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jueves, 11 de junio de 2015

INDIANA JONES Y EL REINO DE LA CALAVERA DE CRISTAL. La hermanastra más fea de la serie.


INDIANA JONES Y EL REINO DE LA CALAVERA DE CRISTAL
Indiana Jones and the KIngdom of the Crystal Skull

Steven Spielberg, 2008

Los rumores acerca de una cuarta entrega de la saga de Indiana Jones comenzaron a circular desde mediados de los años noventa; sin embargo, no fue sino hasta el 2008 que la película se vio finalmente materializada. Si de por sí las cintas del famoso arqueólogo eran ya un tributo a la nostalgia y a lo kitsch, esta entrega es un abuso (pues termina siendo un tributo al tributo). Uno de sus principales problemas fue la filtración a través de la red de innumerables spoilers, que se fueron granjeando el disgusto de los fans de la serie desde semanas antes de que la cinta fuera estrenada. Así, el producto final fue una película que no logró complacer a los seguidores más asiduos de la serie ni cautivar a los nuevos públicos, y de la que el mismo Spielberg se deslindó apenas se hubo estrenado.
    En 1957, durante la Guerra Fría, Indiana Jones (Harrison Ford) es secuestrado por un comando de la KGB infiltrado en el Ejército de Estados Unidos. Bajo el mando de la terrible coronel Dra. Irina Spalko (Kate Blanchett con una terrible peluca), los soviéticos buscan apoderarse de la legendaria Calavera de Cristal, un cráneo antropoide de cuarzo de origen desconocido hallado entre los restos del OVNI siniestrado en el desierto de Roswell, Nuevo México, a finales de la década de los 40, y que se supone que otorga a quien lo posea el poder de controlar la mente de otros seres humanos. La búsqueda de Spalko y de Jones, ahora reclutado por el FBI, los llevará a las densas junglas sudamericanas en busca de la legendaria ciudad perdida de El dorado, donde no sólo se revelará el secreto del origen de la enigmática Calavera de Cristal, sino que nuestro héroe se reencontrará con asuntos pendientes de su propio pasado. 
 
    Recuerdo que fui a ver esta cinta cuando se estrenó en el cine y no me pareció tan terrible como había escuchado. Luego la volví a ver en DVD y fue que le encontré todas sus fallas y me pareció lamentable. Ahora que la he vuelto a ver en la gloria del Blu-Ray, pude apreciarla con una nueva perspectiva que me llevó a comprenderla un poco más y relacionarme con ella de un modo distinto; relación que me llevó a preguntarme: ¿Qué rayos es esto? ¡Hubo juegos de la saga original de Tomb Raider que fueron mejores que esta peli y eso que a partir del 2 ya eran bastante mediocres!
    Creo que la parte más fuerte de la película es el guión. No la historia, cuyo argumento parece haber sido escrito por Giorgio Tsoukalos, ni las actuaciones o los efectos especiales que son tan disparejos a todo lo largo de la película; sino simplemente el guión, el cómo la historia es contada y cómo se expresan los personajes. Cada uno de ellos está bien definido y se nota la evolución en su forma de pensar, quiero decir, por lo menos en el aspecto psicológico sí se nota que han pasado veinte años en la vida de Indy.


    Por desgracia, en todo lo demás no, y eso me ha parecido chocante desde siempre. La sexta película en la saga de Rocky, Rocky Balboa (Stallone, 2006), es también una secuela tardía y en ella el conflicto surge precisamente del hecho de que Rocky (Sylvester Stallone) ya está demasiado viejo para seguir boxeando. En nuestra cuarta parte de Indiana Jones, en cambio, la avanzada edad de Indy sólo es apuntada superficialmente al incio de la cinta y después parece olvidarse por completo. De tal suerte, en pantalla aparece un Harrison Ford de 66 años haciendo las mismas acrobacias que cuando tenía 36; lo cual, sin ánimo de ofender a nadie, resulta simplemente ridículo.
    Supongo que pensando en esto, los realizadores transfirieron el protagonismo de muchas de las escenas de acción y persecuciones al personaje de Mutt Williams (Shia LaBeouf); pero admitámoslo, el protegido de Spielberg tiene más tipo de nerd buena onda pero teto que de héroe de acción. De hecho, antes del estreno de la cinta se rumoraba fuertemente que se planeaba que ésta entrega fuera una película de transición, y que a partir de ella comenzaría una nueva saga de Indiana Jones con LaBeouf como protagonista; pero su fracaso con la crítica y los fans, y su resultado más bien pobre en la taquilla parecen haber disuadido a los productores de llevar a cabo dicho plan… hasta el momento.

    Si bien uno de los aspectos que más me gustó de la entrega anterior de la saga fue su autenticidad, en ésta me quedaron a deber… y mucho. En general los fans se mostraron preocupados por la utilización de efectos especiales en CGI en esta película, pero Spielberg acalló las inquietudes cuando declaró que “sólo utilizaría la tecnología digital en las escenas que fuera estrictamente necesario”. Empero, más rápido cae un hablador que un cojo, y la primera imagen que vemos en pantalla, apenas transcurridos 20 segundos de película (literalmente, los conté), es un perrito de la pradera completamente animado por computadora saliendo de su madriguera… ¡también digital! Así pues, los efectos por computadora francamente echan a perder muchas escenas de acción que de otro modo habrían sido impactantes; la más notoria de ellas es el enfrentamiento con espadas entre Williams y Spalko a bordo de un par de vehículos soviéticos mientras atraviesan la selva peruana.
    Con todo y todo, por momentos la peli sí logra cautivar el espíritu de las cintas originales de Indiana Jones, y hasta puedo decir que tres cuartas parte de la cinta sí son decentes, e incluso un par de escenas, si uno pone un poquito de su parte, hasta disfrutables. Incluso puede uno disfrutar de las actuaciones del británico Ryan Winstone y del prodigioso (y también británico) John Hurt, quien es uno de mis actores favoritos casi desde que tengo memoria, como el enloquecido profesor Oxley. La última media hora de la película, incluido el final, es pura basura y le da al traste al resto.

    Lo único que sí me parece genial sobre esta peli es que gracias a ella, Hasbro (quienes producen también las figuras de acción de Star Wars) lanzó al mercado una extensa línea de figuras de acción basadas en las cuatro películas de Indiana Jones. Altamente detalladas y articuladas, estas figuras se convirtieron en artículos de altísimo valor coleccionable casi de inmediato.
    A pesar del repudio general por parte de la crítica, la fanaticada y el público inocente hacia esta película, Steven Spielberg ya anunció oficialmente sus intenciones de dirigir Indiana Jones 5. Quizá en esta ocasión la antigua reliquia que Indy deba encontrar sea su propia acta de nacimiento…


PARA LA TRIVIA: En el guión original de esta película se había escrito una escena para el Dr. Henry Jones Sr., padre de Indiana Jones interpretado por Sean Connery; sin embargo, casi desde un inicio Connery se rehusó a participar en la película. Aun así, tanto su personaje como el de Marcus Brody (Denholm Eliott) aparecen en pinturas y fotografías en varias escenas, e Indy se lamenta por el fallecimiento de ambos.


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