LA
MASACRE DE TEXAS
Conocida
en España y en la literatura especializada como Masacre en cadena, pero que originalmente se llamó
The Texas Chainsaw Massacre
The Texas Chainsaw Massacre
Tobe Hooper, 1974
¿Recuerdan que dije de Los cazafantasmas (Reitman, 1984) que
pocas películas habían logrado tanto con tan poco? Bueno, pues esta cinta es
una de esas pocas. De hecho, presupuestos aparte, creo que son pocas las
películas que pueden jactarse de haber cambiado la Historia del Cine como lo
hizo ésta; pues transformaría el cine de horror en las décadas por venir,
definiendo su lenguaje.
En un tono tan realista como jamás antes se
había mostrado (para nuestros días puede resultar risible, pero en esa época
esto era realismo), la película cuenta la historia de cinco jóvenes que viajan
al condado de Newt, en Texas, después de escuchar las noticias sobre la
reciente profanación de tumbas en el cementerio local. Al comprobar que la
tumba de su abuelo no sufrió daño alguno, los hermanos Sally (Marilyn Burns) y
Franklin (Paul A. Partain) Hardesty llevan a sus amigos a pasar el día en la
antigua finca familiar. Poco saben ellos que en las inmediaciones habita una
extraña familia de asesinos psicópatas con gusto por la carne humana. Uno a
uno, los hermanos Hardesty y sus amigos caerán presas de Leatherface (Gunnar
Hansen), el asesino que descuartiza sus víctimas con una motosierra y usa
máscaras de piel humana, y sus hermanos caníbales.
Al respecto de la génesis de esta cinta,
puedo mencionar la historia del joven Tobe Hooper, recién egresado de la
escuela de cine de la Universidad de Austin, quien en compañía de su amigo Kim
Henkel (co-productor y co-escritor de la cinta), realizó una investigación para
averiguar qué género cinematográfico era el más popular. Los resultados que
arrojó dicho estudio demostraron a Hooper y a Henkel que las películas que más
se consumían en aquel entonces (y creo que aún hoy día) eran las de horror y
las comedias. Así pues, ambos compañeros decidieron que su primera película
sería una de horror… Aunque de todos modos, como para sacarse el gusanito,
cuando Tobe Hooper dirigió Masacre de
Texas 2 (1986) la hizo una comedia.
Según lo contó él mismo en una entrevista,
a Tobe Hooper se le ocurrió la idea de un asesino que utilizara una motosierra
como arma preferida cuando se encontraba en la inauguración de una tienda
departamental en Austin. Sin darse cuenta, el tumulto atrapó a Hooper en el
departamento de herramientas para jardín, justo frente a un anaquel con
motosierras, y como lo único que el joven director quería era salir de ahí,
ambas ideas hicieron clic en su cabeza.
Al respecto de los actores, ninguno de
ellos era profesional. La mayoría del elenco fue casteado del mismo club de
teatro de la Universidad de Austin. También, dicho sea de paso por cruel que
parezca, pocos de ellos realmente tuvieron una carrera actoral después. Marilyn
Burns, protagonista de la cinta, fue mesera mientras esperaba su gran
oportunidad en Hollywood... que nunca llegó; Gunnar Hansen, quien participó con
un pequeño papel en la infantiloide La
gente que el tiempo olvidó (Connor, 1977) al lado del legendario Doug
McClure, se retiró de la actuación para escribir novelas costumbristas; y Jim
Siedow, quien interpretó a Old Man, se empecinó en que no quería volver a salir
en una película si el guión no le parecía tan bueno como el de La masacre de Texas, así que la única
otra cinta en la que participó fue en La
masacre de Texas 2.
Muchos críticos y estudiosos del cine han
analizado esta cinta desde muy diversos enfoques a lo largo de la Historia, la
mayoría de ellos tratando de desentrañar el enigma de su inesperado éxito. Si
bien un servidor no se atrevería a llamarla la Primera Película Moderna de
Horror por considerar que dicho título le pertenece a Psicosis (Hitchcock, 1960), sí estoy plenamente convencido de que
la ópera prima de Hooper es consecuencia del magistral thriller de Hitchcock y
de que marcó la tendencia que seguirían las películas de miedo hasta nuestros
días.
De hecho, como dato no tan curioso, puedo
mencionar que tanto La masacre de Texas
como Psicosis se basaron en el mismo
asesino serial de la vida real: el siniestro Ed Gein. Hombre sumiso reprimido
por su padre alcohólico y su madre fanática religiosa, con quien vivió hasta la
edad adulta, Gein no pudo superar la muerte de ésta y, dando rienda a un
Complejo de Edipo mal resuelto, se dedicó a profanar tumbas de mujeres cuyos
cadáveres consumía y con los cuales fabricaba muebles y vestidos. Después de un
par de años, Gein no se sintió satisfecho con la profanación de tumbas del
cementerio de la comunidad rural en la que vivía (Plainfield Wisconsin, en el
centro Norte de Estados Unidos) y comenzó a asesinar mujeres que se parecían a
su madre. Por cierto que también en Ed Gein se basó el personaje de Buffalo
Bill de la película El silencio de los
inocentes (Demme, 1991).
Con tan macabra inspiración, la casa de la
familia de Leatherface (bautizada con el humor más ácido posible como la
familia Sawyer en Masacre de Texas 2)
está decorada con muebles hechos de huesos diversos, restos de las incontables
víctimas que sirvieron de cena para el macabro clan y de los “souvenirs” que
éstos tomaron de algunas tumbas. Sofás de fémures, lámparas de cráneos y una
gallina misteriosamente encerrada en una jaula demasiado chica para ella son
sólo algunos de los adornos fúnebres que las jóvenes víctimas encuentran en la tétrica
casa de los caníbales.
Y
hablando del clan de caníbales... ¿Qué hay con ellos? Me refiero a que mucho se
ha discutido sobre qué relación guardan Leatherface y los otros tres miembros
de su familia, conocidos sólo con los sobrenombres de Hitchhiker (Edwin Neal),
Old Man (Jim Seadow) y Grandfather (John Dugan). Aunque aparentemente los tres
primeros son hermanos, con frecuencia Old Man asume el rol de padre y líder del
clan.
Sobre este mismo rubro, los estudiosos del
Séptimo Arte que se han dedicado al análisis de La masacre de Texas suelen preguntarse ¿por qué no hay mujeres en
la familia? El único vestigio de alguna presencia femenina es la abuela
momificada que los tres hermanos guardan en el ático. Eso o el hecho de que en
dos escenas Leatherface usa máscaras de mujer (de hecho en la cuarta entrega de
la saga, los realizadores decidieron volver a este asesino una especie de
travesti).
Siempre me ha gustado el subtexto de esta
cinta. Creo que, de hecho, la peli no narra la historia de los jóvenes
asesinados, sino de Leatherface y sus hermanos, quienes representan a una
familia estadounidense rural promedio cuyos valores son confrontados por las
nuevas generaciones. La vuelta de tuerca en este discurso viene con el
cuestionamiento sobre exactamente ¿cuáles son estos valores? Es decir, no cabe
duda de que los posteriormente bautizados Sawyer son una familia más que unida,
pero ¿con qué fin? ¿Queda justificado uno o varios crímenes en aras del amor
fraternal?
Finalmente, se trata sólo de una familia
que hace lo que se supone que deben hacer todas: proteger a los suyos. En una
de las primeras escenas, cuando los jóvenes recogen al Hitchhiker, Franklin y
él dialogan sobre un matadero que ven en la carretera. Hitchhiker menciona que
su familia solía trabajar en ese lugar, pero que se quedaron sin empleo tras la
industrialización de los rastros. Se trata pues del desplazamiento del hombre
por la máquina y la crisis laboral que esto genera desde el siglo XIX.
La confrontación entre los valores
decadentes de las entidades rurales y los nuevos valores de la sociedad de
consumo nacida de la posguerra estadounidense fue en esta época el discurso de
varias otras películas como el clásico churro del legendario H.G. Lewis 2000 maniáticos (1964), la aterradora Las colinas tienen ojos (Craven, 1977) o
la muy perturbadora y controvertida Amarga
pesadilla (Boorman, 1972).
Ése, por cierto, es otro de los elementos
que, según los teóricos, volvieron tan exitosa a esta película y que, por
cierto, es uno que heredó de la ya mencionada obra maestra de Hitchcock
(¿dirigió algo que no lo sea?). Volviendo a los terrores creados por el
folklore, plantea el medio rural como un lugar peligroso. Es decir, sería obvio
pensar (por lo menos antes de esta cinta) en la ciudad como el hogar de los
lunáticos, pero ¿y el campo? Donde no hay dónde esconderse ni un alma en
kilómetros a la redonda...
Aunque la película fue muy escandalosa en
su momento, y de hecho fue prohibida en varios países, las escenas de horror
que presenta pueden resultar bastante tibias para nuestros tiempos. He de
admitir que, no estoy seguro por qué, pero esta última vez que vi la cinta me
causó más miedo que otras; pero estoy convencido de que el efecto que produce
proviene más de la atmósfera creada con esmero que de algún otro recurso
efectista. De hecho, según lo declaró Tobe Hooper en alguna entrevista, en toda
la realización de la película se utilizó apenas medio litro de sangre
artificial.
Sin embargo, las actuaciones en esta
película son tan deliciosamente grotescas, el tono tan grandguiñolesco y el
ritmo tan medido que le dan un sabor único. Y es este sabor lo que la
convierte, sin lugar a dudas, en el antecedente directo de todo el cine slasher de la década siguiente. Así es,
esta película es la madre de todos los Michael Myers, Freddys, Jasons,
Ghostfaces y demás asesinos enmascarados del cine.
Curiosamente, a diferencia de la nutrida
descendencia que mencioné arriba, la de Masacre
de Texas es quizá la franquicia slasher menos afortunada de todas, y
también la más corta. Con sólo siete películas (son pocas en comparación con
las diez de Halloween o las trece de Viernes 13), debe reconocerse que la
premisa se agotó en la primera cinta. Todas las demás han tenido que recurrir a
piratearse escenas completas de la primera parte bajo el pretexto de rendirle
homenaje o hacer guiños a los fans. ¡Nada! Pura falta de creatividad. El mismo
Hooper pudo anticiparlo y por eso decidió que la segunda parte fuera una
parodia de la primera.
El legado de La masacre de Texas incluye tres secuelas de la original, un remake con su respectiva precuela, una secuela spin/off (del que ya hablé en un post anterior) en 3D, un videojuego
para Atari 2600, tres series de cómics (la primera de las cuales incluyó el
crossover Leatherface vs Jason) y una enorme cantidad de figuras de acción y
merchandising relacionado.
PARA
LA TRIVIA: He aquí varios hechos curiosos sobre la cinta.
·
John Dugan, el actor que interpretaba a
Grampa, tenía sólo 19 años cuando hizo la película.
·
La casa de la familia caníbal fue filmada en
una casa real en la que habitaba gente. El equipo de producción estaba vuelto
loco con la logística para poder filmar al mismo tiempo que permitir a la
familia que habitaba en la casa seguir con sus actividades cotidianas.
·
En los primeros borradores del guión la
película se titulaba Braincheese
(queso de sesos) haciendo alusión a un diálogo del personaje de Franklin.
·
Bill Moseley, quien interpretó a Hitchhiker
(rebautizado como Top-Chop) en La masacre
de Texas 2, fue convocado por la producción de la cinta cuando Edwin Neal,
el actor original que hiciera el papel en 1974, se rehusara a aparecer en la
secuela. Moseley había interpretado el papel en una parodia para televisión
titulada The Texas Chainsaw Manicure.
·
Para simular la apariencia de piel humana mal
curtida, la máscara de Leatherface fue moldeada con una mezcla de látex y fibra
de vidrio.
·
En Italia (donde son famosos por sus extrañas
traducciones para los títulos de las películas) la cinta se llamó No abras esa puerta.
·
La escena más difícil y tardada de filmar fue
la de la cena. Para dicha secuencia, el equipo de producción trabajó durante 23
horas continuas. La iluminación era tan intensa y la ventilación tan escasa
(para mantener la oscuridad dentro de la habitación las ventanas fueron
cubiertas con bolsas de basura) que la comida en los platos (pollo hervido)
comenzó a pudrirse, originando un terrible hedor que hizo que más de uno de los
miembros del staff volviera el estómago. De hecho, en la versión de la cinta en
Blu-Ray puede verse el vapor de la descomposición emanando de los platos.
·
A pesar de que la cinta se promocionó como
“Basada en hechos reales” para atraer al público, en toda la historia del
estado de Texas no existe un solo reporte de un asesinato cometido con una
motosierra.
·
La secuela de la película tardó casi 13 años
en estrenarse por el montón de líos legales que se desataron por los derechos
de autor. La compañía que la había distribuido originalmente, White River
Productions, resultó ser un frente para lavar dinero de la mafia italiana que
se esfumó con las ganancias y los derechos de distribución. Hubo mucha gente
involucrada en la realización de La
masacre de Texas, incluidos algunos de los actores, que nunca vieron un
solo centavo por concepto de pago de regalías.
·
La actriz Marilyn Burns sufrió sendas heridas
en la escena en la que corre por un zarzal, por lo que muchos de los arañazos y
cortadas que se le ven en cámara eran reales.
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