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miércoles, 30 de julio de 2014

LA SAGA DE "EL PLANETA DE LOS SIMIOS". Segunda parte.


LA CONQUISTA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS
Conquest of the Planet of the Apes
J. Lee Thompson, 1972

Reconociendo que quizá la película anterior se pasó de la raya con lo camp y el tono cursilón, los realizadores de esta secuela decidieron volver al discurso social y el tono oscuro de las dos primeras partes. El guión original era una especie de panegírico que ensalzaba la Lucha por los Derechos Civiles en EE.UU. y los movimientos estudiantiles de finales de los sesenta alrededor del mundo; sin embargo, los ejecutivos de la 20th Century Fox decidieron quitar todos los elementos que pudieran incomodar sensibilidades, así como todos aquéllos que pudieran negarle la clasificación PG (Para todo público).
    Esta película se sitúa casi veinte años después de la anterior (en la década de 1990) y, según se cuenta en algún momento, durante la década de 1980 una pandemia extinguió a los animales de compañía —perros y gatos, básicamente— por lo que los humanos empezaron a adoptar simios como mascotas. Pasó poco tiempo antes de que empezaran a utilizarlos para las tareas domésticas y pronto se convirtieron en esclavos.
    Tras ser disfrazado como animal de circo para ocultarlo, Caesar (Roddy McDowall en la que me parece su mejor interpretación… y por cierto, el nombre del personaje cambió sin explicación alguna de Milo a Caesar de una peli a la siguiente) y su “amo” Armando (el legendario actor mexicano Ricardo Montalbán) tienen que viajar a la ciudad, donde un evento fortuito revela la verdad: Caesar es el hijo de Zira y Cornelius que las autoridades habían dado por muerto.


    Caesar es encarcelado y vendido como esclavo a unos científicos, pero en secreto organizará a los demás esclavos y se convertirá en el caudillo que encabezará la rebelión de los simios contra sus amos.
    No sólo se pasó por sendos borradores del guión antes de filmar esta cinta, sino que ya terminada, la gente de la Fox decidió cortar las escenas violentas, lo que resultó en que existan dos versiones de la película: La edición extendida y la versión para cine. Básicamente la diferencia son un montón de escenas sangrientas que estaban en el corte original y que fueron removidas de última hora de la versión para cines.
    Algo que me gusta mucho de esta película son sus locaciones, principalmente aquéllas en los exteriores de la Universidad de California. Me encanta cómo el diseño de los 60 y 70 es una muy particular visión futurista de un futuro que nunca llegó.


PARA LA TRIVIA: En el guión original de la película, ésta abría con la escena de un simio fugitivo siendo acribillado por la policía. Al acercarse, los agentes encontrarían su cuerpo lleno de heridas y cicatrices, producidas por años y años de maltrato. La escena nunca se filmó por considerarla demasiado grotesca.



LA BATALLA POR EL PLANETA DE LOS SIMIOS
Battle for the Planet of the Apes
J. Lee Thompson, 1973

Y así, una idea que fue revolucionaria en un principio fue exprimida hasta el punto de decir basta en apenas un lustro. Poco de la genialidad de la primera parte sobrevivió hasta esta quinta película, misma que busca poner fin a la saga. Y he de decir que, después de  tanta secuela, la culminación resulta bastante anodina y complaciente, más si se toma en cuenta lo incendiaria que fue la cinta que empezó todo.
    Más de una década ha pasado desde los eventos de la película anterior. Simios y humanos viven en una tensa calma, en la que éstos están subordinados a aquéllos, bajo el gobierno de Caesar (McDowall). Cierto día, en una expedición arqueológica que los lleva a las ruinas subterráneas de Manhattan, Caesar, el orangután Virgil (Paul Williams)  y el humano MacDonald (Austin Stoker) activan las alarmas de la ciudad de los mutantes. Los mutantes, liderados por el general Kolp (el mismo de la película anterior, pero ahora deforme, interpretado por Severn Darden) desconocían la ubicación de la Ciudad Simia hasta ahora y planean una ofensiva para aniquilar a sus habitantes y recuperar el control del planeta. Mientras tanto, el ejército gorila bajo el mando del general Aldo (Claude Akins) comienza una sublevación que llevará a la Ciudad a una guerra civil.


   Suena bien, ¿no? El poster es llamativo e incluso el tráiler está padre... por desgracia, la película no. Y esto, más que nada, tiene que ver con la filosofía de las grandes casas productoras en aquella época. Antes de Tiburón (Spielberg, 1975) no se consideraba negocio hacer secuelas de una película. Generalmente, segundas y terceras partes (o las que siguieran) eran productos de menor calidad, casi siempre hechos al vapor y con bajo presupuesto, tratando de aprovecharse de la fama de la película original antes de que se extinguiera. Así pues, pocos productores invertían dinero en las secuelas —a diferencia de la tendencia actual que es que cada película de una saga tengo mayor presupuesto que la anterior—. De tal suerte, esta película fue la más barata de la serie. Y se nota.
    Quizá las malas actuaciones, los maquillajes y los efectos especiales podrían disculparse. Pero la batalla final es increíblemente decepcionante. Cuando uno esperaba una confrontación de proporciones nibelúngicas entre humanos, simios y mutantes por el dominio de la Tierra, lo que recibe es una larga secuencia climática con cuatro o cinco actores disparando salvas y madreándose en medio de explosiones de tierra de Bataan[1]. Nada más.


    Así pues, este último capítulo de la serie no se siente tanto como una culminación, sino como los rescoldos removidos de una hoguera que se ha extinguido lentamente.
PARA LA TRIVIA: Nuevamente, se pensaba incluir un niño híbrido mitad humano, mitad simio, esta vez en el epílogo de la película. La idea era mostrar hasta que punto llegarían a coexistir las especies en el futuro; sin embargo, después de varias pruebas de maquillaje fallidas, se desechó la idea.


EN LA T.V.
Una vez concluida la saga fílmica, la mata seguía dando y se produjeron dos series de televisión basadas en el concepto. Por diversas cuestiones, ambas habrían de sufrir la misma suerte: Una muy corta duración.


EL PLANETA DE LOS SIMIOS
Planet of the Apes, 14 episodios producidos, 13 transmitidos, 1974.

Para aprovechar que se tenían los sets, la utilería y los vestuarios de las películas, se produjo esta serie que, entendiendo que la saga se había echado a perder en la tercera entrega, continúa con la historia de la primera cinta. Con un formato creado por el mismo Rod Sreling (quien participó en el guión de la cinta original y creó las series seminales de la TV La dimensión desconocida [1959-1964] y Galería nocturna [1969-1973]), esta serie se sitúa diez años después del incidente ocurrido con Taylor y manda a la goma todo lo que sucedió en las secuelas.


    Los astronautas Alan Virdon (Ron Harper) y Pete Burke (James Naughton) se estrellan en la Tierra en el futuro, sólo para encontrar a los humanos reducidos a esclavos (en esta serie no son salvajes, sino que están más ubicados en una especie de Medioevo) de una raza de simios inteligentes. Pronto, los astronautas, en compañía del joven científico chimpancé Galen (Roddy McDowall interpretando un personaje que es una copia al carbón del Conerlius original), se convierten en fugitivos de la ley y son buscados tanto por el Dr. Zaius (Booth Colman), quien quiere estudiarlos, como por el general Urko (es el mismo personaje que Ursus, pero con otro nombre, interpretado por Mark Lenard), quien desea exterminarlos.
    Si bien es cierto que la serie resulta ser “la misma gata nomás que revolcada” hay que concederle que sus valores de producción eran bastante elevados. Además, en general las actuaciones eran buenas y los guiones, decentes.


    A pesar de esto, la serie fue cancelada después de quince semanas al aire por sus bajos ratings en los EE.UU. —en Reino Unido fue un hitazo—, ya que los elevados costos de producción la hacían poco redituable. De hecho, aún hoy día, el estatus oficial de la serie permanece como “inconclusa” pues nunca se concluyó la historia.


REGRESO AL PLANETA DE LOS SIMIOS
Return to the Planet of the Apes, 13 episodios, 1975-1976.
La compañía franco-americana creadora de la exitosa serie de dibujos animados El show de la pantera rosa (1969-1976), en co-producción con la Twentieth Century Fox dio vida a este proyecto, una serie de animación basada en el concepto de El planeta de los simios.
    La historia es más o menos la misma, en la que tres astronautas de nuestra época viajan al futuro y se vuelven fugitivos de los simios inteligentes, que en esta ocasión incluyen a personajes como el Dr. Zaius, el general Urko, Cornelius y Zira.


    La idea no suena mal, excepto porque el resultado final es espantoso. La calidad de la animación es tan rudimentaria que haría sonrojar a  series como Laboratorio submarino 2020 (1972) o El fantasma del espacio (1966-1968). Sin ánimo de exagerar, incluso hay escenas donde se ve el borde de los acetatos que deslizan sobre fondos fijos mal pintados.
    Por si esto fuera poco, los realizadores de esta serie se tomaron grandes libertades en relación con el concepto original. Por ejemplo, el ejército gorila no anda a caballo, sino en jeeps y tanques, y Ciudad Simia es una avanzada metrópoli, mezcla entre Roma y Washington D.C., en la que los más modernos servicios públicos como electricidad, y señales de radio y T.V. están disponibles.


 [1] Se le llama así a la mezcla de materiales, principalmente diversos tipos de arcilla, que se utiliza en efectos especiales cuando se necesita que una explosión levante una densa nube de polvo.

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