ALIEN:
LA RESURRECCIÓN
Alien:
Resurrection
Jean-Pierre Jeunet, 1997
Existen
dos ediciones de esta película: El corte original para cines de 109 minutos,
que según dice Jenuet, es la Edición del Director pues él se sintió muy
satisfecho con el resultado final de la cinta y la Edición Especial de 116
minutos. La única diferencia son un prólogo y un epílogo alternativos (que
están muy mamones, la verdad) y un par de escenas extendidas, particularmente
aquéllas con diálogos que mencionaban a Newt... además del divertido diálogo en
el que se menciona que la corporación Weyland-Yutani fue absorbida por
Wal-Mart.
Uno de los grandes aciertos
de las películas de Alien, que fue lo que les permitió sobrevivir a lo largo de
más de dos décadas, fue el hecho de que cada cinta pertenece a un género
diferente. Aunque todas están enmarcadas en un planteamiento de Ciencia-Ficción
y Horror, cada una de las entregas de esta saga toma prestados elementos de
diferentes subgéneros. La cinta original es una obra maestra del Terror, la
segunda parte es una cinta bélica, la tercera es un Thriller y esta cuarta, una
comedia.
La historia se desarrolla 200 años después
de la tercera película. Después de muchos años de estudios y experimentos
fallidos, los doctores Wren (J.E. Freeman) y Geridan (el siempre genial Brad
Douriff) logran clonar a Ellen Ripley (Sigourney Weaver en su última
encarnación del personaje) gracias a una muestra de sangre recuperada de
Fiorina 161. Por supuesto, clonar a Ripley no es sino un mero paso en el
proceso para obtener el verdadero objetivo: el embrión de alien reina que
llevaba dentro cuando murió. Los científicos logran su propósito y comienzan a
criar xenomorfos en la nave laboratorio Auriga, propiedad del Ejército de los
Sistemas Unidos, para lo cual necesitan humanos, mismos que son vendidos como
cargamento por el pirata espacial Frank Elgyn (Michael Wincott, a quien quizá
recuerden con una larga y sedosa cabellera como el villano de El cuervo [Proyas, 1994]).
Como cabría suponer, los xenomorfos logran
escapar mientras los secuaces de Elgyn quedan atrapados en la nave infestada de
creaturas. Además, se encontraran con el clon de Ripley, cuyo ADN se ha
mezclado con el de los aliens brindándole fuerza y habilidades sobrehumanas,
además de sangre ácida. Pero esta nueva Ripley no parece tan interesada en
salvar a la humanidad como la anterior, ¿será que su parte xenomorfa busca más
que escapar del Auriga?
Si tomamos en cuenta sólo las Ediciones del
Director de las cuatro películas de la saga, ésta sería sin dudas la más débil
de todas. No es terrible, pero a comparación de las anteriores sí queda a
deber, además de que la fórmula se siente gastada. Los realizadores trataron de
introducir nuevos elementos al universo de Alien; pero la verdad es que eso del
los aliens súper inteligentes y el híbrido humano-xenomorfo no termina de
cuajar… De hecho, al respecto de esta última creatura, casi parece que la misma
gente que hizo la peli trataba de satirizar el hecho de que la fórmula ya se
había agotado.
Originalmente, el guión fue escrito por el
nerdo profesional Joss Whedon (creador de las series de TV Buffy, la
cazavampiros [1997-2003] y Firefly [2002-2003], y guionista de The Avengers
[2012]) y su propuesta para esta secuela era mucho más oscura y menos cómica —en
realidad el tono un tanto ramplón de la peli se debe a Jeunet—. Las principales
diferencias entre el guión de Whedon y la versión final son varios personajes
que fueron eliminados de la cinta, así como el enfrentamiento final con el
Híbrido que, en el guión de Whedon, de llevaba a cabo en la Tierra.
Además, en el guión original, el Híbrido
era una criatura mucho más grande, casi del tamaño del alien reina y más
parecida a un cangrejo. Sin embargo, los realizadores decidieron cambiar el
diseño de la creatura para que fuera más creíble que poseía ADN humano.
Por cierto que se anunció con bombo y
platillo que dicho híbrido sería una creción original diseñada por H.R. Giger;
sin embargo, el artista suizo se negó a participar en la cinta, por lo que el
diseño corrió de nuevo por cuenta de Woodruff y Gillis. De cualquier modo,
Giger escribió una carta de protesta a Fox, misma que fue ignorada. En
respuesta, el artista suizo abrió un foro en su página web titulado Alien:
Insurrection, para que los fans se quejaran en contra de la casa productora.
Mientras tanto los mencionados Woodruff y
Gillis, por órdenes de Jeunet, diseñaron al Híbrido como una creatura
hermafrodita (siguiendo con la idea planteada por Ridely Scott en la primera
película) que claramente poseía los genitales de ambos sexos. Después de la
filmación, el director reconoció que se había excedido y que el aspecto del
monstruo era demasiado grotesco —aun
para él y para esta clase de películas—, por lo que los genitales del monstruo
fueron removidos digitalmente en la postproducción.
El elemento sexual que era parte de la base
de la primera cinta volvió en ésta. Sin embargo, mientras en la obra maestra de
Scott dicho elemento era mucho más sutil y ambiguo, alcanzando tintes de
surrealismo, en esta película la cosa se vuelve, si no más explícita, sí más
burda… ¿O soy el único al que le pareció que en esa escena en la que Ripley cae
en un nido de aliens, se aparea con uno de ellos? Seguro no, porque os
productores quisieron eliminar esa escena hasta que la Weaver amenazó con no
participar en las campañas de promoción de la cinta si lo hacían.
El diseño de las creaturas para esta
película es extraño y por la iluminación que se usó en ella se pierden muchos
de los detalles. En muchas tomas sólo parecen masas oscuras, rugosas y babosas.
Por cierto que esta es la primera película en la que se muestra xenomorfos
digitígrados (gestados en humanos, quiero decir), lo cual es una contradicción
si se toma en cuenta que estas creaturas tienen ADN humano, lo que los hace más
inteligentes y les permite gesticular, articular sonidos y exhalar vaho —se
suponía que los xenomorfos no respiraban y por eso podían sobrevivir en el
vacío, como en la primera peli—.
Toda la película tiene por todos lados el
sello autoral de Jeunet: Actuaciones caricaturescas, planos cerrados,
iluminación lateral para resaltar volumen, filtros en colores ambarinos y
sepias, abuso del zoom-in, la obsesión por usar actores feos —¿Ron Perlman y Dominique Pinon en una misma
película? ¿Qué es esto? ¿Freaks 2?— y todos esos elementos que le dieron su
toque tan especial a películas como Delicatessen
(1991) o Amèlie (2001) están
presentes en ésta. De lo que aún no estoy muy seguro es de que sean adecuados
para el universo de Alien...
De hecho, todo el diseño de los sets y los
vestuarios tiene un feeling muy
particular que no sabría cómo describir. Supongo que sería una cosa como
“Avant-Garde de los 90”; pero más kitsch. El asunto es que uno ve esta cinta,
aunque sólo sea por un par de minutos, y no le cabe duda de que se trata de una
cinta europea de los noventa... ¡Hombre! Como ver un videoclip de Aqua.
Según los rumores, la idea de esta película
era que se tratara de la transición en la que el personaje de Ellen Ripley
salía de la saga; un poco como lo que fue Pesadillaen la calle del Infierno 3: Los guerreros del sueño (Russell, 1987) para su
franquicia. Mucho se especulaba sobre si esta cinta sería el inicio de toda una
nueva saga que se centraría en la historia de Annalee Call (interpretada por la
tomboy, aunque no por eso menos sexy, Winona Ryder); empero, debido a la mala
recepción que tuvo esta cinta por parte de la crítica, además de que un par de
años después la carrera de Ryder se fue al demonio, este plan nunca se
concretó. Tendrían que pasar siete años para que los xenomorfos regresaran a la
pantalla con la inmunda saga de Alien vs Depredador.
Algunos críticos se han referido a esta
cinta como decepcionante y es fácil ver por qué. Aunque incorpora un par de
elementos nuevos, como la hibridación de las especies o la primera vez que la
acción de esta saga se transporta bajo el agua; en general es una especie de
mezcla de elementos repetidos de las cintas anteriores —incluso se recicló al
animatrónico del alien reina de Aliens: El regreso (Cameron, 1986)—. Además, el hecho de estar retrasando la
llegada de los xenomorfos a la Tierra hace que toda la saga se sienta estancada
para este punto… De todos modos, según la terrible Alien vs Depredador (Anderson, 2004), los aliens siempre estuvieron
aquí... y uno se pregunta “¿entonces para
qué tanto desmadre?”.
Además, creo que el tono fársico de todo el
numerito sí fue un experimento fallido. Uno entiende que la idea era darle una
identidad propia a esta cinta que le permitiera ser el inicio de una nueva
saga; sin embargo, como que ver a Ron Perlman y a Dan Hedaya haciendo muecas y
bizcos no le va. Hay diálogos muy bien logrados y algunos chistes bastante
efectivos, pero en general creo que esta película se aleja demasiado de lo
planteado por las anteriores.
A final de cuentas, esta cinta será la
conclusión definitiva para la saga. Ripley logró su misión: destruyó a los
aliens y salvó al planeta, además de que por fin, después de casi 260 años,
pudo regresar a él. Se siente que esta película está coqueteando muy
peligrosamente con la secuelitis innecesaria de otras sagas… Vamos, finalmente,
todos esos monstruos que creíamos invencibles como Freddy, Jason, Michael
Myers, Leatherface, Pinhead o incluso los mismísimos Drácula, el monstruo de
Frankenstein y el Hombre lobo, fueron destruidos pos la fiebre de las secuelas
interminables.
Para evitar dicho debacle, los productores
de Fox intentaron mover las películas de alien en otra dirección: la de los
crossovers con Depredador, mismos que desde finales de los 80 habían sido planteados
en los cómics y popularizados con los videojuegos a mediados de los 90. De
hecho, durante la etapa primigenia de Alien:
La Resurrección se planteó la idea de incluir depredadores en la cinta,
pero fue desechada rápidamente. Al fallar esta alternativa, se buscó regresar a
la fuente original: Una saga de precuelas dirigida y producida por Ridley Scott
cuya primera entrega fue Prometeo
(2012) y que, dicho sea de paso, sirve para dejar fuera de la cronología
oficial a Alien vs Depredador.
PARA
LA TRIVIA: Durante las negociaciones iniciales, Sigourney Weaver se
había negado a aceptar de nuevo el papel de Ripley, por lo que en los primeros
tratamientos de guión se clonaría a Newt y no a Ripley. Una vez que la Weaver
aceptó salir en la película a cambio de que le pagaran 11 millones de dólares y
la volvieran productora ejecutiva de la cinta, se escribió el personaje de
Call, mismo que originalmente fue ofrecido a Angelina Jolie, quien lo rechazó.
Asimismo, en curiosidades del cast,
mencionaré que el actor William H. Macy audicionó para el papel del Dr.
Gediman, pero fue rechazado por la producción. Y, en un afán por reunir a las
dos estrellas de Los cazafantasmas (Reitman, 1984), el personaje del Dr. Wren
fue escrito originalmente para Bill Murray, quien no quiso participar en el
proyecto.
PARA
LA TRIVIA GEEK: En los cómics, la historia continúa con el
crossover Aliens vs Predator vs
Terminator (2000… no, es en serio). En esta saga de dos partes se narra que,
ya en la Tierra, Call y un grupo de mercenarios buscan a Ripley para pedirle su
ayuda para detener un proyecto científico conducido por el Ejército en el que
se busca mezclar ADN humano con el de los xenomorfos para crear un súper
soldado.
Pronto se revela que el Dr. Trollenberg,
quien está a cargo del proyecto, es en realidad un Terminator (que en esta saga
son cosa del pasado y ha permanecido encubierto durante un par de siglos) que
planea mezclar el ADN de los aliens con el programa de los Terminators para
crear un ejército de terminators orgánicos (ya lo eran, pues son cyborgs, pero
aquí el chiste es que se cultiven en vez de construirse).
Call, Ripley y su equipo logran infiltrarse
en el laboratorio de Trollenberg, donde se enfrentarán a los depredadores que
han venido a cazar a la nueva raza creada por el científico.