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lunes, 20 de mayo de 2013

FANTASMA. Una oscura fantasía de culto.


FANTASMA
Phantasm

Don Coscarelli, 1979

Había oído hablar de esta película varias veces y sabía además que su creador participó en la serie de TV Maestros del horror. Sobre todo en los libros europeos sobre cine de terror la mencionaban mucho, pero ni incluían una sinopsis clara ni los fotogramas eran más que un par. Por fin pude ver la cinta y he de decir que entiendo por qué es considerada un clásico.
    Esta película generó tres secuelas tardías que aún no he visto: Fantasma II (Coscarelli, 1988), Fantasma III: El amo de los muertos (Coscarelli, 1994) y Fantasma IV: El olvido (Coscarelli, 1998).
    Mike (Michael Baldwin), un joven adolescente quien recientemente perdió a sus padres siente cierto distanciamiento con Jody (Bill Thornbury), su hermano mayor, quien parece que lo dejará solo. Con este temor, Mike sigue a todos lados a Jody y lo espía. Mike vigila desde lejos a Jody durante el funeral de su amigo Tommy, apuñalado por una misteriosa y guapa mujer en un cementerio. Al terminar el funeral Mike es testigo de cómo un misterioso extraño levanta el ataúd sólo con una mano y se lo lleva. Intrigado, Mike, junto con su hermano y su amigo Reggie (Reggie Bannister), investigan al Hombre Alto (Angus Scrimm), quien resulta ser sólo la punta del iceberg en una trama que involucra misteriosos enanos encapuchados y cadáveres resucitados.

    Esta es una gran película que lo mantiene a uno al borde del asiento. Aunque el suspenso y el terror son las estrellas del show, la cinta también incluye eficazmente elementos de otros géneros; paseándose cómodamente del thriller con tintes góticos al cine de aventuras para después llegar a la fantasía oscura, la ciencia ficción y rematar en un terror estilizado y efectivo.
    Una escenografía sobria y una iluminación magistral demuestran que menos es más. En realidad, muchas de las tomas de esta peli son primeros o medios planos, las tomas cerradas y la iluminación cargada de claroscuros crean una atmósfera claustrofóbica que atrapa al espectador en una pesadilla que parece no tener fin. Las escenas en el interior del mausoleo son simplemente sensacionales, tétricas y asfixiantes. Incluso el mentado Hombre Alto ni es tan alto ni tan feo, pero la dirección de cámaras es tan eficiente que logra crear la ilusión de que se trata de una criatura sobrehumana (como el video de Wuthering Heights de Kate Bush… no, no, es broma; te queremos Kate Bush).

    Tanto en la ya mencionada ambientación como en la musicalización, esta película le debe mucho a las cintas giallo de Dario Argento; si bien nunca alcanza el nivel de maestría de éstas, Fantasma explora sus propios recursos y les saca el mayor provecho, creando un lenguaje intimista que busca, y en el caso de un servidor logró, hacer clic con el espectador.
    Esto es sin duda lo que encontré más valioso de la cinta: logré identificarme con los personajes porque la película logró conectar conmigo. Con esta cinta, Coscarelli logró hacerme recordar mis miedos infantiles y el cómo traba de afrontarlos en esa época. Y parte de la premisa de esta cinta es precisamente ésa: ¿Qué pasaría si las explicaciones fantásticas que una mente infantil le encuentra a sucesos cotidianos son apenas una probadita de los verdaderos horrores que se esconden en nuestros propios vecindarios?

    El lado flaco de la cinta son, sin duda alguna, los efectos especiales. ¿Por qué será que, salvo raras excepciones, la sangre de las películas de los 70 se ve siempre tan roja? Supongo que no habían perfeccionado la fórmula aún… De cualquier modo, no sólo la sangre color grosella de esta cinta se ve falsa, sino en general todos los efectos de maquillaje y otros tantos (atención a la escena de la mosca demoniaca, es de antología); pero los realizadores de la película lo sabían y tratan de usarlos lo menos posible, llevándolos además hacia un tono más cercano al del Grand Guignol que al del realismo.
    A pesar de todo, las escenas de asesinatos son bastante ingeniosas y divertidas. Además, las secuencias del… ¡Caray, no sé que sea! Llamémosle el Orbe de la Muerte (una esfera del tamaño de una pelota de baseball completamente lisa cromada que busca a las presas del Hombre Alto) son muy efectivas y, de hecho, incluyen algunos de los mejores efectos especiales de la película. Siendo honestos, creo que sólo los efectos de sangre y mutilaciones desmerecen, pues la verdad es que los efectos visuales (la mayoría de ellos logrados a la antigüita, con espejos y trucos de cámara) son bastante efectivos ¡En tu cara, CGI!

    Realmente disfruté esta película. No me dio miedo, eso sí lo dejo bien claro, pero me gustó mucho. Lo único que me pareció un poco decepcionante fue el epílogo; es bastante predecible y ocioso. De cualquier modo, es una película muy recomendable para cualquier cinéfilo, particularmente para aquellos amantes del cine de terror. Al terminar de verla, recordé el título de uno de los capítulos de los cómics originales de Aliens vs Predator: “Los viejos hábitos parecían más honestos”.

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