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domingo, 13 de enero de 2013

MARTIN, EL VAMPIRO


MARTIN
Martin

George A. Romero, 1976

Una de las películas menos conocidas del maestro del horror George A. Romero, director de La noche de los muertos vivientes (1968), y también uno de los trabajos en que muestra mayor pericia. Varios conocedores del cine vampírico me habían recomendado esta cinta, pero al ser bastante difícil de conseguir apenas tuve oportunidad de verla. Empero, el esfuerzo valió la pena, pues puedo asegurar que ésta es una de las películas más interesantes que he visto en los últimos años.
    Martin (John Amplas) es un muchacho tímido y retraído que llega a vivir a un pueblo cercano a Pittsburgh a la casa de su primo Cuda (Lincoln Maazel), quien tiene edad suficiente para ser su abuelo. O tal vez no, pues Martin afirma tener ochenta y cuatro años a pesar de que difícilmente aparenta veinte. Y es que Martin es un vampiro… O no. Lo cierto es que Martin no tiene ningún poder sobrenatural, además de la ligera molestia que experimenta con la luz solar directa, Martin es un chico normal… excepto porque la única excitación sexual que puede gozar la obtiene bebiendo sangre de mujeres bellas. Su familia está completamente convencida de que Martin es un Nosferatu y por ello lo ha marginado y excluido, al punto de que el muchacho se ha convertido en un activo y especializado asesino serial.
    Precisamente el mayor gancho de esta cinta es la cuestión de que nunca se aclara si Martin es en realidad un vampiro o si es un joven perturbado, víctima de la superstición; el hecho es que ni siquiera el mismo Martin lo tiene completamente claro. Así, Romero nos presenta una historia que mezcla varios géneros diferentes, y que un servidor podría definir como un giallo con tintes de comedia negra.

    Gracias a ese tono de chiste macabro, la película puede hablar sin tapujos de temas tan oscuros como la infidelidad, la violencia doméstica, la necrofilia, el fanatismo religioso, la marginación y la discriminación. Como todas las buenas películas de terror, Martin es una metáfora de otra cosa y habla de terrores mucho más mundanos y más cercanos a nosotros que los vampiros. A final de cuentas, esta peli retrata el terror a convertirse en adulto y verse obligado a integrarse a la sociedad.
    La musicalización es minimalista, parca y lacónica y tiene una gran influencia del soundtrack de La masacre de Texas (Hooper, 1973) y de la música concreta. La música de esta cinta ayuda a transmitir los sentimientos y pensamientos de Martin de una forma directa y eficaz..
    En general, se trata de una película inteligente y divertida, además de que resulta alternativa y subversiva en lo que a cine vampírico se refiere. Aunque no llega a los niveles de genialidad de la obra maestra de Romero, La noche de los muertos vivientes, me parece que Martin está cargada de una sensibilidad muy particular que el clásico de zombies no posee; es una lástima que esta cinta haya tenido tan pobre difusión, incluso en la época de su estreno, pues se trata de una obra excelente.  
PARA LA TRIVIA: Tal vez son figuraciones mías, pero noté una gran influencia de esta película en la popular serie de televisión (y consentida de un servidor) Dexter (2006-).

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. La única copia que he conseguido es una copia pirata de un DVD español, tons' sólo se puede ver con doblaje al castellano (¡Jolines!); pero te la presto con todo gusto.

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  2. Ay, me gustan mucho tus críticas.
    Además, me entero de la existencia de películas que ni sabía que existían, como ésta.

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