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domingo, 20 de abril de 2014

LAS TORTUGAS NINJA. Especial del 30 aniversario. Cuarta y penúltima parte.


LAS TORTUGAS NINJA
TMNT


Kevin Munroe, 2007

Durante prácticamente toda la segunda mitad de la década de los noventa se especuló y rumoró mucho sobre la aparición de una cuarta película de las Tortugas. Que si iban a revivir a Shredder, que si por fin iba a salir Krang, que si aparecería Venus de Milo... En fin, total que la década terminó y la película nunca vio la luz. Sin embargo, con la aparición de la —en ese entonces nueva— serie de dibujos animados producida por Fox Kids, una nueva versión cinematográfica, esta vez en animación digital, fue estrenada con bastante promoción aunque poco impacto.
    Esta película sí es una secuela en forma de la trilogía anterior aunque no se mencione directamente. Ya han pasado varios años desde que las Tortugas derrotaron definitivamente a Shredder, por lo que el grupo se ha separado: Leonardo se ha exiliado a la jungla centroamericana, Donatello trabaja para un call center de soporte técnico, Miguel Ángel se alquila como botarga para fiestas infantiles y Rafael, en secreto, se ha convertido en el vigilante conocido como Nightwatcher.


    Mientras tanto, un misterioso magnate conocido sólo como Winters (Voz de Patrick Stewart) contrata a April O’Neil (Voz de Sarah Michelle-Gellar) y su novio Casey Jones (Voz de Chris Evans), quienes ahora tienen una compañía de recolección de antigüedades, para que recuperen cuatro estatuas aztecas (aunque eso se clama en la película, se ve que quien la escribió no tenía la más mínima idea sobre dicha civilización) ligadas a una antigua leyenda según la cual cuatro hermanos guerreros fueron maldecidos hace tres mil años (cuando no existían los aztecas, pero qué más da): Uno de ellos obtendría la inmortalidad a cambio de que los otros tres fueran convertidos en piedra (y mientras escribo estas líneas caigo en cuenta de que esto es un fusil descarado de la serie de dibujos animados Gárgolas [1994-1996], de Disney Channel).
    Asimismo, al ser convertidos en piedra los guerreros, un portal transdimensional se abrió dejando libres a trece monstruos. Ahora, los monstruos deben ser devueltos a su lugar de origen para romper con la maldición justo cuando la constelación Nosequé esté alineada. Por alguna razón que nunca me ha quedado clara, esto significará un riesgo para la humanidad (tampoco me quedó muy claro cuál), por lo que las Tortugas, esta vez aliándose con El Pie y su líder, la joven Karai (Voz de Ziyi Zhang) deberán detener el ritual.
    Y mientras escribía toda esa sinopsis, confirmé lo que sospechaba: uno de los principales fallos de esta película es que trata sobre demasiados asuntos y a algunos les dedica poca explicación. A final de cuentas el asunto que termina acaparando la atención es la discusión y posterior pelea de Leonardo y Rafael, haciendo todo el resto de la película (incluso por momentos a Donatello y Miguel Ángel) poco interesante y hasta innecesario.


    Las secuencias de acción son bastante decentes. Hay batallas entre las Tortugas y maleantes neoyorquinos, entre las Tortugas y los ninjas de El Pie, entre las Tortugas y los monstruos, e incluso, entre las Tortugas y las Tortugas. Nada demasiado elaborado, pero las peleas se ven beneficiadas de la fluidez de la animación por computadora y sí son superiores a las vistas en las películas de Live-Action, por lo menos más elaboradas, vamos.
     El diseño de todos los personajes es bastante más caricaturesco de lo que se esperaría. Al igual que en las dos primeras cintas, en ésta trataron de darles características diferentes a las Tortugas. Aun así, no me acaba de convencer por completo cómo se ven los personajes.



    Quizá en general la película tiene un tratamiento más infantil del que me hubiera gustado; quiero decir que en su mayoría, el público de esta cinta estuvo conformado por aquéllos que fuimos fans de los quelonios cuando niños y no tanto por las nuevas generaciones, en especial si la serie de dibujos animados de cuyo éxito se colgó esta película para aparecer en los cines estaba más apegada a la visión oscura del cómic original. A diferencia de la serie, esta película no supo crecer con su público (por cierto que April se ve buenona en el traje de ninja que sale al final, hay que reconocerlo).
    El mensaje de la película es positivo y es interesante cómo se maneja el contraste entre las dos relaciones fraternales: la de Winters con sus hermanos guerreros y la de las Tortugas. El guión tiene algunos diálogos padres, pero en general la película termina siendo un desastre narrativo que no sabe a qué línea argumental darle prioridad. Me gustan los diálogos de Splinter, interpretado por el legendario actor japonés Mako en su última actuación.
    Aunque me gusta más que la tercera, admito que mucho del impacto de esta película se debe al factor nostalgia de ver a las Tortugas de nuevo en acción. En EE.UU. causó un moderado revuelo (fue la película más taquillera en su fin de semana de estreno) además de una ola de merchandising innecesario —¿qué merchandising es necesario?— que incluyó una línea de figuras de acción (que no se vendieron) y un videojuego programado por Ubisoft (el peor de la serie, que sólo se pirateó el game engine de los Prince Of Persia). De hecho, si mal no recuerdo, en México esta película estuvo en exhibición sólo dos semanas, y eso, en algunas salas.


    Y en Estados Unidos, a pesar de su éxito inicial, debió pasar más o menos lo mismo porque aunque en la cinta claramente se abre la posibilidad de una secuela y un regreso de Shredder, ninguna de ambas cosas sucedió.

PARA LA TRIVIA: Hasta ahora, ésta ha sido la película de las Tortugas Ninja más costosa. El presupuesto de esta cinta supera al de las tres anteriores juntas.

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