LA
SAGA DE FREDDY PARTE III: La venganza del Cinéfilo Incurable.
La última película de la
saga original de Pesadilla en la calle
del Infierno fue una especie de tiro de gracia. No un broche de oro para
cerrar una saga, sino más bien una estaca en el corazón para que no se volviera
a levantar nunca más. Y sin embargo, lo hizo.
Aun después de que Freddy Krueger había
muerto oficialmente, la serie todavía se aventó un spin-off y un remake... que
se rumora que tendrá una secuela próximamente. ¿Será éste el inicio de una
nueva Saga de Freddy?
LA
MUERTE DE FREDDY: LA PESADILLA FINAL
Freddy’s Dead: The Final
Nightmare
Rachel Talalay, 1991
Aunque la quinta parte de la
saga no superó en taquilla a su predecesora, las ganancias que generó fueron
suficientes como para que Robert Shaye decidiera filmar una nueva entrega. Esta
vez, se trataría de la conclusión de toda la franquicia.
Para ello, los productores se pusieron
guapos y echaron toda la carne al asador tomando como pilares del proyecto dos
cosas que ya para esta época estaban bastante pasadas de moda: El cine en 3D y
las películas de Pesadilla en la calle
del Infierno.
Esta cinta se ubica en un futuro no muy
lejano (2001) en el que todos los niños y jóvenes de Springwood, el pueblo
atacado en las primeras películas de la saga, han muerto víctimas de Freddy
Krueger (Englund en su penúltima encarnación del personaje). De tal suerte,
Freddy utiliza a Maggie Burroughs (Lisa Zane), la trabajadora social de un
reformatorio para que, a través de un chico perturbado que logró escapar de
Springwood, le ayude a salir del pueblo y conseguir nuevas víctimas. Por
supuesto, Maggie se dará cuenta de los planes de Krueger y tratará de
impedirlo.
Por cierto, Maggie no lo sabe, pero ella es
en realidad la hija perdida de Krueger —de quien nadie sabíamos nada y jamás se
había hecho mención antes—.
Las últimas entregas de franquicias slasher
que se han alargado demasiado suelen sacarse de la manga elementos babosos como
un origen sobrenatural —como Michael Myers que resultó ser una especie deAnticristo “creado” por una secta de brujos, o como Jason que ya había muerto
en la cuarta película, pero que posee a una de sus víctimas en la quinta parte—
o parientes más fuera de lugar que los tíos de Samantha (Elizabeth Montgomery)
en Hechizada (1964-1972).
Así pues, el recurso de último minuto de la
hija nunca antes mencionada de Freddy resulta inverosímil y bastante burdo...
Como resulta siendo toda esta película, ahora que lo pienso.
Esta cinta es la primera en la que se nos
presenta el origen de los poderes de Fred Krueger: En un flashback en glorioso
3D verde y rojo se muestra la escena en la que el asesino serial es sitiado en
su casa y quemado vivo por los vecinos de la calle Elm y cómo, para consumar su
venganza, Krueger hace un pacto con los antiguos demonios (sumerios, creo) de
las pesadillas, quienes lo nombran su emisario.
Fuera de ese otro recurso de último
momento, la peli tiene pocos puntos sobresalientes, además de que toda ella
está bastante mal actuada —Lisa Zane es terrible—. Llama la atención la
participación como personaje secundario de Yaphet Kotto, a quien quizá
recuerden por su papel de Parker en Alien:El octavo pasajero (Scott, 1979).
Y quizá lo que más me ha llamado la
atención de esta cinta desde que la vi por primera vez, y que se quedó marcado
con tinta indeleble en mi memoria, es la escena de la muerte de Spencer
(Breckin Meyer) quien, después de fumar marihuana, sueña que es un personaje de
videojuego en una de las secuencias más lamentables de toda la saga.
Es curioso que esta película desde su
concepción fue planeada como una comedia y quizá por eso los realizadores
vieron justificados los cameos de Tom Arnold, Roseanne Barr, Alice Cooper
(¿Quién más podría ser el padre de Freddy?) y Johnny Depp... Pero no son
graciosos.
SPOLIER:
Por cierto que en esta película, el ingenioso plan de Maggie para derrotar a
Krueger es traerlo al mundo real y ahí atacarlo, pero… ¿No fue ése el plan de
Nancy Thompson en la primera película? ¿No vieron lo “bien” que resultó la
primera vez?
PARA
LA TRIVIA: Las secuencias en 3D que aparecen en la película fueron
filmadas en este formato de origen; sin embargo, para prácticamente todas las
versiones de la cinta en formato casero el efecto fue removido y se convirtió a
formato estándar. Excepciones fueron la versión para renta en VHS que se
distribuyó en el Reino Unido, la edición en Laserdisc y la edición especial que
se incluyó en la Nightmare on Elm Street
Collection para DVD. Estas dos últimas ediciones incluían la peli en
formatos 3D y 2D.
PARA
LA TRIVIA GEEK: Una vez que la directora desechó el primer
borrador del guión, Peter Jackson fue contratado para escribir una segunda
versión. En su tratamiento, Freddy había envejecido dentro del mundo de los
sueños, por lo que buscaba nuevas víctimas para robarles su energía vital. Los
adolescentes de Springwood usarían poderosas drogas inductoras del sueño para
entrar a dicho mundo y enfrentarse a Freddy.
LA
ÚLTIMA PESADILLA
Oficialmente llamada New Nightmare, popularmente es conocida
como Wes Craven’s New Nightmare.
Wes Craven, 1994
Como una especie de homenaje
por el décimo aniversario del estreno de la película original, y a pesar de que
la sexta película marcaba el final definitivo de la saga, Craven quiso regresar
a la silla de director en este proyecto que, más que una secuela, es una
reinterpretación de la figura de Fred Krueger en una propuesta metafílmica.
Una década después de su participación en
la cinta que inauguró la franquicia de Pesadilla
en la calle del Infierno, la actriz Heather Langenkamp (interpretándose a
sí misma) empieza a ser hostigada por un misterioso acosador cuya voz suena
idéntica a la de Fred Krueger. La sanidad mental de Langenkamp se encuentra
pendiendo de un hilo y en sus sueños comienza a aparecer una nueva versión de
Krueger: Más malvada, terrible e implacable que comienza a asesinar a las
personas cercanas a la actriz, interesándose particularmente en su pequeño
hijo. Pronto, a través de revivir su personaje de Nancy Thompson, Langenkamp
descubrirá que éste no es el Fred Krueger que todos conocemos y amamos, sino
una fuerza demoniaca primigenia que ha escogido al icono de la pantalla de
plata como avatar para materializarse en nuestro mundo.
Me atrevo a decir que si alguna película de
Pesadilla… en algún momento logró igualar
a la primera en calidad, seguramente fue ésta. Craven logra retomar los
elementos que originalmente construyeron la franquicia y reconfigurarlos en
esta “variación sobre el mismo tema” para crear una cinta que se siente
novedosa pero familiar a la vez.
La génesis del proyecto vino cuando Craven
quiso hacer esta película por el décimo aniversario de la original. Según lo
comentó en algún momento, se puso a ver toda la saga de Pesadilla… y después de mucha deliberación, llegó a la conclusión
de que era imposible seguir esa línea argumental, así que decidió enchular el
guión que había escrito originalmente para Pesadillaen la calle del Infierno 3: Guerreros de sueños (Russell, 1987) y que fue
rechazado por la compañía productora.
Craven además incorporó a su guión un hecho
de la vida real. Heather Langenkamp sí fue acosada por un admirador
desequilibrado que la llamaba por teléfono a su casa, lo que le generó un alto
nivel de stress. La actriz llamó a Craven, con quien mantuvo una estrecha
amistad después de la filmación de la Pesadilla…
original, para contarle lo sucedido. Pocos días después, el director le mostró
a Langenkamp el guión de la película, en el cual había integrado la experiencia
con el stalker.
El avatar Fred Krueger en esta película se
ve mucho más amenazador y más maligno. Embozado en una gabardina negra y usando
un sweater de colores más estridentes que el original (que era rojo y verde
olivo, esta nueva versión es violeta y verde limón), el diseño de este nuevo
Krueger incluye una garra que nace de sus dedos —como en Pesadilla... 2 (Sholder, 1985), pero bien hecha— y un maquillaje
con facciones más afiladas. Esta imagen se supone que es mucho más cercana a la
concepción original del personaje que tuvo Craven una década antes.
Por cierto que, a pesar de que esta fue la
última ocasión en la que Robert Englund interpretó al asesino del sweater
rayado —o bueno, a una manifestación demoníaca con dicha forma— en los créditos
finales aparece “Fred Krueger como él mismo”.
En general esta entrega es muy interesante
y redime a la saga del mal sabor de boca que nos dejaron las películas
anteriores. Está repleta de referencias a las demás películas de Freddy
(particularmente a la primera trilogía) y resulta interesante ver a Langenkamp,
Englund y Craven interpretarse a sí mismos.
Y es precisamente en este juego del
metacine en el que esta cinta tiene su mayor fortaleza, una que me parece que
la pone a la altura de la primera parte y hace que, ya vista a veinte años de
distancia, se pueda entender La última
pesadilla como un preludio a Scream:
grita antes de morir (Craven, 1996); la siguiente saga de Craven que lo
pondría de nuevo en un sitio de honor en el Salón de la Fama del Horror.
PARA
LA TRIVIA: Craven tenía la intención de pedirle a Johnny Depp que
hiciera un cameo en la película (específicamente para la escena del funeral)
pero, por pena, nunca se atrevió a hacerlo. Después de que la película se
estrenó, ambos artistas retomaron el contacto y Craven le preguntó a Depp si hubiera
aparecido en la cinta a lo que Johnny le contestó que le hubiera encantado,
pero que nunca se lo pidió.
PESADILLA
EN LA CALLE ELM
A
Nightmare on Elm Street
Samuel Bayer, 2010
Durante varios años el rumor
sobre un remake de la primera parte de la saga rondó en el aire como un
presagio ominoso. Y vuelvo a citar al director John Waters cuando dijo que
“¿Por qué hacen refritos de las buenas películas? Deberían volver a hacer las
malas a ver si ahora sí les salen bien” pues eso se aplica perfectamente a esta
cinta.
La crisis que vive la industria
cinematográfica en EE.UU. en la actualidad es el resultado de una serie de
factores entre los que se encuentran la recesión económica de dicho país, la
desaparición del mercado casero en formato físico y otras tantas cuyo análisis
dejo para mejor ocasión. Sin embargo, de todos estos factores me interesa
destacar uno en particular por ser el más frívolo, el que más estrechamente
relacionado está con el público estadounidense y el que dio origen a esta
película: La Alta Definición.
La principal queja del público joven al ver
las cintas clásicas es “¿Por qué se ven tan mal?”. Por lo que esa sarta de
sinvergüenzas llamados productores de Hollywood vieron la oportunidad de
venderles la misma gata pero revolcada: Nuevas versiones de las películas clásicas
de Hollywood, pero ahora grabadas desde su origen en HD.
Muchas de estas nuevas películas no aportan
absolutamente nada a los conceptos originales y se limitan a ser prácticamente
copias al carbón... Pero en Alta Definición. Pesadilla en la calle Elm es uno de esos casos. En otros casos,
como el de Invasión de los usurpadores decuerpos, la historia ya lleva cuatro versiones diferentes y, aunque la
última versión es inmunda, todavía se le pueden dar giros interesantes a la
historia. El remake de El día en que
paralizaron la Tierra (Wise, 1951, remake de Derrickson, 2008) es
insufrible, pero por lo menos se atrevieron a llevar la película en una
dirección diferente.
Sin embargo, en el caso de Pesadilla… no fue así. Prácticamente
toda la cinta es una calca de la original, pero con efectos digitales y filtros
de ésos que se usan ahora en las pelis de terror para que dé la impresión de
que todo está sucio. ¡Ah, y por supuesto! Sin Robert Englund.
En el papel de Freddy Krueger tenemos al
genial Jackie Earle Haley quien parece no cansarse de su papel de “ese pequeño
cabrón” que tan bien le salió en Watchmen:
los vigilantes (Snyder, 2009) y que tanto los productores como él parecen
empecinados en que no abandone nunca.
Por el otro lado, el papel de Nancy —ahora
de apellido— Holbrook es ahora
interpretado por la guapa Rooney Mara, a quien tal vez recuerden como Lisbeth
Salander en La chica del dragón tatuado
(Fincher, 2011), y quien saltó a la fama gracias a su interpretación en Pesadilla...
Creo que el único elemento sustancialmente
diferente de esta cinta es que, en su afán de mostrar escenas más crudas y
violentas que la original, resulta mucho más “barata”. Me refiero a que muchos
elementos que en la versión de 1984 eran dejados a la imaginación del
espectador, en ésta se muestran con lujo de detalle, como el asesinato de
Krueger después de que fue declarado inocente por el cargo de abuso de menores
gracias a un tecnicismo (esta escena en la saga original se mostró hasta La muerte de Freddy) o como el hecho
mismo de que Fred Krueger haya sido un asesino pedófilo.
En esta versión, los chicos de la calle Elm
descubren la guarida donde Fred, el conserje de la escuela, los llevaba para
torturarlos y violarlos, además de su colección particular de fotografías.
Fuera de eso, la película es prácticamente
igual pues incluso recrea las escenas icónicas de la película clásica, como el
asesinato de Kris (Katie Cassidy)—Tina (Amanda Wyss) en la original— o las
escaleras que se licuan. Y como diría Smithers “¡Pero el sombrero es nuevo!”
Y, tan acostumbrado como estoy al
característico perfil de la nariz de Englund, no puedo dejar de pensar que el
Fred Krueger de Haley se ve “chato”.
PARA
LA TRIVIA: Originalmente en 1983, fue Haley quien audicionó para Pesadilla en la calle del Infierno y fue
acompañado a la audición por su amigo Johnny Depp. Haley, quien en ese entonces
sólo había hecho un par de series de TV (incluida una aparición como personaje
secundario en la serie El planeta de lossimios [1974]), fue rechazado para el papel del novio de Nancy Thompson a
favor de Depp.
PARA
LA TRIVIA DE TODA LA SAGA:
1.- El sweater de Freddy
lleva líneas horizontales de color rojo escarlata y verde olivo porque, según
leyó Craven en un artículo, estudios psicológicos encontraron que son los dos
colores que al cerebro le cuesta más trabajo ver juntos. Esto le daría a Krueger
un aspecto irreal.
2.- Pesadilla en la calle
del Infierno 2: la venganza de Freddy
(Sholder, 1985) es la única película de la saga cuyo protagonista es un hombre.
3.- El sweater de Freddy fue
tejido a mano por Judy Graham, la misma vestuarista a quien se le pidió que
tejiera un nuevo sweater para la versión de 2010.
4.- Robert Englund hizo
audición para el papel de uno de los adolescentes en Apocalipsis (Coppola, 1979), pero le dijeron que era demasiado
viejo para el papel; sin embargo, el director de esta película, Francis Ford
Coppola tenía un amigo, George Lucas, que estaba haciendo audiciones para una
cinta de ciencia ficción llamada Star Wars. Englund audicionó para el papel de Han Solo, pero le dijeron que era
demasiado joven, así que probó con el protagónico, Luke Skywalker, sin éxito.
Cuando Englund regresó a casa, le comentó de las audiciones a un joven amigo
actor de TV, prácticamente desconocido
en ese entonces, que vivía con Englund por falta de dinero llamado Mark Hamill.
5.- La última pesadilla (Craven, 1994) es la única película de la saga cuyos
créditos finales son acompañados de música instrumental en vez de una canción.
6.- El videojuego A Nightmare on Elm Street, para el
Nintendo Entertainment System, fue desarrollado por Rare y distribuido por la
extinta LJN en 1989. Aunque no está basado en ninguna película de la franquicia
en particular, retoma elementos de la tercera y cuarta cintas, y en general es
espantoso. El mismo game engine
utilizado para este juego fue reciclado por LJN para el también espantoso
videojuego de la misma consola basado en Beetlejuice
(Burton, 1988; videojuego de 1991).
7.- Robert Englund dio su
bendición a Jackie Earle Haley cuando éste le comentó que interpretaría a Krueger
en el remake de Pesadilla... Por el contrario, Wes Craven ha hablado en contra
de la cinta en varias ocasiones.
8.- Wes Craven y Sam Raimi,
director de películas como la trilogía de El
despertar del Diablo (1981-1992) y la trilogía de Spider-Man (2002-2007), mantienen una relación de jovial
camaradería bromista y siempre están haciendo referencias el uno al otro en sus
películas: En El despertar del Diablo
(Raimi, 1981) puede verse pegado en una de las paredes un póster de La colina de los ojos malditos (Craven,
1977), en Pesadilla en la calle del
Infierno (Craven, 1984) Nancy (Heather Langenkamp) se mantiene despierta
viendo El despertar del Diablo en
televisión y en El despertar del Diablo
II (Raimi, 1987) el guante de Freddy Krueger puede verse colgando de la
pared del cobertizo de herramientas. Este guante, de hecho, fue robado por
Raimi (aunque el director lo sustrajo a escondidas de la bodega de utilería
como una broma, lo devolvió después) de la producción de Pesadilla… 3, pues ambas películas se filmaban al mismo tiempo.
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