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jueves, 3 de julio de 2014

CÓMO ENTRENAR A TU DRAGÓN 2. El regreso de Hipo y Chimuelo.


CÓMO ENTRENAR A TU DRAGÓN 2
How To Train Your Dragon 2

Dean DeBlois, 2014

Recuerdo que realmente disfruté la primera parte de esta saga, con todo y que la vi en un avión. No he leído el libro en el que está basada, pero según he escuchado, la adaptación está bastante bien lograda. De tal suerte, cuando me enteré de que aparecería la secuela de inmediato mi alerta escéptica se encendió. Quiero decir, ya antes agradables sorpresas me habían decepcionado con secuelas que dejaban mucho qué desear, como fue el caso de Shrek 2 (Adamson et al, 2004) o 30 Días de noche: Días oscuros (Ketain, 2010). Sin embargo, puedo decir que esta segunda parte sale bastante bien librada.
    La historia sucede cinco años después de la película original, cuando Hiccup (Hipo en español, voz original de Jay Baruchel) logró domesticar a un dragón. Ahora toda la aldea de Berk, otrora temerosa de los dragones, vive en armonía con estas criaturas y lo que es más, se ha convertido en un santuario para ellos. Stoick (Stoiko en español, voz original de Gerard Butler), jefe de la aldea y padre de Hiccup, está muy ilusionado con heredar el cargo a su hijo; pero éste no sólo no se cree apto para asumir tal rol, sino que prefiere pasar el tiempo explorando nuevas tierras en compañía de su dragón Chimuelo (sí, sí, ese dragón de la especie sombra nocturna que tiene cara de gato y nos robó el corazón en la primera parte) tratando de encontrar a otros miembros de su especie.


    En una de estas expediciones, Hiccup y su novia Astrid (voz original de America Ferrera) encuentran el barco de un grupo de vikingos cazadores de dragones, capitaneado por Eret (voz de  Kit Harrington). Sin embargo, Eret es tan sólo un esbirro al servicio de Drago (voz original de Djimon Hounsou), un cruel guerrero que busca dominar a todos los dragones para así crear un ejército que le permita someter a los demás pueblos.
    Hiccup encuentra además un santuario de dragones oculto en una fortaleza de hielo, completamente aislado del mundo exterior y gobernado por un rey dragón. Este mundo perdido es custodiado por Valka (voz en inglés de Cate Blanchett… por cierto, ¿este personaje es una mamá hippie o sólo es impresión mía?), la madre que durante veinte años Hiccup creyó muerta. Cuando Drago se entera de la existencia de este paraíso de los dragones, emprenderá una ofensiva para conquistarlo y esclavizar a las creaturas.
    Esta película se ve genial en Alta Definición y aunque está disponible en 3D, francamente siento que no le hace falta. La calidad de la animación es excelente, eso sí; y poder ver las escamitas de cada dragón cuando se mueve en la pantalla grande es todo un deleite.


    Es muy interesante que, aunque el diseño de todos los personajes de la película, tanto humanos como dragones, es caricaturesco más que realista, logran dar gran verosimilitud a todo el asunto. Con tantos y tan elaborados detalles, los diseñadores y animadores nos transportan a este mundo de fantasía y lo hacen cobrar vida ante nuestros ojos.
    Lo que es curioso, eso sí, es que en esta película se muestra muchísimo menos de la aldea de Berk en comparación con su predecesora.  En ésta, casi todos los paisajes que se muestran son el vasto mar congelado y uno creería que serían mucho más sencillos de plasmar en pantalla; pero la verdad es otra. Lograr los colores, las texturas y los volúmenes del hielo debe haber sido un arduo trabajo en el que los animadores se esmeraron… y se ve cada minuto que le dedicaron a dicha tarea.
    El guión está bastante logrado y tiene muchas escenas muy emotivas. Si la primera parte les puso los ojitos de Remi, espérense, porque esta segunda tiene varias escenas que sí le apachurran el corazón a uno.


    El discurso también es muy interesante: Hiccup se rebela contra su padre, quien desea que siga sus pasos como jefe de la aldea y planea montar una defensiva contra el ejército de dragones de Drago. El muchacho, por el contrario, no cree tener madera de líder y confía en que podrá disuadir a Drago de llevar a cabo su maquiavélica empresa si tan sólo lo hace razonar.
    Al final, tanto Hiccup como Stoick aprenderán una valiosa lección de vida: Que por más que uno quiera preparar a los hijos para los retos de la vida, es mucho más valioso para ellos que los enfrenten a su manera. En sí, los tres personajes en los que se centra la historia, Hiccup, Stoyk y Valka buscan el mismo objetivo; sólo que los tres tienen ideas muy diferentes sobre cómo conseguirlo.


    En general, esta es una de esas secuelas que buscan ser mucho más grandes que sus primeras partes… un poco como Aliens: El regreso (Cameron, 1986) o El Imperio contraataca (Kershner, 1980, que por cierto es la principal influencia que DeBlois reconoce en el film), que buscan expandir el universo planteado en la cinta original. En esta película hay muchos más dragones en pantalla, además de que son de tipos más variados y, por cierto, el combate entre los reyes dragones es espectacular... de repente parece que es une peli de kaijus, pero igual es espectacular.
    Si de algo se le puede acusar a esta secuela es de ser un tanto superficial y eso lo digo, cabe señalar, en comparación con la primera parte. Por momentos como que se deja llevar más por lo espectacular y la narrativa deja de fluir... pero en realidad no afecta tanto a la cinta. Es en general una buena película, con un bonito mensaje y de buena manufactura. Aunque eso sí, quizá sea demasiado pesada para los más pequeños —me vienen a la mente las hordas de niños aburridos en los cines viendo El viaje de Chihiro (Miyazaki, 2001) —... eso explicaría porque, al menos en la función a la que yo asistí, casi todo el público estaba conformado por adultos jóvenes.



PARA LA TRIVIA: Originalmente Valka iba a ser el villano de esta cinta, pero la idea se desechó en versiones posteriores del guión. 


2 comentarios:

  1. Creo que Chimuelo es como un ajolote con expresiones de gato.

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    1. Jajaja... Sí, algo así. Es curioso, porque en otros países el ajolote es una especie de leyenda (bueno, aquí también porque está prácticamente extinto).

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