GODZILLA
Gareth Edwards, 2014
¿Se acuerdan de aquel
desastre ocurrido en Nueva York en 1998? Sí, me refiero a la versión del nerdo
profesional de altos presupuestos Roland Emmerich del clásico japonés Godzilla (Honda, 1953). En aquel
entonces todo salió mal: el diseño de Godzilla, los efectos especiales, las
actuaciones, una película larguísima que no llevaba a ningún lado; vamos, hasta
la línea de figuras de acción se quedó en los anaqueles y la canción Deeper Underground de Jamiroquai, que
sirvió como tema para la cinta, es de lo peorcito que ha hecho el artista.
Así pues, éste sería el segundo intento de
Hollywood por reinventar la épica historia de un dinosaurio descomunal que
arrasa ciudades a su paso. Eso sí, pidieron ayuda a la productora japonesa
Toho, hogar del Rey de los Monstruos y, afortunadamente, esta vez sí les salió
bien. Esta cinta no alcanza el tono metafórico y hasta sublime de la original
de 1954; pero tampoco es vomitiva como la de 1998. Incluso me atrevo a decir
que esta nueva versión estadounidense es mejor que algunas de las entregas más
flojas de la saga nipona —Godzilla vs
King Kong (Honda, 1962) y Godzilla vs
el Monstruo de Humo (Banno, 1971), las estoy viendo a ustedes—.
En esta película se narra que hace 15 años la
planta nuclear de una ciudad japonesa fue destruida debido a un desastre natural. Desde entonces,
Joe Brody (el tardíamente famoso “papá de Malcolm”, Bryan Cranston), quien
trabajaba en el lugar y cuya esposa pereció en el siniestro, se ha dedicado a
investigar los hechos, pues todo el incidente fue encubierto por el gobierno
japonés.
En la actualidad, la verdad sale a la luz:
El desastre fue ocasionado por una especie de artrópodo gigante
prehistórico que consume radioactividad y que ataca utilizando un pulso
electromagnético, inutilizando todo tipo de aparatos eléctricos. Joe Brody y
su hijo, Ford (Aaron Taylor-Johnson) deberán ayudar al Dr. Ichiro Serizawa (Ken
Watanabe, el japonés que siempre sale de japonés en las películas gringas...
bueno, menos en Batman inicia [Nolan,
2005]) a detener a este monstruo. Sin embargo, pronto descubren que la criatura
es prácticamente indestructible, por lo que su última esperanza para acabar con
ella es atraer a su enemigo natural: Un reptil descomunal, anterior a los
dinosaurios, al que los científicos nipones nombraron simplemente Gojira.
Siendo Titanes del Pacífico (Del Toro, 2013) la más reciente película de kaijus, e incluso
creo que la responsable de revitalizar el género, será el punto de comparación
más obvio para esta nueva adaptación de Godzilla. Lo que me pareció más curioso
es que se nota claramente que las influencias de ambas películas son las
mismas. Y, al igual que en la cinta de Del Toro, hay algunas escenas que casi
son una copia al carbón de películas como Parque Jurásico (Spielberg, 1993), Aliens:El regreso (Cameron, 1986) e inclusive 2001:
Una Odisea del espacio (Kubrick, 2001).
Además de eso, la película quizá abusa de
los clichés del melodrama hollywoodense. Quiero decir, realmente en ningún
momento sentí que Ford Brady o su familia estuvieran en peligro, uno sabe que
tienen que sobrevivir... Pero, ¿es esto un fracaso o un acierto? Porque por
quien sí sentí empatía fue, por supuesto, por Godzilla y finalmente creo que
ése es parte del punto de la película, muy en el espíritu de las producciones
niponas del personaje.
De hecho, la forma en la que se va
desarrollando la historia es muy similar a la de la película de 1954. Las
apariciones del kaiju son más bien pocas y la historia se centra más en la
movilización humana que éstas ocasionan. A final de cuentas, al igual que en la
cinta original, es la historia de un hombre que va siguiendo el rastro de
destrucción ocasionado por el monstruo (en la versión americana de la peli de
1956, al menos).
Al respecto de eso surge, de hecho, mi
única queja real sobre la película. La historia está bien contada, las peleas
de kaijus son bastante buenas y está padre que quisieran profundizar el
melodrama humano; pero ¿por qué tienen que perder tanto tiempo con la maldita
logística del Ejército? ¿A quién le importa? Queremos ver monstruos gigantes
dándose de catorrazos, por favor. Entiendo que la segunda industria más
importante de EE.UU. (el entretenimiento) debía publicitar a la primera (el
ejército), sobre todo ahora que andan tan de capa caída, pero hay momentos en
los que sí se siente que esas escenas de militares hablando y dando
instrucciones estorban, particularmente cuando van insertas en medio de una
lucha de monstruos gigantes.
Las actuaciones son cumplidoras y en el
caso de Cranston y Watanabe son bastante agradables. El resto del reparto, que
comparte más escenas con los monstruos, actúa de forma eficiente y da soporte a
la acción de éstos, que es la verdadera estrella de este show.
Por cierto, no he revisado ningún detrás de
cámaras de esta cinta ni cómo se hicieron los efectos especiales; pero debo
decir que son geniales. El quid del asunto, es decir, los kaijus, son
espectaculares y es mi sospecha que los crearon a partir de capturar los
movimientos de actores dentro de botargas. Por eso, aunque se ven en alta
definición y gozan de todos los detalles que la animación CGI puede brindar,
conservan la corporalidad de las películas de antaño.
Asimismo, el diseño del monstruo está
completamente basado en el original; a diferencia del de 1998 que parecía...
que parecía... bueno, nunca le hallé forma a esa madre, siempre se me figuró un
velocirraptor vigoréxico. En esta nueva versión, Godzilla es muy similar al
diseño que durante sesenta décadas ha tenido en Japón, sólo las escamas son más
grandes, la cara menos felina (aunque no demasiado), el color más oscuro y las
placas en su lomo se ven más malotas… y se ven geniales cuando está cargando su
aliento de fuego atómico.
Al igual que en lapelícula de 1998, en esta
cinta se hace una breve referencia al cambio del nombre original japonés “Gojira”
por su americanización “Godzilla”. Durante décadas se ha culpado de dicho
cambio a los encargados de distribuir la película en Estados Unidos; empero,
esta adaptación la hizo la productora japonesa Toho, pues “Godzilla” es una
pronunciación mucho más cercana a la original nipona. El nombre original de
este monstruo es una palabra compuesta por los nombres en japonés de otros dos
animales: “Gorira (gorila)” y “kujira” (ballena).
En los 50, Gojira era una metáfora que
representaba el miedo latente a la era atómica; vamos, finalmente los japoneses
sí vivieron un ataque con armas nucleares. En la versión americana de 1956,
este subtexto se diluyó. Aunque parten de una misma base, ambas películas son
totalmente distintas, no sólo se insertaron escenas en la versión americana,
sino que se cambió todo el montaje de la cinta para acentuar más las parte
espectacular de los ataques del monstruo y minimizar la parte crítica.
En esta versión de 2014 vuelve a haber un
subtexto para el monstruo sólo que, por supuesto, viviendo en una sociedad
donde el miedo a la guerra nuclear se considera una cosa del pasado, dicho
subtexto tenía que cambiar. De tal suerte, ahora Godzilla representa más bien
las fuerzas naturales. Ya no se trata de una mutación creada por la radioactividad,
sino de un fósil viviente, una especie de campeón de la Tierra que acude a
restaurar el balance de los ecosistemas cuando éste se ve afectado. Finalmente,
resulta el recordatorio, tan persistente en los últimos años, de que por muchos
adelantos científicos y tecnológicos que tenga el ser humano, siempre será un
juguete en manos de las fuerzas de la Naturaleza.
Una película bastante decente que sí logra
transmitir el espíritu de las viejas cintas del personaje. Diré solamente que
quizá faltaron más peleas de kaijus y que, de verdad, a veces siento que sobran
las escenas de soldados; pero de ahí en fuera es bastante disfrutable. Dicho
sea de paso, la secuela ya está confirmada.
PARA
LA TRIVIA: El inconfundible chillido de Godzilla fue creado en 1954
por el músico japonés Akira Ifukube, quien logró dicho efecto al frotar las
cuerdas de un bajo eléctrico con un guante de cuero untado de resina para
después agregar un efecto de eco.
¡Pues sí!
ResponderBorrarLo más probable es que se haya planeado una trilogia y que ésta película sólo sea una presentación para definir las reglas del personaje y que en la secuela ya haya más peleas de monstruos pues a mi también me desesperó que las cortaran o mostraran a medias. También se me hizo muy incongruente el hecho de que los monstruos atacaran con un pulso electromagnético que inutiliza todos los aparatos a la redonda, pues si se supone que vienen del pasado millones de años atrás ¿Como para que querrían tener un ataque así en la prehistoria si no le hace ni cosquillas a Godzilla que es el depredador natural? Fuera de eso si me gustó bastante
ResponderBorrarSí, lo de la trilogía es prácticamente un hecho. Se me figura que también cuando salga en Blu-Ray harán una edición extendida y lo del PEM creo que más bien era ciscunstancial, ¿no? O sea, los kaijus estos no lo generaban a propósito... creo...
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ResponderBorrarGodzilla es una grandiosa película ya que la historia que desarrolla es impredecible ya que lo hace especial , aquí http://www.hbomax.tv/movies encuentro las mejores.
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