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lunes, 2 de diciembre de 2013

GUYVER: BIO-GUERRERO DEL FUTURO. Cuando los gringos le ponen las manos encima a los mangas...



GUYVER: BIOGUERRERO DEL FUTURO

The Guyver

Screaming Mad George y Steve Wang, 1991

Parte del equipo que dio vida a la inmortal Herbert West: Re-Animador (Gordon, 1985) se reúne un lustro después para llevar a la pantalla de plata la adaptación del manga ochentero Bio-Booster Armor Guyver, creado en 1985 por Yoshiki Takaya. El resultado es... ¡caramba! No sé cómo llamar a esta madre. Es entretenida por momentos, algunas de las escenas de peleas están bien… pero tiene muchos momentos francamente estúpidos. Se encuentra pues atrapada en dos mundos: es demasiado sangrienta y violenta para una película infantil, pero demasiado ramplona y simple para una película más madura.
    El Dr. Segawa (Greg Paik) huye de la compañía de biotecnología Kronos, en la que trabajaba, para tratar de ocultar el Guyver, un artefacto dejado en la Tierra por alienígenas ancestrales y que es una poderosa armadura que convierte a quien la use en un guerrero cyborg con cara de crustáceo. Pero Segawa es detenido antes de poder entregar el arma al agente de la CIA, Max Reed (Mark Hamill… sí, LUKE SKYWALKER pero con bigote) y ésta cae en manos del joven estudiante de artes marciales Sean Barker (Jack Armstrong). Barker deberá aprender a utilizar sus nuevas habilidades si desea salvar al mundo del plan urdido por  el malvado líder de los Zoanoids (interpretado por el genial David Gale) para convertir a la humanidad en una raza de mutantes.

    Y claro que con una trama como ésa uno no espera un guión elaborado, ni personajes profundos ni mucho menos… Quizá sólo esperaba que la gente se tomara en serio lo que estaba haciendo. Pero tratándose de Brian Yuzna, supongo que eso debió quedar fuera de la ecuación a priori.
    Sólo no sé… parece que los directores le pidieron a los actores que interpretaban a los Zoanoids que ejecutaran todos los movimientos clichés de botargas que se supieran. Hasta creo haber reconocido a los actores que hicieron el papel de las Tortugas Ninja en sus respectivas películas. Quizá estos monstruos no estaban planeados para asustar a nadie, pero ¿tenían que ser tan tontos? De por sí el guión es malo, y además los temibles extraterrestres hablan, sin que sus labios se muevan más que un par de patéticos espasmos, con voces metálicas y chillonas que hacen que todo el conjunto termine pareciendo un episodio de alto presupuesto de los Power Rangers. ¿Por qué un monstruo extraterrestre sería rapero?

    Las actuaciones de todos los involucrados son bastante malas. David Gale y Jeffrey Combs vuelven a hacer dúo y, aunque su tiempo juntos en pantalla es breve, la química creada en Herbert West: re-Animador sigue ahí; ellos, cual cabría esperarlo, recurren a un estilo de actuación más propio del Grand-Guignol y que raya en la caricatura. Hamill, por su parte, se va por una vía mucho más mesurada pero muy inferior a cualquiera de sus escenas en cualquiera de las cintas de Star Wars (1977-1983). Quienes sí están completamente perdidos son los jóvenes protagonistas: Sean Baker (Jack Armstrong) y Mizky Segawa (Vivian Wu) cuyas actuaciones son más falsas que los Vazquez Sound.
    No hay que perder de vista la participación del legendario Michael Berryman cuyo particular físico le ha ganado papeles de monstruos en películas tan icónicas como el clásico de Wes Craven, Las colinas tienen ojos (conocida en México como El despertar del Diablo, pero quise usar el título que le pusieron en España por ser una traducción literal y porque allá no hay 4 películas llamadas “despertar del Diablo” 1974). Aunque su tiempo en pantalla, por lo menos sin botarga, es más bien breve y su personaje no deja de verse un poco fuera de lugar.
    Eso sí, esta cinta pertenece a esa época dorada de los efectos especiales en la que las botargas estaban bastante perfeccionadas y aún no se abusaba de forma absurda de las imágenes por computadora. Aunque en general los efectos de las criaturas son más bien malones, hay algunos otros que se ven bastante bien. Particularmente, todo lo que concierne al Guyver se ve decente, y por momentos hasta impresiona; y es que no hay nada más real que lo real. Supongo que si dicho artefacto es una armadura extraterrestre debe verse como un tipo dentro de un traje… ¿O no?

    En este rubro, los efectos especiales que sí son impactantes son aquéllos en los que el Guyver se activa y se pega al cuerpo de Sean (muy parecido al simbiote de Spider-Man) pues fueron logrados sin la ayuda de efectos por computadora o animación de ningún tipo, se trata de efectos físicos de la vieja escuela logrados con títeres y trucos de cámara. Y se ven geniales.
    Pero fuera de eso, creo que nada se ve genial en esta película. A pesar de ello, he visto efectos y guiones mucho peores… mucho peores en verdad. Creo que el principal fallo de esta cinta es no poder definir su tono. Nunca termina de quedar claro si se trata de una película para el público infantil como sus momentos de slapstick, personajes caricaturescos y efectos de sonido a la Looney Tunes parecen sugerirlo; o si se trata de una peli de artes marciales, violenta y con moderadas dosis de sangre.
    Este problema parece haber sido corregido en la secuela The Guyver: Dark Hero (Wang, 1994) pues el director quiso hacer una película más apegada al manga original y ésta recibió la clasificación R en EE.UU. (para mayores de 18 años), mientras que su antecesora fue clasificada como PG-13 (menores de 13 años podrían requerir supervisión adulta).
    Recuerdo que la primera vez que vi esta cinta fue en Cablevisión cuando tenía como siete años… No recuerdo en qué canal, pero fue el mismo en el que vi “joyas” del bajo presupuesto como Howard: el héroe (Lucas, 1991), Mi mamá es un lobo (Mischa, 1989) o Alien:Apocalipsis nuclear (Margheriti, 1989)… ¡Rayos! ¿Por qué ya no hay canales así? El punto es que en aquel entonces no supe cómo calificar a esta película y ahora, veintiún años después, sigo sin poder hacerlo… Hay partes muy malas, pero algunas otras tienen un atractivo fascinante.

    Eso sí, si aún sienten curiosidad por alguna adaptación a la pantalla del manga Bio-Booster Armor Guyver, es cien veces más recomendable la secuela o cualquiera de las series de anime u OVAs que sobre el personaje se produjeron.

ADVERTENCIA: El poster de esta cinta es engañoso y malintencionado pues, contrario a lo que sugiere, Mark Hamill nunca usa el Guyver en toda la película. Según parece, sólo trataron de colgarse de la fama del otrora protagonista de Star Wars para vender la película. 

PARA LA TRIVIA: En un guiño a los fans, el personaje interpretado por Jeffrey Combs es el “Dr. East (Dr. Este en inglés)”, pues su personaje en Herbert West: Re-Animador era el “Dr. West (Oeste en inglés)”.



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