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lunes, 19 de mayo de 2014

GODZILLA. ¡Larga vida al Rey... de los Monstruos!



GODZILLA

Gareth Edwards, 2014

¿Se acuerdan de aquel desastre ocurrido en Nueva York en 1998? Sí, me refiero a la versión del nerdo profesional de altos presupuestos Roland Emmerich del clásico japonés Godzilla (Honda, 1953). En aquel entonces todo salió mal: el diseño de Godzilla, los efectos especiales, las actuaciones, una película larguísima que no llevaba a ningún lado; vamos, hasta la línea de figuras de acción se quedó en los anaqueles y la canción Deeper Underground de Jamiroquai, que sirvió como tema para la cinta, es de lo peorcito que ha hecho el artista.
    Así pues, éste sería el segundo intento de Hollywood por reinventar la épica historia de un dinosaurio descomunal que arrasa ciudades a su paso. Eso sí, pidieron ayuda a la productora japonesa Toho, hogar del Rey de los Monstruos y, afortunadamente, esta vez sí les salió bien. Esta cinta no alcanza el tono metafórico y hasta sublime de la original de 1954; pero tampoco es vomitiva como la de 1998. Incluso me atrevo a decir que esta nueva versión estadounidense es mejor que algunas de las entregas más flojas de la saga nipona —Godzilla vs King Kong (Honda, 1962) y Godzilla vs el Monstruo de Humo (Banno, 1971), las estoy viendo a ustedes—.



    En esta película se narra que hace 15 años la planta nuclear de una ciudad japonesa fue destruida debido a un desastre natural. Desde entonces, Joe Brody (el tardíamente famoso “papá de Malcolm”, Bryan Cranston), quien trabajaba en el lugar y cuya esposa pereció en el siniestro, se ha dedicado a investigar los hechos, pues todo el incidente fue encubierto por el gobierno japonés.
    En la actualidad, la verdad sale a la luz: El desastre fue ocasionado por una especie de artrópodo gigante prehistórico que consume radioactividad y que ataca utilizando un pulso electromagnético, inutilizando todo tipo de aparatos eléctricos. Joe Brody y su hijo, Ford (Aaron Taylor-Johnson) deberán ayudar al Dr. Ichiro Serizawa (Ken Watanabe, el japonés que siempre sale de japonés en las películas gringas... bueno, menos en Batman inicia [Nolan, 2005]) a detener a este monstruo. Sin embargo, pronto descubren que la criatura es prácticamente indestructible, por lo que su última esperanza para acabar con ella es atraer a su enemigo natural: Un reptil descomunal, anterior a los dinosaurios, al que los científicos nipones nombraron simplemente Gojira.


    Siendo Titanes del Pacífico (Del Toro, 2013) la más reciente película de kaijus, e incluso creo que la responsable de revitalizar el género, será el punto de comparación más obvio para esta nueva adaptación de Godzilla. Lo que me pareció más curioso es que se nota claramente que las influencias de ambas películas son las mismas. Y, al igual que en la cinta de Del Toro, hay algunas escenas que casi son una copia al carbón de películas como Parque Jurásico (Spielberg, 1993), Aliens:El regreso (Cameron, 1986) e inclusive 2001: Una Odisea del espacio (Kubrick, 2001).
    Además de eso, la película quizá abusa de los clichés del melodrama hollywoodense. Quiero decir, realmente en ningún momento sentí que Ford Brady o su familia estuvieran en peligro, uno sabe que tienen que sobrevivir... Pero, ¿es esto un fracaso o un acierto? Porque por quien sí sentí empatía fue, por supuesto, por Godzilla y finalmente creo que ése es parte del punto de la película, muy en el espíritu de las producciones niponas del personaje.
    De hecho, la forma en la que se va desarrollando la historia es muy similar a la de la película de 1954. Las apariciones del kaiju son más bien pocas y la historia se centra más en la movilización humana que éstas ocasionan. A final de cuentas, al igual que en la cinta original, es la historia de un hombre que va siguiendo el rastro de destrucción ocasionado por el monstruo (en la versión americana de la peli de 1956, al menos).


    Al respecto de eso surge, de hecho, mi única queja real sobre la película. La historia está bien contada, las peleas de kaijus son bastante buenas y está padre que quisieran profundizar el melodrama humano; pero ¿por qué tienen que perder tanto tiempo con la maldita logística del Ejército? ¿A quién le importa? Queremos ver monstruos gigantes dándose de catorrazos, por favor. Entiendo que la segunda industria más importante de EE.UU. (el entretenimiento) debía publicitar a la primera (el ejército), sobre todo ahora que andan tan de capa caída, pero hay momentos en los que sí se siente que esas escenas de militares hablando y dando instrucciones estorban, particularmente cuando van insertas en medio de una lucha de monstruos gigantes.
    Las actuaciones son cumplidoras y en el caso de Cranston y Watanabe son bastante agradables. El resto del reparto, que comparte más escenas con los monstruos, actúa de forma eficiente y da soporte a la acción de éstos, que es la verdadera estrella de este show.
    Por cierto, no he revisado ningún detrás de cámaras de esta cinta ni cómo se hicieron los efectos especiales; pero debo decir que son geniales. El quid del asunto, es decir, los kaijus, son espectaculares y es mi sospecha que los crearon a partir de capturar los movimientos de actores dentro de botargas. Por eso, aunque se ven en alta definición y gozan de todos los detalles que la animación CGI puede brindar, conservan la corporalidad de las películas de antaño.
    Asimismo, el diseño del monstruo está completamente basado en el original; a diferencia del de 1998 que parecía... que parecía... bueno, nunca le hallé forma a esa madre, siempre se me figuró un velocirraptor vigoréxico. En esta nueva versión, Godzilla es muy similar al diseño que durante sesenta décadas ha tenido en Japón, sólo las escamas son más grandes, la cara menos felina (aunque no demasiado), el color más oscuro y las placas en su lomo se ven más malotas… y se ven geniales cuando está cargando su aliento de fuego atómico.


    Al igual que en lapelícula de 1998, en esta cinta se hace una breve referencia al cambio del nombre original japonés “Gojira” por su americanización “Godzilla”. Durante décadas se ha culpado de dicho cambio a los encargados de distribuir la película en Estados Unidos; empero, esta adaptación la hizo la productora japonesa Toho, pues “Godzilla” es una pronunciación mucho más cercana a la original nipona. El nombre original de este monstruo es una palabra compuesta por los nombres en japonés de otros dos animales: “Gorira (gorila)” y “kujira” (ballena).
    En los 50, Gojira era una metáfora que representaba el miedo latente a la era atómica; vamos, finalmente los japoneses sí vivieron un ataque con armas nucleares. En la versión americana de 1956, este subtexto se diluyó. Aunque parten de una misma base, ambas películas son totalmente distintas, no sólo se insertaron escenas en la versión americana, sino que se cambió todo el montaje de la cinta para acentuar más las parte espectacular de los ataques del monstruo y minimizar la parte crítica.
    En esta versión de 2014 vuelve a haber un subtexto para el monstruo sólo que, por supuesto, viviendo en una sociedad donde el miedo a la guerra nuclear se considera una cosa del pasado, dicho subtexto tenía que cambiar. De tal suerte, ahora Godzilla representa más bien las fuerzas naturales. Ya no se trata de una mutación creada por la radioactividad, sino de un fósil viviente, una especie de campeón de la Tierra que acude a restaurar el balance de los ecosistemas cuando éste se ve afectado. Finalmente, resulta el recordatorio, tan persistente en los últimos años, de que por muchos adelantos científicos y tecnológicos que tenga el ser humano, siempre será un juguete en manos de las fuerzas de la Naturaleza.



    Una película bastante decente que sí logra transmitir el espíritu de las viejas cintas del personaje. Diré solamente que quizá faltaron más peleas de kaijus y que, de verdad, a veces siento que sobran las escenas de soldados; pero de ahí en fuera es bastante disfrutable. Dicho sea de paso, la secuela ya está confirmada.

PARA LA TRIVIA: El inconfundible chillido de Godzilla fue creado en 1954 por el músico japonés Akira Ifukube, quien logró dicho efecto al frotar las cuerdas de un bajo eléctrico con un guante de cuero untado de resina para después agregar un efecto de eco.  

6 comentarios:

  1. También concuerdo en que faltaron más peleas de kaijus, es lo que todos queríamos ver.

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  2. Lo más probable es que se haya planeado una trilogia y que ésta película sólo sea una presentación para definir las reglas del personaje y que en la secuela ya haya más peleas de monstruos pues a mi también me desesperó que las cortaran o mostraran a medias. También se me hizo muy incongruente el hecho de que los monstruos atacaran con un pulso electromagnético que inutiliza todos los aparatos a la redonda, pues si se supone que vienen del pasado millones de años atrás ¿Como para que querrían tener un ataque así en la prehistoria si no le hace ni cosquillas a Godzilla que es el depredador natural? Fuera de eso si me gustó bastante

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    1. Sí, lo de la trilogía es prácticamente un hecho. Se me figura que también cuando salga en Blu-Ray harán una edición extendida y lo del PEM creo que más bien era ciscunstancial, ¿no? O sea, los kaijus estos no lo generaban a propósito... creo...

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  4. Godzilla es una grandiosa película ya que la historia que desarrolla es impredecible ya que lo hace especial , aquí http://www.hbomax.tv/movies encuentro las mejores.

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