendente primera aparición de Karai (Minae
Noji) en una cinta de Live Action y la dirección anodina de Liebesman, director
títere de Michael Bay. Cuando necesitan a alguien que tenga buena técnica para
dirigir pero no tengo el más mínimo atisbo de visión artística o sello autoral,
llaman a Liebesman; por eso su filmografía incluye maquilas tan variopintas
como Masacre de Texas: El inicio (2006)
y Furia de titanes 2 (2012).
En conclusión, se trata de una película
divertida y con mucha acción. Aunque la verdad es que tantas imágenes por
computadora y escenas trepidantes no pueden ocultar el hecho de que no aporta
nada al Universo Tortuguiano. Eso sí, es mejor que Tortugas Ninja III... Pero es que nada es peor que Tortugas Ninja III (Gillard, 1993).
Nada.
PARA
LA TRIVIA: Muchos cambios se hicieron desde el guión original hasta
la versión final de la película, la mayoría de ellos basados en la
retroalimentación de los fans. Por principio de cuentas, en los primeros
borradores se establecía que las Tortugas eran extraterrestres, pero la idea
fue desechada después de provocar gran rechazo. Del mismo modo, hasta el corte
final de la cinta, Michaelangelo usaba una gruesa cadena dorada en el cuello,
pero fue reemplazada digitalmente después de que Michael Bay fuera acusado de
perpetuar un estereotipo racista. Finalmente, Bebop y Rocksteady aparecían en
los primeros borradores del guión (lo que significaría su debut en la pantalla
grande); sin embargo, la producción decidió dejarlos fuera de esta cinta para
incluirlos en la secuela.
Pero le tiñeron el cabello para que se viera como cobrizo con la luz, jaja.
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