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domingo, 22 de diciembre de 2013

LOS HÉROES ANTES DE LOS SUPERHÉROES. De pulps, tiras cómicas y radionovelas.



LOS HÉROES ANTES DE LOS SUPER HÉROES 

Sin temor a equivocarme, puedo decir que el origen  de muchas de las formas de entretenimiento actuales puede rastrearse hasta la novela de folletín del siglo XIX. A su vez, las novelas por entregas evolucionaron hasta convertirse en la llamada Literatura Pulp; y ésta preparó el terreno para lo que posteriormente se convertiría en los cómics propiamente dichos, durante la primera década del siglo XX.
    Herederos del legado fantástico de autores como Julio Verne, H.G. Wells y Edgar Rice Burroughs, los cómics fueron estilizándose y creando un lenguaje cada vez más propio hasta alcanzar su gran apogeo en los albores de la Segunda Guerra Mundial.
    Durante esta etapa es que surgen los (como a mí me gusta llamarlos) Proto-Superhéroes. No son superhéroes propiamente dichos pues la mayoría no posee súper poder alguno; sin embargo, sí poseen habilidades atléticas o intelectuales sobrehumanas o algún poder místico.
    Anteriores o contemporáneos al Último Hijo de Kryptón, estos héroes empero han sufrido una suerte muy diferente a la del buen Kal-El al ser adaptados al cine. Y es que, aunque las películas de Superman nunca han sido realmente buenas, por lo menos son más memorables que cualquiera de las películas basadas en estos Proto-Súper héroes (sí, hasta esa mierda de Superman IV: En busca de la paz [Furie, 1987]) que casi invariablemente, dan pena ajena.
    Así pues, dedicaré este artículo a hablar de las poco venturosas adaptaciones al cine basadas en dichos personajes. Cabe hacer una aclaración, por supuesto: La gran mayoría de los personajes que enlistaré ya habían aparecido en la pantalla de plata en los famosos “seriales” (películas cortas que contaban las aventuras de algún héroe de manera fragmentada, antecesoras directas de las series de televisión, y que se proyectaban los sábados por la mañana en los cines); pero en esta ocasión sólo hablaré de los largometrajes recientes (que son los malos).

1.- FLASH GORDON
Hodges, 1980

Ya en alguna ocasión anterior he hablado sobre esta película; pero aún tengo más qué decir, porque parece que en esta cinta todo salió mal.
    El argumento de la película cuenta la historia de “Flash” Gordon (interpretado por Sam Jones y conocido en nuestro país como Roldán el temerario), futbolista estrella, y la reportera Dale Audrin (Melody Anderson), quienes accidentalmente viajan en compañía del Dr. Hans Zarkov (Topol) al planeta Mongo a través de un portal interestelar. En Mongo, Flash liderará una insurrección para derrocar al malvado emperador Ming (Max Von Sydow).

    El legendario productor italiano Dino De Laurentiis presenta esta película en la que (creo que) quiso rendir un homenaje al serial de los años 30... O sólo usó eso como pretexto para justificar la pobre manufactura y los bajos valores de producción que se ven en toda la película. Al final todo, desde vestuarios hasta sets y, claro, música, termina teniendo una estética glam llena de brillitos dorados y superficies “diamantinosas”.
    Por supuesto, uno de los puntos a rescatar de esta cinta es la participación del excelente Max Von Sydow… que es un poco triste ahora que lo pienso: Después de ser el actor fetiche del gran Ingmar Bergman, terminó trabajando con Dino De Laurentiis en papeles secundarios tras no conseguir trabajo por su actuación en El Exorcista (Friedkin, 1973).
    ¿Y por qué Flash tiene que ser un atleta? Originalmente se suponía que era un astronauta, mas en esta versión lo convierten en quarterback de los Jets de Nueva York… Pero supongo que es mejor que la serie de dibujos animados de mediados de los 90 titulada Las nuevas aventuras de Flash Gordon (1996), donde era un prepo patinador; o en su más reciente encarnación, cortesía del Sci-Fi Channel (ahora conocido como Syfy), en la que era un corredor.

    Sea como fuere, además de la ya mencionada aparición de Von Sydow, la belleza de Ornella Muti (quien interpreta a la princesa Aura) y el ya clásico soundtrack compuesto por Queen, pocas cosas se salvan de esta cinta. Aunque, gustos culposos aparte, es necesario verla para tener el referente y entender la mitad de los chistes de Ted (McFarlane, 2012).

PARA LA TRIVIA: Originalmente, Kurt Russell audicionó para interpretar a Flash Gordon. Empero, a pesar de ser la primera opción de De Laurentiis para el papel, Russell terminó rechazándolo por considerar que le faltaba personalidad. Ironías aparte, tres años antes Kurt Russell fue rechazado por George Lucas cuando audicionó para el papel de Han Solo en Star Wars (Lucas, 1977) y quedó como finalista frente a Harrison Ford. 

2.- LA SOMBRA
The Shadow
Russel Mulcahy, 1994

Este héroe nació directamente en la radio como narrador del programa Detective Story Hour en 1930. Al año siguiente, varios de los episodios de dicha serie (o radionovela diríamos en México) fueron adaptados como novelas cortas escritas por Walter Gibson, mago y uno de los escritores fantasma de Harry Houdini, en una revista pulp. De ahí, el personaje fue llevado a los cómics, el cine, la televisión y los videojuegos.
    Aunque en los diversos medios a los que se ha adaptado la historia se le han atribuido diferentes orígenes a su protagonista con el pasar de los años, en general La Sombra es un vigilante enmascarado y encapotado con poderes psíquicos, cuya identidad secreta es el multimillonario Lamont Cranston… Sí, así es, este personaje es considerado la principal influencia de Batman.
    En la cinta, Lamont Cranston (Alec Baldwin en uno de sus peores papeles) es un yuppie (anacronismos aparte) descarriado que se enrola con la mafia mongola para terminar convirtiéndose en el poderoso traficante de opio Ying Ko. En ese momento, Cranston es secuestrado por agentes del tulku (una especie de embajador espiritual del Dalai Lama) quienes lo reforman y le enseñan a utilizar su poder en beneficio de la sociedad… además de la habilidad psíquica de volverse invisible ante los ojos de sus enemigos. Cranston regresa a Nueva York y se convierte en el vigilante conocido como La Sombra, que lucha contra el crimen para pagar a la sociedad el daño que alguna vez hizo. Sin embargo, a la ciudad llega también el temible Shiwan Khan (John Lone, interpretando a uno de los supervillanos mas maricas en la historia del cine), último descendiente de Genghis Khan y condiscípulo de Cranston, quien buscará continuar con el legado de sus ancestros al conquistar el mundo. ¿Su primera jugada maestra? Destruir la Ciudad de Nueva York con la ayuda de una bomba atómica (es ciencia ficción, pues).

    Y sí, al momento de estar escribiendo esto, Batman inicia (Nolan, 2005) me empezó a oler a plagio a mí también.
    Aunque la propuesta visual de la película sí resulta atractiva (un Art Decó filmado en la mera mata del Art Decó) sus pobres valores de producción dan al traste con todo lo demás. A esto habrá que añadirle las escenas de pelea mal coreografiadas; las situaciones absurdas, que si bien son el pan nuestro de cada día en el cine de superhéroes, en esta cinta rayan en lo francamente idiota, y los efectos especiales bastante chafones (compárense con otras pelis de la época como Parque Jurásico [Spielberg, 1993] o El vengador del futuro (Verhoeven, 1990]). Se salvan, eso sí, los efectos ópticos logrados con pintura mate.
    Sin embargo, lo que siempre me molestó fue el maquillaje. La película mezcla elementos de las novelas pulp y de los comics por igual. Así pues, el aspecto visual del héroe fue tomado casi directamente de las ilustraciones de Vernon Greene para las tiras cómicas basadas en el personaje que aparecían en los periódicos. Pero como es prácticamente imposible que un ser humano tenga el perfil característico de Cranston, esto se “solucionó” aplicando un prostético falsísimo sobre la nariz de Baldwin; así como cejas postizas cuyo entramado es perfectamente visible en cámara… Además ¿por qué La Sombra sólo tiene nariz rara y cejas espesas cuando está disfrazado? ¿Es un mutante o algo así?

    En conclusión, esta película es uno de esos infortunados casos de una buena idea arruinada por una producción mediocre y ni la aparición de actores de la talla de Ian McKellen o Tim Curry en papeles secundarios, ni el extenso plan de mercadotecnia para publicitarla (que incluyó cómics, figuras de acción y un terrible videojuego para SuperNintendo) pudieron salvarla. Vamos, la trama es tan buena que Christopher Nolan se la fusiló para su Batman, pero el resto de la película simplemente no funciona.
    La moraleja de esta historia parece ser: Si quieres hacer una película de éxito, piratéate una película cuya propuesta era interesante pero que nadie vio (vamos, Hollywood lleva toda la vida haciéndolo).   

PARA LA TRIVIA: Según los registros el pulp enteramente dedicado a La Sombra fue el más exitoso de  todos los tiempos. En 1937 se estrenó un programa de radio en el que La Sombra era el protagonista. En esa ocasión, el héroe era interpretado nada más que por el legendario Orson Welles.

3.- EL FANTASMA
The Phantom
Simon Wincer, 1996


Creo que éste es mi héroe favorito de esta categoría. Creado como un personaje de tiras cómicas en 1939, El Fantasma no tiene súper poder alguno (aunque en la serie de dibujos animados Defensores de la Tierra [1986] podía convocar habilidades de animales de la selva) además de su fuerza, agilidad, inteligencia y reputación sobrenatural… ¡Ah, sí! Y un par de pistolas automáticas que maneja con destreza.
    Kit Walker es el vigésimo primer fantasma, ya que el traje y el “título” se han venido heredando de padre a hijo ininterrumpidamente desde el siglo XVI; de esta forma, cuando los enemigos de El Fantasma creían haberlo matado, su heredero tomaba su lugar, dando la impresión de que era inmortal. Las aventuras de este enmascarado suceden tanto en la Ciudad de Nueva York como en el ficticio país africano de Bengalla.

    En la película, Kit Walker (interpretado por el atractivo aunque poco carismático Billy Zane) se encuentra con el mercenario que asesinó a su padre y se entera de que éste busca las legendarias Calaveras de Tuganda, objetos místicos de gran poder. Siguiéndole la pista, El Fantasma descubre que Quill, el mercenario (James Remar) trabaja para el excéntrico multimillonario Xander Drax (Treat Williams, reconocido actor de películas malas) quien desea apoderarse de las Calaveras con propósitos megalómanos. Así pues, El Fantasma libra una carrera contra Xander por encontrar las Calaveras; en ella se reunirá con su exnovia, Diana Palmer (Kristy Swanson, la original Buffy: la cazavampiros) y se enfrentará a enemigos como la sexy Sala (Catherine Zeta-Jones en su segunda aparición en la pantalla de plata… y se ve increíble), además de que en el camino descubrirá su propio origen.
    Aunque en el momento de su estreno las críticas sobre esta cinta fueron encontradas, el tiempo se ha encargado de darle la razón a aquéllos que la llamaron mala cuando no pésima. Incluso en su estreno la película fue un increíble fracaso de taquilla (costó 45 millones de dólares y en taquilla no logró recaudar ni 18) que apenas si pudo recuperar su presupuesto en el mercado del video.
    Efectos especiales malos, un guión infantiloide, actuaciones tan malas que rayan en la caricatura, y una muy desafortunada realización de sets y decorados (se ven tan falsos todos) echan por tierra esta película rápidamente.

    Sin embargo, a su favor sí tengo algo que decir. Además de la ya mencionada aparición de una Zeta-Jones de 27 años, me quito el sombrero ante los stunts de esta película.
    Y es que la mayoría de las escenas de acción están increíblemente bien realizadas. Mi favorita es aquélla en la que Walker persigue el hidroavión a bordo del cual se escapan los malosos. El Fantasma monta (a pelo, por cierto) su caballo, que galopa detrás del avión que vuela a unos metros del suelo; de pronto, se pone de pie sobre el lomo del animal galopante y de ahí salta para colgarse de uno de los flotadores del hidroavión para, acto seguido, izarse sólo con los brazos y abordarlo. La escena se ve muy real porque… ¡Es real! La complicada acrobacia se realizó en vivo frente a la cámara, sin efectos especiales, sin trucos de cámara ni cortes siquiera. Pero es que antes, cuando en una película se necesitaba algo así, uno no iba con un animador que hiciera toda la magia en una computadora; uno iba con un stunt que se montaba en un maldito caballo y hacia la condenada acrobacia.  

PARA LA TRIVIA: Al igual que en el caso del luchador mexicano Santo, el enmascarado de plata; El Fantasma gozó de una gran popularidad en Turquía, país donde se produjeron (al igual que con nuestro compatriota) varias películas apócrifas sobre el personaje.  

A esta lista añádase la crítica específica sobre la adaptación cinematográfica de John Carter que publiqué hace meses.
    También debería añadirse la nutrida serie de películas, aparecidas desde 1929 hasta 1980, que adaptaban las aventuras del genio criminal del pulp, el Dr. Fu Manchu; mismas que no reseño porque no he visto ninguna. Asimismo, habrían de sumarse las adaptaciones contemporáneas de dos héroes aparecidos en los programas de radio, El llanero solitario (Verbinski, 2013) y su bisnieto, El Avispón Verde (Gondry, 2011. Se supone que éste es descendiente directo de aquél, por eso usa el mismo antifaz); pero tienen fama de ser tan malas que ni siquiera yo, El Cinéfilo Incurable, las he visto.
    Y ya para cerrar, a modo de oráculo funesto, desde hace dos años anda a la deriva un proyecto para una nueva película de Flash Gordon. Del mismo modo, desde la década de los noventa se ha querido levantar el proyecto para adaptar al cine las aventuras de otro héroe creado por el dibujante Lee Falk (creador de El Fantasma), Mandrake, el mago; pero (quizá afortunadamente) hasta ahora sin éxito.

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