LA DAMA DE NEGRO
The Woman in Black
James Watkins, 2012
La esperada adaptación al
cine de la novela gótica de Susan Hill publicada en 1983 llega para complacer
al público, y para ayudar a Daniel Radcliffe a quitarse de encima el estigma de
Harry Potter. El resultado final no decepciona en absoluto y, de hecho, posee
varios momentos de verdadera genialidad cinematográfica, construyendo un relato
de terror en la más pura tradición de Horace Walpole y Anne Radcliffe.
El abogado Arthur Kipps (Radcliffe… Daniel,
no Anne) viaja a la remota aldea inglesa de Cryphin Gifford para arreglar los
papeles de la antigua mansión de Eel Marsh (atinadamente “ciénaga de las
anguilas” en inglés), propiedad de la Sra. Drablow, recientemente fallecida.
Kipps trata de usar el viaje como distracción que le ayude a sobrellevar la
muerte de su esposa; pero al llegar al lugar, y tras las advertencias y
hostilidades de los lugareños, descubrirá que la mansión de Eel Marsh está embrujada
por la aparición del vengativo fantasma de una misteriosa mujer vestida de
negro.
Desde su publicación, esta novela se ha
adaptado ya varias veces a varios medios. Entre estas adaptaciones se
encuentran una radionovela de 4 partes, una película para televisión de 1989 y
una versión para teatro que ha sido la segunda puesta en escena de mayor
duración en el West End de Londres (la primera es La ratonera de Agatha Christie, que ya superó los 60 años
ininterrumpidos en escena). La adaptación al español de dicha obra de teatro
lleva ya casi 20 años presentándose en los escenarios de nuestro país.
Así pues, la película de Atkins tenía dos
retos por cumplir: atraer a la audiencia mainstream
y complacer a los fans, quienes alababan el tono de terror y suspenso del texto
original. En ambos sentidos me parece que la cinta sale bien librada. Quizá no
sea una obra maestra del cine de terror, pero en general me parece muy buena.
Toda la primera mitad de la palícula está
construida con recetario. Tal cual parece que los realizadores tomaron su
formulario de “Cómo hacer una peli de terror” y trataron de seguirlo al pie de
la letra, consiguiendo resultados académicamente impecables.
Este factor podría ser considerado una
falla, sin embargo, durante la segunda mitad de la cinta se convierte en una
virtud. Y es que si durante toda la primera parte se plantearon las reglas de
lo que es formalmente una película de terror, durante la segunda los
realizadores se dieron vuelo rompiendo estas mismas reglas, resultando en varias
secuencias de intenso terror, frenéticas y efectivas, que no dan descanso al
público.
Aunque sí hay un par de escenas de efectos
especiales, en realidad esta cinta se basa más en el suspenso y el terror. Es
mucho más efectivo lo que no se ve que lo que sí aparece a plena vista.
Siguiendo lo propuesto por el inmortal Stanley Kubrick en su inmortal El resplandor (1980), la película está
llena de sutilezas que funcionan en muy diversos niveles; tanto en la actuación
como en las partes auditiva y visual. El reflejo de la Dama de Negro en las
ventanas es verdaderamente escalofriante.
Otro gran acierto que ayuda a que las
apariciones de la espectral mujer sean más efectivas es el tono que en ellas se
maneja. En vez de escenas grandilocuentes, efectistas o ilustrativas, el
director se decidió por usar un tono parco y lacónico que acentúa el efecto de
lo sobrenatural.
Del mismo modo, la película está filmada en
tonos grises y deslavados y colores fríos que le dan una atmósfera melancólica,
digna de todo buen relato gótico, que refleja el carácter de Kipps;
desmoralizado por completo tras la pérdida de su esposa.
Las actuaciones son excelentes. Aunque la
gran mayoría del peso de la película recae en la actuación de Radcliffe, todos
los involucrados se desempeñan magistralmente. Y Radcliffe cumple muy bien con
su papel de guía por esta casa embrujada, pues además de la atmósfera y las
breves imágenes sobrenaturales que nos son presentadas, son sus reacciones ante
lo que experimenta lo que nos provoca terror. Y, alabado sea Cthulhu, ni rastro
de Harry Potter.
Puedo decir que realmente disfruté esta
película. Es todo un banquete para los fobocinéfilos, y una película ejemplar
desde un punto de vista académico. Es además una película inteligente y
cautivadora que, a pesar de estar enfocada a un público más general, podría muy
bien convertirse en objeto de culto en el transcurso de los próximos años.
PARA
LA TRIVIA: Daniel Radcliffe y Robert Pattinson se
conocieron durante la filmación de Harry
Potter y el Cáliz de Fuego (Newell, 2005) y trabaron gran amistad hasta que
Pattinson comenzó a interpretar a Edward Cullen en las películas de la saga Crepúsculo. Radcliffe se daba vuelo
burlándose de Pattinson por su participación en dicha serie de películas, lo
que ocasionó la ruptura de la amistad. Años más tarde, en el Especial de Noche de Brujas de los Simpson
XXI se hace una parodia de Crepúsculo
en la que Radcliffe, como para continuar con el bullying, prestó su voz para interpretar al vampiro preadolescente.
¡Ah, esos juguetes decimonónicos! ¡Siempre tan macabros!
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